Capítulo diecinueve
"Aprende a bailar"Tom se sentía dividido entre sus emociones hacia Leah. Antes de su supuesta muerte, había intentado ocultar sus sentimientos detrás de una fachada de hostilidad y desdén, convenciéndose a sí mismo de que debía eliminarla para alcanzar sus objetivos. Sin embargo, su resurgimiento lo había dejado desconcertado, confrontado con sentimientos que creía haber enterrado.
A pesar de la urgencia de su misión original, Tom no podía ignorar la atracción que sentía hacia Leah. Había algo en ella que lo fascinaba, algo que iba más allá de su herencia o su posición en Hogwarts. A medida que pasaban más tiempo juntos, Tom comenzaba a cuestionarse sus propias motivaciones y la verdadera naturaleza de su relación con Leah.
Sin embargo, Leah no estaba dispuesta a mostrar ninguna debilidad frente a Tom. Sabía que no podía permitirse revelar sus sentimientos, ya fuera odio o atracción. Había demasiado en juego y no podía arriesgarse a ser manipulada por Tom.
Mientras esperaban la llegada del profesor Townsheed, ambos se encontraban en un tenso silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. A pesar de las miradas furtivas y los gestos ocasionales, ninguno de los dos se atrevía a abordar el elefante en la habitación: la complicada red de emociones que los unía y los separaba al mismo tiempo.
(...)
El tenso silencio se prolongaba mientras esperaban la llegada del profesor Townsheed. Ante la ausencia prolongada, Leah decidió romper el hielo con una pregunta casual.
- ¿Sabes bailar? - inquirió, buscando cualquier distracción para alejar la incomodidad.
Tom giró la cabeza hacia ella con curiosidad, respondiendo con franqueza.
- No, nunca lo he hecho - admitió con un dejo de sorpresa en su tono.
- Pensé que alguien tan... exigente como tú, sabría bailar a la perfección - comentó Leah, con un toque de sarcasmo en su voz.
Tom arqueó una ceja, respondiendo con calma.
- Entonces tienes una imagen equivocada de mí. ¿Y tú? ¿Sabes bailar? - contraatacó, ajustando su túnica con serenidad.
- ¿La verdad? Sí, sé bailar - confesó Leah, tomando una decisión repentina. Se puso de pie y extendió la mano hacia Tom con determinación- No quiero hacer el ridículo en el baile con alguien que no sabe bailar - explicó con un suspiro, consciente del desafío que estaba por lanzar- Así que te enseñaré, a menos que quieras demostrarle al resto que Tom Riddle no es tan "perfecto" como creen.
Tom dirigió una mirada fugaz hacia la puerta, confirmando que el profesor no aparecería. Con un gesto decidido, tomó la mano de Leah y se levantó.
Con una mano en su hombro y la otra en la cintura de Leah, comenzaron a moverse al ritmo de una melodía imaginaria, sumergiéndose en un baile improvisado que parecía romper las barreras entre ellos.
Mientras continuaban practicando, Leah rompió el silencio con una pequeña sonrisa nerviosa. - ¿Sabes? No eres tan malo como pensaba en esto del baile. -
Tom levantó las cejas con una sonrisa burlona. - ¿Oh, de verdad? Supongo que eso significa que no soy tan terrible como esperabas. -
Leah rió suavemente. - Bueno, no puedo negar que tenía mis dudas. Pero admito que estás haciendo un esfuerzo decente. -
Tom asintió, y su expresión se suavizó por un momento. - Gracias, supongo. No es mi actividad favorita, pero estoy tratando de no tropezar demasiado. -
Leah asintió comprensivamente. - Entiendo. Al menos estás poniendo empeño en ello. Eso cuenta para algo. -
A medida que continuaban conversando, la tensión entre ellos parecía disminuir, reemplazada por una especie de camaradería incómoda pero necesaria. Aunque seguían siendo cautelosos el uno con el otro, al menos estaban encontrando un terreno común en el que podían interactuar sin hostilidad abierta.
Después de un rato de práctica, Leah detuvo sus pasos y miró a Tom con seriedad. - ¿Sabes qué, Tom? - Su tono era firme pero contenía una pizca de curiosidad y resentimiento. - Nunca entendí por qué decidiste matarme. -
Tom se detuvo también, sorprendido por la brusquedad de la pregunta. Frunció el ceño ligeramente antes de responder. - ¿Qué quieres decir con eso, Leah? - preguntó, tratando de ocultar cualquier emoción que pudiera revelar su incomodidad.
Leah lo miró directamente a los ojos. - Aunque ahora estamos aquí, practicando para un baile, eso no cambia el hecho de que, en algún momento, intentaste matarme. - Su voz era firme, pero había una nota de dolor en ella.
Tom pareció tomar un momento para procesar sus palabras, y luego suspiró, bajando la mirada brevemente antes de volver a encontrarse con la de ella. - Leah, eso fue hace mucho tiempo. Las cosas han cambiado desde entonces. - Trató de mantener su tono tranquilo, aunque podía sentir la tensión aumentar entre ellos.
Leah frunció el ceño, cruzando los brazos sobre el pecho. - No importa cuánto tiempo haya pasado, Tom. No puedo simplemente olvidar lo que intentaste hacer. - Su voz se volvió más firme. - Nunca te perdonaré por eso. -
Hubo un momento de silencio incómodo entre ellos mientras procesaban las palabras del otro. A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, la tensión seguía flotando en el aire, recordándoles el pasado oscuro que compartían.
Tom miró a Leah con una mezcla de pesar y resignación en sus ojos, como si llevara el peso de un secreto que lo atormentara. - No es algo que me gustaría compartir... - comenzó, su voz llevaba un matiz de dolor y arrepentimiento.
- Pero entiende, Leah, no lo hice porque te odiara.
Leah frunció el ceño, sus ojos reflejaban confusión y una profunda curiosidad.
- ¿Entonces? - preguntó, esperando una explicación que la ayudara a comprender lo que había sucedido.
Tom respiró profundamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo inexplicable.
- Fue por algo ajeno a ti - continuó, su voz casi un susurro cargado de culpa. - Sé que sabes quién soy realmente, y créeme, no soy una buena persona. Y sé que tú tampoco lo eres. - La verdad cruda y sin adornos resonó en sus palabras, revelando una vulnerabilidad que rara vez permitía que otros vieran.
- Y puedo seguir fingiendo...
Hubo un momento de silencio tenso entre ellos, mientras Leah procesaba la revelación de Tom. - ¿Fingir qué? - preguntó, su voz apenas un susurro cargado de incertidumbre.
Tom bajó la mirada brevemente antes de encontrarse con los ojos de Leah una vez más. - Que no sabemos nada del otro - admitió, su tono lleno de sinceridad.
- Cuando te asesiné, algo cambió entre nosotros. Nos conectamos de una manera que no podemos ignorar. Y aunque intentemos fingir que somos indiferentes el uno al otro, la verdad es que... - vaciló por un momento, luchando por encontrar las palabras adecuadas.
- La verdad es que sé más de ti de lo que podrías imaginar.
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The secret of Tom Riddle.
Fanfiction❝Dicen que el Destino y el Tiempo son personas. La primera capaz de destinar un amor y la segunda de que dure para siempre❞ Cuando una muerte inesperada fuerza al Destino a crear una nueva vida para todos. Obligando al Tiempo a respaldarla y protege...