Capítulo 76

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Capítulo setenta y seis
"Un nuevo comienzo"

Harry estaba desesperado, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros, incapaz de seguir escapando y poniendo la vida de sus amigos en peligro. Sabía que enfrentarse a Voldemort era inevitable, y la idea de que no podría vencerlo sin sacrificar su propia vida lo atormentaba. No estaba preparado para morir, no de esa manera, y la desesperanza lo consumía... hasta que Hermione mencionó un nombre que resonó en su cabeza de una forma extraña y poderosa.

—¿Qué dijiste? —Harry se giró hacia Hermione con una mezcla de sorpresa y confusión.

Hermione lo miró, igualmente confundida, y respondió:
—Tú acabas de decir 'Leah Warrington'.

—No, claro que no, fuiste tú —insistió Harry.

Ron, observando la interacción entre sus amigos con una sonrisa irónica, intervino para apoyar a Hermione.
—Fue Harry, lo escuché claro y fuerte.

Harry frunció el ceño, su mente tratando de descifrar por qué había mencionado ese nombre.
—¿Por qué lo dije?

—Yo... no debí ser yo, ni siquiera sé quién es —murmuró Harry, más para sí mismo que para los demás.

—Tampoco tengo idea —admitió Ron, alzando los hombros en señal de desconocimiento.

Hermione miró a los dos como el par de burros que eran y rodó los ojos antes de comenzar a explicar.
—Leah Warrington es la directora del Ministerio de Magia en Francia. Es alguien muy influyente en el mundo mágico, aunque, lamentablemente, es conocida por su aversión hacia los muggles y mestizos.

—No, claro que no —Ron interrumpió, confundiendo la nacionalidad de la directora.

—En Francia, Ronald —corrigió Hermione con paciencia—. Y sí, es importante porque alguien con tanto poder e influencia que odie a los sangre sucia podría estar relacionada con lo que Voldemort busca o necesita.

—¿Y qué tiene que ver todo esto con nosotros ahora? ¿Es realmente importante? —Harry intervino, su voz cargada de frustración.

—Quizás Voldemort está aliado con ella. Dijiste que odia a los sangre sucia... —Hermione fue interrumpida por Ron.

—Eso es imposible, ella murió —afirmó Hermione con firmeza.

—¿Y tú cómo lo sabes? —replicó Ron.

—Porque leo los periódicos, Ronald, y su muerte fue noticia el año pasado. Estuvo en todos lados.

Harry se llevó las manos a la cabeza y se dejó caer sentado en una silla dentro de la carpa.
—No entiendo... Tal vez tenía un Horrocrux. No lo sabemos. Quizás hasta se conocieron, y él ahora necesita algo de ella que quedó sin resolver.

—Puede ser... —Hermione frunció el ceño, moviendo su cabello de un lado a otro, claramente estresada por la falta de respuestas claras.

Esta conversación dejó a los tres reflexionando sobre las posibles conexiones y la importancia de Leah Warrington en el complejo tablero de ajedrez que era la guerra contra Voldemort. Aunque Leah había muerto, el misterio que la rodeaba podría contener las claves para entender mejor los planes del enemigo o descubrir debilidades previamente ocultas.

(...)

En medio del caos que azotaba al mundo mágico, Harry, Hermione y Ron tomaron la decisión de viajar a Francia tras la persistente aparición de Leah Warrington en los sueños de Harry. No eran simples sueños; eran recuerdos vívidos y desconcertantes donde Harry veía a un joven Voldemort, que en esos tiempos aún era Tom Riddle, interactuando con personas y lugares que él nunca había visitado en su vida. Esto, combinado con la extraña mención de Leah, los empujó hacia la búsqueda de respuestas.
—Aquí vive su esposo, James Withermore... —dijo Hermione al hombre que los miraba expectante.

The secret of Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora