22. Halloween explosivo

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- La decoración de este año es malísima.

- Lo dices porque este año no has sido tú la decoradora.

- No tiene nada que ver.

- Venga ya. – Lucas guiñó un ojo a Adela. Hacía mucho tiempo que le no hacía aquel gesto por lo que no pudo evitar sonreír.

Halloween había llegado y con ello numerosos esqueletos, calabazas y murciélagos que se encontraban desperdigados por todo el Castillo.

- ¡Qué plagio! – exclamó Adela abriendo las puertas del aula de Pociones. – Estas telas de araña las utilizamos el año pasado Alice y yo para decorar el Gran Comedor. Vaya decepción...

Aunque lo verdaderamente decepcionante había resultado ser la vuelta a las clases de Alquimia. ¿Cómo podían haber sustituido a Blake por Aglier? ¿Acaso en el Ministerio se había vuelto todos locos? Para colmo Alice había decidido terminar con la investigación y el resto de la clase pensaba que Blake era un chalado. Si al menos apareciera para poder dar la cara a todo... Pero nadie sabía dónde podría estar.

- ¿Te vas a disfrazar esta noche? – preguntó Lucas vertiendo un líquido anaranjado en el caldero. Will acababa de llegar y se había colocado junto a él mientras sacaba con prisas algunos ingredientes de su mochila.

- Si no me disfracé el año pasado que era el 25º aniversario...

- Este año no creo que se disfrace mucha gente. – dijo Will. – ¿No os acordáis de los animales que disfrazaron de monstruos el año pasado? McGonagall le dijo a los de Hufflepuff que nada de disfraces este año, sean del tipo que sea.

- Pues vaya... - protestó Lucas. Nunca se disfrazaba, pero se lo pasaba muy bien con los disparatados disfraces que muchos de sus compañeros diseñaban. Los golpeadores del equipo de Gryffindor intentaron ir de escoba el año pasado. Uno tenía que ir sobre los hombros del otro para formar el conjunto. – ¿Cómo sabes tú que McGonagall dijo eso a los de Hufflepuff?

- Me lo ha contado Alice hace un rato. – explicó Will colocando con cuidado un trozo de cuerno explosivo de erumpent en el caldero.

Adela juntó las manos a la vez que esbozaba una sonrisa socarrona.

- ¡Por fin habéis empezado a salir!

- ¿Qué? – Will dejó caer en el caldero el gigantesco tarro de cristal donde habían estado guardado el trozo de cuerno. – No, no, sólo somos amigos.

- Sí, claro...

- ¿Alice la de clases de Alquimia? – preguntó Lucas muy sorprendido. - ¿La que hizo que bajaras de las vallas del Viaducto en menos que grazna un hipogrifo? – Esta vez le dio un codazo, que para nada lo ayudó en su intento de recuperar el frasco antes de que se hundiera del todo en la poción.

- Noo. - intentó explicarse. – Justo hablamos de eso el otro día y está todo aclarado. Alice quiere que seamos amigos.

- ¿Cómo va a ser eso? Si está coladita por...

- Cinco puntos menos para Gryffindor por no haber dejado de charlar desde que empezó la clase. – dijo Arundell situándose justo detrás de Adela. – Y dad gracias a que hoy me sienta generosa y no os quite cinco por cada uno de vosotros.

Lucas levantó los hombros cuando la profesora de Pociones se marchó e intentó arreglar la poción que el tarro de cristal había estropeado. Sin embargo, Will se quedó mirando con el ceño fruncido a Adela.

- ¿Qué era lo que estabas diciendo de Alice...?

¡PUUM!

Los intentos de Lucas empeoraron todavía más la poción. Al parecer los trozos de cristal se habían mezclado con las propiedades detonantes del cuerno de erumpent. Cuando la cuchara de madera con la que había intentado sacar el cristal contactó con el filtro, este explotó inmediatamente.

Historias de Hogwarts II: el VolumenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora