Capítulo 08

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Capítulo ocho
" El secreto de Tom"

Tom se retiró del lugar, sintiéndose abrumado por la vergüenza que le provocó la situación. Nunca antes una chica había logrado hacerlo sentir así. Además, la forma en que Leah lo trataba le desconcertaba; parecía amable y segura de sí misma, lo que lo dejaba sin saber cómo reaccionar. ¿Cómo podría seguir adelante con sus planes si ella resultaba ser tan competente?

Mientras tanto, Leah conversaba animadamente con Rebecca Zabini, una chica mayor que ella. Aunque compartían una amistad casual gracias al club de las Eminencias, sus intereses principales diferían: Leah se enfocaba en el estudio y la magia, mientras que Rebecca estaba más interesada en el Quidditch. Horace veía un gran potencial en ella en el mundo del deporte mágico.

Era domingo y Tom se encontraba inmerso en la biblioteca, buscando información sobre Veelas en los libros. Por otro lado, Leah se dirigía hacia allí después de su charla con Rebecca, con la intención de estudiar algunas pociones.

Cuando Leah entró en la biblioteca, sus ojos se encontraron brevemente con los de Tom. Él rápidamente desvió la mirada y se sumergió en su libro. Leah siguió caminando, buscando los libros que necesitaba, pero algo en una esquina apartada llamó su atención.

Leah se detuvo frente a la misteriosa puerta con el pequeño cartel que decía "Zona restringida". Observó el candado con curiosidad y, decidida, pronunció el hechizo "Alohomora" en un intento de abrirlo. Sin embargo, el candado permaneció cerrado, resistente a sus intentos. Era evidente que estaba hechizado, lo que aumentó el misterio y la intriga en su mente.

Se encontraba en la parte oscura y prohibida de la biblioteca, un lugar del que se rumoreaba que albergaba conocimientos de magia oscura. Solo algunos alumnos privilegiados, como Tom Riddle, tenían acceso a esta zona. La idea de explorar ese lugar prohibido le resultaba tentadora, pero sabía que necesitaba la ayuda adecuada para hacerlo.

Con determinación, pasó nuevamente frente a Tom, quien estaba absorto en su libro. A pesar de sentir la urgencia de levantar la mirada y encontrarse con sus ojos, él no lo hizo.

Decidió buscar la ayuda del profesor Townsheed, quien conocía todos los rincones de Hogwarts. Golpeó la puerta de su oficina y fue recibida con su cálida bienvenida.

- ¡Oh Leah! ¿Qué te trae por aquí? -preguntó el profesor, invitándola a entrar.

- Quería saber si usted sabe cómo entrar a la zona restringida de la biblioteca -dijo, su atención centrada en las llamas de la chimenea.

El ceño del profesor se frunció por un momento antes de recordar que Tom poseía la llave.

- Solo los alumnos privilegiados tienen acceso. Te proporcionaré la llave, pero debes pedírsela a Tom. Además, podrías aprovechar la oportunidad para hablar con él sobre lo sucedido ayer -aconsejó el profesor mientras Leah asentía con gratitud antes de salir de su oficina.

Leah caminaba por los pasillos de Hogwarts con un nudo en el estómago. Aunque estaba emocionada por la posibilidad de explorar la zona restringida de la biblioteca, también se sentía nerviosa por tener que enfrentarse a Tom. Recordaba claramente la vergüenza y el enojo en su rostro durante la clase de Defensa contra las Artes Oscuras cuando los Bicornios los atacaron. Sabía que Tom probablemente seguía molesto por la situación, pero aún así sentía la necesidad de hablar con él.

A medida que se alejaba de la oficina del profesor Townsheed, los pensamientos sobre Tom la invadían. A pesar de su arrogancia y su actitud distante, no podía evitar sentirse atraída por él. Sus ojos grises y su inteligencia la intrigaban, y aunque la relación entre ambos había sido tensa, había algo en él que la atraía de manera inexplicable.

Cuando el profesor le sugirió hablar con Tom, Leah sintió un cosquilleo en el estómago. Sabía que enfrentarse a él no sería fácil, pero también sentía que era una oportunidad para resolver las tensiones entre ambos. A pesar del temor al rechazo o a una respuesta fría, su curiosidad y el deseo de entenderlo la impulsaban a buscar ese encuentro.

Con determinación, se dirigió hacia donde sabía que encontraría a Tom. A pesar de las posibles consecuencias, estaba decidida a enfrentarlo y aclarar las cosas entre ellos.

The secret of Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora