Capítulo 38: Algo que no quería aceptar

1.2K 96 71
                                    

Cuando descubrí en lo que había condenado a mi hermano mayor, hui... al igual que un cobarde corrí ... no estaba acostumbrado a la superficie , y esa casi prisión en que éramos conducidos para la trasferencia era de terror.. extenuado caí en un lugar alejado de todos, y me desahogue... descubrí que podía hacer brotar agua salada de mis ojos mientras gritaba mi desesperación y en los muros se repetían mis llantos con el eco opaco del lugar. Mi temor , había evitado que buscara otra solución y ahora Mellias pagaría por mi decisión. Siendo solo un niño y temiendo enfrentar al concejo , solo busque ocultarme, pero.... ¿Qué haría después...? No podía pensar, la amargura me sobrecargaba y mis ojos cada vez más irritados cegaban mi visión, incluso eso me aterraba.. cada vez más cosas que no podía comprender... y sin nadie a quien acudir.

- ¿Hay alguien aquí..? – la voz suave de una fémina me hizo buscar un lugar donde ocultarme, pero mi vista estaba tan borrosa que apenas y podía enfocar más allá de mis manos. - ¡Te vi ! – ..... me gire por curiosidad y pude ver la cabellera morena de un tritón colgado del balcón del piso superior, gradualmente fue descendiendo, tenía un uniforme de guardia imperial que aún no había visto.

- ¡! – retrocedí al no poder ver con claridad.

- Vaya estas llorando... - se soltó y aterrizo en el suelo - ¿Paso algo?

- ............No es nada... solo que este lugar es oscuro y da miedo... - me excuse ya que no quería admitir mi pesar.

- Así que es eso... - me dio la espalda apoyándose en un pilar, tomo de sus cabellos un adorno delicado y brillante .... – Sabes... Cuando tienes preocupaciones todo se ve oscuro..., es mejor cuando hay algo de luz.. – cuando dijo eso, coloco el objeto que se reprodujo mágicamente en el pilar se llenó de una enredadera luminescente ; parpadee repetidamente para poder enfocar aquel hermoso acontecimiento, blancas brillantes y translucidas ;esparcían luz por todos los pilares, mis ojos dejaron de producir agua y pude evitar olvidarme de todo.

- ¿Mejor? – me pregunto mientras aun hacia crecer las plantas.

- S..si..., - la mire con el corazón aliviado , pero ya que aún no se giraba me atreví a hablar una vez más – Gracias...

- No es nada, ... ... ¿Cuál es tu nombre? – parecía apunto de girarse, así que me seque el rostro rápido y trate de sonar algo más seguro.

- Soy Hallem, el elegido para ser emperador en esta coronación.

- ¡.......! – La fémina se detuvo - ¿Hallem...? – Su voz se oía sorprendida - ¡¿Padre?! – Uso las mangas de su ropa para cubrir su rostro y se giró nerviosa a verme con ojos de sorpresa.

- "¿Padre....que quiere decir con eso...?"

- Esto no está bien.... – murmuro retrocediendo – No debíamos vernos.....

- ¿....? – hace un momento me había reconfortado tanto, pero ahora se veía tan frágil , ¿Quién eres? .

- Yo... tengo que irme... por favor, no me mires... - siguió cubriéndose el rostro, solo podía ver sus profundos ojos verdes.

- ¿Por qué? –no quería que se alejara – No te vayas ...necesito que te quedes a mi lado , no creo poder hacerlo solo ....

- Lo harás... en un futuro – tomo su distancia – Serás el emperador más amado, tu pueblo será feliz ... y serás el mejor padre que exista. Por favor... cuida de mi cuando nos volvamos a encontrar... Por ahora... seré yo la que cuide de ti y Mellias... no digas a nadie que me viste, será nuestro secreto.

Origen: Libro I - TritonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora