Capitulo 7: Las apariencias Engañan

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Todo este problema se inició con algo simple, tenía dudas acerca de mi solicitud. Si sería aceptada o no por el emperador, la duda me estaba carcomiendo, por eso decidí pedirle a Lynnha que me ayudara a "conocer" la ciudad, ya que si no conseguía trabajo en el palacio entonces lo haría en la ciudad, pero definitivamente no viviría como parasito de la familia real. Pero al parecer a Lillest sigue sin cuadrarle esa idea.
Ahora estaba viendo como la princesa Murasaki , una de sus primas, se peleaba de boca a boca con el ; sin duda no hubiera esperado que de un rostro tan bonito salieran palabras tan filosas , pero al parecer las apariencias engañan fácilmente. Por enésima vez durante su "desacuerdo de ideas" solté un suspiro de agua.

- Si van a seguir... "hablando" .. ¿Puedo yo retirarme? Lynnha me está esperando en la ciudad... y debo regresarle el uniforme a Shitsu... - dije ya con voz cansada.

- ¿¡COMO SE TE OCURRE HACERME LUCIR COMO UNA COMPLETA MEDUSA FRENTE A ESA HUMANA?, SEGURO PENSARA QUE SOY UNA CUALQUIERA! – Chillo Murasaki ignorándome una vez mas

- ¡Decidiste tratarla como sueles tratar a los tritones de la ciudad, TE DIJE QUE TU ACTITUD TE TRAERIA PROBLEMAS, es la hija de Hallem ahora , su rango es superior al tuyo! – Lillest también me ignoro.

- Bueno..si van a seguir en lo suyo...- mire para otro lado – Entonces yo me voy, con permi....- Sentí como alguien me agarraba de la nuca de mi ropa

- No te vas a ningún lado – me regaño Lillest

- Pero Li...

- ¡Nada de "pero Li.."! – me imito algo enojado - ¿Por qué te fuiste?

- Yo quería...

- ¡NO TE ATREVAS A DEJARME HABLANDO SOLA, LILLEST! – Murasaki nuevamente nos apartó y se le abalanzo encima

- Eh, vamos cálmate, no pareces una dama – dije sujetándola firmemente del brazo, para que no arañara el rostro de Lillest – Entiendo que estés molesta pero...

¡PAF! Un gran ruido sordo se escucho en el pasillo y ese ruido había provenido de mi mejilla derecha contra la mano diestra de Murasaki.

- – Auch... - Pese a que ella era de mi tamaño tenía mucha fuerza y sus anillos realmente me habían lastimado, lo note al sentir un sabor metálico en mi boca adormecida.

- .......- Lillest me miraba con cara de no creérselo - ¿Qu...e has.. – miro a Murasaki , pero ella solo me vio a mí.

- Tú te lo buscaste, me interrumpiste.

- Lo sé – respondí mirándola fijamente e inmutable – No te estoy reclamando nada, pero dime...

- ¡? – Me miro sin comprender

- ¿Ya te calmaste? – la mire seria – No tengo problemas con que me abofetees un par de veces más si con eso dejas en paz a Li.

- ¡Ya cállate! – Lillest me aparto de Murasaki y se acercó a mi rostro sosteniéndolo con sus manos – .. ¿Estas bien..?

- Si – me lo pensé – Si lo comparo al dolor del día que llegue , esto no es nada – Lo mire con confianza , no quiero que esto se desborde Li ...

- ¡AHH, , estas sangrando! – se empezó a alterar - ¡Vamos, yo puedo arreglar esto! –Apartó sin ningún cuidado a su prima , mientras me llevaba a la sala de curación

- Espera ... - me gire a verla, dándole una venia , señora , tendré el gusto de conversar con usted después..

- .........- Me miraba con el ceño fruncido como queriendo decir algo, pero aguantándose las ganas, al final solo me volteo el rostro y regreso a su habitación.

Origen: Libro I - TritonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora