2. "Espachurrador"

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- ¿Megan?

- ¿Alice?

Megan no daba crédito, pero la voz que le habló a través del teléfono se parecía mucho a la de una chica de Hufflepuff que había asistido con ella a las clases de Alquimia. Tenía que ser Alice Adams.

En realidad, tenía bastante sentido. Alice era de origen muggle, y seguramente pasaría las vacaciones de verano con su familia en una casa muggle. Lo que no entendía era cómo había descubierto que ella se encontraba allí, en aquella cafetería, en medio de un pueblo que casi nadie conocía.

- ¡Sí! Soy Alice, - respondió. - ¿Qué tal?

- Eh... Bien, supongo, ¿y tú? – estaba muy desconcertada.

- Bastante bien, gracias ¿Estás pasando un buen verano?

- Alice, ¿por qué me has llamado por teléfono? – preguntó de una vez. No tenía sentido que la llamara solo para preguntarle cómo iba su verano. No eran tan amigas como para eso ¿o sí?

- Ay perdona, - dijo poniéndose un poco nerviosa. – es que Adela me ha insistido mucho.

Sabía que no se había equivocado.

- ¿Long?

- Sí. Me dijo que le mandara una lechuza a Ian para que me diera tu dirección y te pudiéramos escribir para quedar. – se explicó. – La verdad es que Ian fue muy atento y me recomendó que llamara a la cafetería de un pequeño pueblo llamado...

- ¿Para qué queréis quedar conmigo?

Hubo un breve silencio. Megan dio la vuelta al auricular pensado que quizás había tocado algo que cortaba la llamada, pero entonces Alice habló.

- Por la nota de Blake.

Megan asintió, pero enseguida se dio cuenta de que Alice no podía verla.

- Entiendo.

- ¿Eso quiere decir que vendrás?

- Mm... supongo.

- ¡Perfecto! – exclamó Alice. Megan se tuvo que alejar un poco el auricular. - Vivo en Little Whinging en el número siete de la avenida Geranio. Adela ya está aquí, te esperaremos mañana sobre las cinco ¡Adiós!

Empezaron a sonar unos pitidos y Megan comprendió que la llamada se había cortado.

Al llegar a casa le escribiría a Ian diciéndole que la próxima vez que quisiera darle la dirección de sus lugares secretos a alguien le preguntara a ella previamente, No le gustaba recibir aquel tipo de sorpresas.

***

Cuando Alice colgó el teléfono soltó un suspiro de alivio. Se sentó en el sofá del salón e hizo un repaso mental de las últimas semanas en Hogwarts antes del verano.

Efectivamente, Jake Blake, el que había sido profesor de Alquimia en Hogwarts, había desaparecido durante el Baile del Aniversario. Seguramente aprovechando la confusión y la multitud de magos y brujas que visitaban Hogwarts por el gran acontecimiento.

Esa misma noche, Alice tuvo que salir de la fiesta que se estaba celebrando en el Gran Comedor para buscar a Sam Kelly, que al parecer estaba vendiendo a un precio excesivamente barato -y por supuesto de forma totalmente ilegal- whisky de fuego entre los alumnos de Hogwarts. Su amiga, Keylie Foster había sido una de las afectadas (la borrachera fue grandiosa). Sin embargo, antes de poder encontrar a Sam, se topó con Megan Bennet y Adela Long, dos chicas que había conocido durante las clases de Alquimia.

Megan, de la casa de Slytherin, era seria y bastante más reservada que Adela, una chica de Gryffindor, alegre y orgullosa. Aparentemente parecían no tener nada en común, lo único que las unía era la enorme intriga que ambas sentían por Jake Blake, que estaba claro que ocultaba algo relacionado con un tema peligroso: la Resistencia. Las chicas no sabían demasiado al respecto, solo que había estado dando problemas al Ministerio y sobre todo a los aurores. Lo que sí tenían claro es que una mujer de pelo rojo encabezaba todos los misterios e intrigas que envolvían al profesor Blake.

Historias de Hogwarts II: el VolumenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora