The secret of Tom Riddle.

Capítulo 78

Capítulo setenta y ocho
"Encuentros"

Una semana después de su encuentro con Leah en el museo, Tom continúa con su incesante búsqueda del guardapelo de Salazar Slytherin. Sus investigaciones lo llevan a un lujoso hotel donde el curador del museo acababa de entrar. Decidido a seguirlo, se ve frustrado cuando llega al salón donde se celebra una fiesta de gala y dos guardias en la puerta le impiden el paso.

— Lo siento joven, pero este evento es solo por invitación — declara uno de los guardias con firmeza.

Tom se retira, su mente calculadora trabajando a toda velocidad. Necesita encontrar una manera de entrar sin levantar sospechas. Se esconde en un oscuro rincón cerca de la entrada y espera, observando.

Poco después, un grupo ruidoso de jóvenes magos sale del evento, claramente alegres y algo desinhibidos por el alcohol, nota a uno de ellos, un joven de aspecto descuidado que se separa del grupo y se tambalea hacia un lado más oscuro, buscando probablemente un lugar tranquilo.

Viendo su oportunidad, se acerca sigilosamente. Sin previo aviso, aturde al joven con un hechizo rápido y silencioso.
Rápidamente, Tom le quita al inconsciente mago su invitación, saco y corbata. Se viste con la ropa robada, aunque claramente mal ajustada y con estilos que no coinciden completamente con su sencillo pantalón y zapatos gastados.

Retorna a la entrada, mostrando la invitación con una confianza fingida.
Los guardias le echan un vistazo superficial y lo dejan pasar, sin notar el ligero ceño de preocupación que Tom no logra disimular completamente.

Una vez dentro, se mezcla con la multitud, su mirada escaneando rápidamente la sala en busca del curador.
Mientras se adentra más en el salón, se da cuenta de que algunos invitados observan sus zapatos desgastados y el corte poco refinado de su pantalón. Sabe que no puede permitirse llamar más atención y decide mantenerse al margen, observando desde las sombras mientras busca al curador.

Dentro del salón de gala, se desliza entre los invitados con una discreción que contrasta con el bullicio festivo. Sus ojos no tardan en localizar al curador, un hombre de aspecto distinguido que conversa animadamente con un grupo de coleccionistas.

Esperando el momento adecuado, Tom se acerca y se integra casualmente en el círculo.

— ¿Disfrutando la noche? — inicia Tom con una sonrisa amable dirigida al curador, quien lo mira brevemente con curiosidad antes de responder.

— En efecto, es una de las mejores galas del año. ¿Y usted, joven? No recuerdo haberlo visto antes — responde el curador, con un tono de cordialidad que Tom aprovecha.

— Soy relativamente nuevo en este círculo. Estaba particularmente interesado en algunos de los artefactos que mencionó en su última conferencia en el museo. Fascinantes realmente —dice intentando sonar tan informado y apasionado como pueda.

— Ah, sí, los artefactos de los fundadores de Hogwarts siempre despiertan mucho interés —comenta el curador, claramente complacido con el conocimiento de Tom.
— ¿Algún artefacto en particular?
Tom inclina su cabeza, bajando la voz para insinuar confidencialidad.

— El guardapelo de Salazar Slytherin — dice directamente, observando de cerca la reacción del curador.

El hombre se tensa ligeramente, casi imperceptiblemente, antes de sonreír.
— Un objeto de gran poder y misterio, sin duda. 

Justo cuando Tom se prepara para presionar más, una voz serena y distintivamente elegante detrás de él interrumpe su concentración.

— Tom, ¿eres tú? Qué agradable sorpresa...