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Harry's POV.

Estaba realmente enfadado con Madison, sus actuaciones de niña malcriada me estaban sacando canas de todos los colores, me comenzaba a importar un bledo su bienestar pues ahora solo importaba mi hijo o hija.

Iba camino al hospital, la niña Madison se encontraba mal y mi bebé en riesgo.

Bufé, enserio estoy enfadado.

Una idea vino a mi cabeza ¿A esto querías llegar Madison Lawrence? Te daré una cucharada de tu propia medicina.

Gire el auto y volví a la casa de Madison, la noche anterior sin que ella se de cuenta había ido a dejar un poco de mi ropa, al llegar a la casa, entre, y me dirigí a la habitación de huéspedes.

-¿Que haces aquí?- pregunté a Niall que saltó al escucharme, el rubio se giró lentamente y me miró asustado- Niño estás mal de la cabeza, tendré que decirle a Bob.

Niall tenía labial rojo en sus párpados y bajo los ojos cual máscara de super increíble y uno de mis calzoncillos se posaba encima de su pantalón y un brasier supongo de Madison encima de su camisa.

-No no no no, Harry te daré lo que quieras pero no le digas- suplico el rubio.

-¿Que tipo de superhéroe raro te crees?- pregunté apunto de soltar mi risa a carcajadas.

-Bueno pues me gustan muchos ... No encontré algo negro para los ojos entonces me puse labial rojo, quiero ser mister increíble y bueno me gusta la mujer maravilla y no se me ocurrió nada más que ponerme un brasier- Niall hablaba con rapidez, casi no le entendí.

-Bien pues no te salió- le dije riéndome.

-Bueno, pero no le digas a papá.

-Niño raro deja de coger mis calzoncillos.

Lo tome del brasier y lo hale fuera de la habitación y seguido cerré la puerta con seguro.

-¡Te ayudaré a conquistar a Madison, solo si no le dices a papá!- grito Niall tras la puerta.

-¡No hace falta, yo confío en mis dotes de macho alfa!- respondí.

-Joputa- el rubio murmuró.

-¡También le diré a tu papá que dices malas palabras, niño malcriado!

-¡Papá Harry me está molestando!

-¡El labial que tienes en los ojos deberías utilizarlo en los labios, niñita!

Mientras tenía la divertida conversación con el rubio ya me había cambiado. Me había puesto unos pantalones negros los cuales tenían una correa de la cual sobresalían púas, una chaqueta de cuero y una camisa negra ceñida a mi cuerpo.
Recogí en un moño parte de mi cabello y me miré al espejo, después de quedar sorprendido con mi nueva imagen salí de mi habitación y mire a Niall está vez solo tenía toda la cara roja en un intento de quitar el lápiz labial.

-¿Que me ves? - Niall miraba hacia abajo, miraba mis botas de charol negras.

-No pues ¿Te tengo que pedir permiso?

Después de eso me quería retirar pero Niall me detuvo.

- ¿Irás a ver a Madison así?

-Si- le estaba dando la espalda entonces gire- Bueno, dicen que el cielo es el límite y para mí, eso es muy cierto. Pero, amigo mío, no has visto nada.

Niall quedó fuera de sí.

-¿Quieres entender?- pregunté a lo que él asintió- entonces ven conmigo.

...

Entre al hospital seguido de Niall, camine sin importar las enfermeras que obstaculizaban mi camino, llegue a la habitación de Madison y prendí el parlante que llevaba conmigo, la pista comenzó a sonar y yo comencé a cantar.

Acabé de cantar y Madison me miraba incrédula.

—¿Pero que mierda?— pronunció indignada.

—Que mierda tú Madison, soy malo, muy malo. Deja que mi hijo o hija nazca y después haz lo que te pegue en gana maldita loca.

Lo dije con repudio, algo dentro de mí me hacía sentir arrepentido, Niall estaba asombrado y a Madison parecía no importarle, pero sus ojos la delataban pues ella estaba a punto de llorar.

¿Niña Mala?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora