Tal parece que la última prueba era básicamente para postular a dos guardias, la Imperial de Hallem y la real de Mellias, por lo que si fallabas no serias expulsado, pero no lograrías ingresar a ninguna de las principales.
Nuevamente nos pusieron en filas por torres y los capitanes solo permitían que los primeros de cada columna ingresaran, luego de eso las puertas se cerraban con los capitanes dentro, tras unos minutos de larga espera salían, pero no todos tenían armas...
Los rostros de los que no lo conseguían lucían confusos, decepcionados y molestos, por el contrario los que tenían sus armas estaban llenos de confianza. Los segundos eran dirigidos por otros soldados a un área distinta, asumo que a la siguiente prueba. Lo que significa que si no encuentro un arma aquí... no podré estar en la guardia de Mellias...
- Utilicé el pendiente de luz para llamar mi tranquilidad – Voy a lograrlo...
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Mellias ingresaba al estudio de Hallem, para entregar algunos reportes de los generales respecto a ciertos postulantes, pero se sorprendió de ver el rostro afligido de su hermano.
- ¿Hallem...? – A pesar de que lo llamo no parecía responder. - ¿Qué sucede...? – Dejo los documentos y se fijó en que observaba su hermano con tanta atención. - ¡! ¿Vas a poner a tu hija a cargo de ese sujeto? – su voz no era alterada, pero se notaba que no estaba para nada de acuerdo.
- ......Lo decidí ayer... cuando la vi enfrentarse a los generales... tiene un gran poder, pero aún no sabe cómo usarlo del todo, Rukh.. puede enseñarle... tiene un excelente manejo de la energía presente. No encontrare un mejor maestro, sin recurrir al concejo...
- ¡Hallem! – Mellias golpeó el escritorio - ¿Te estas escuchando? , lo tuve prisionero justamente por ponerla en peligro y tú ¿Vas a hacer que ella este bajo su tutela?
- Ya lo he decidido... no tengo porque discutirlo contigo.
- ¡.......! – Mellias solo lo observo en silencio sin creérselo. ¿En que estaba pensando, no se suponía que quería protegerla? Nada tenía sentido. - ..... – Le dio la espalda – Solo no la fuerces... - dicho eso salió del estudio.
- ........... – Vio la puerta – No lo entiendes Mellias... esto es por el bien de todos..., ella necesita ser más fuerte... tal como la recuerdo...
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- ¡Por fin! – Los mellizos victorearon cuando notaron que era el turno de uno de ellos.
- ¿? – mi turno era justo después de ellos.
- Escucha Nell, si no lo logro tienes que llevártela tú.
- ¡Claro! – Respondió confiado – vigilarla por tanto tiempo... debe ser nuestra.
- "Supongo que hablan de un arma"
- ¿Nell Gylmort, vas a pasar o prefieres dejar la prueba? – El capitán Ork lo miro con impaciencia.
- ¡Voy! – Nado detrás de él y las puertas volvieron a cerrarse.
Tras un buen rato de espera salió, Nell no parecía nada feliz a pesar de que tenía un par de largas espadas gemelas.
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Origen: Libro I - Tritones
RandomLibro 1 de la trilogía. Tritones - Humanos - Ragness. Sinopsis: Una joven despierta agonizando un día en medio del mar , ¿Quien era y como llego ahí? no lo sabe , no recuerda absolutamente nada a excepción de su nombre. Temerosa de morir...