Historias de Hogwarts II: el Volumen

36. Lo que pasó mientras Megan perseguía al oso

- ¡Hay demasiados caminos! – exclamó Mina cuando llegaron al tercer cruce. – Ni siquiera sabemos si vamos en la dirección correcta.

Los miembros de la Décima estaban cansados y desesperanzados. Después del incidente con Marshall, habían perdido la pista de Blake. Aquellas cañerías eran un auténtico laberinto.

- Chicos. – dijo Ian mientras Mina discutía con Sam y Lucas para elegir el siguiente camino. - ¿Dónde está Megan?

Todos miraron a sus lados, apuntando con sus varitas luminosas a los rostros de sus compañeros: Alice, Will, Adela, Ian, Lucas, Sam y Mina... pero ni rastro de Megan.

- ¡Megan! – gritó Alice, pero nada le respondió, solo el eco. – Quizás se haya quedado atrás.

- Ha seguido al oso. – dijo Adela para sorpresa de todos. A pesar de que a la chica Gryffindor le encantaba hablar y siempre encontraba una buena oportunidad para hacerlo, se había pasado la mayor parte del viaje en silencio. – Vi cómo se escabullía cuando Marsh agarró a Alice.

- ¿Y ahora lo dices? – le dijo Sam con reproche.

- Yo al menos me di cuenta de que no estaba, no como tú que se supone que eres su amiga.

Sam la apuntó con la varita, pero Alice se puso en medio, como siempre. No obstante Adela tuvo tiempo de sacarle la lengua y hacerle burlas a Sam.

- Si ha seguido al oso lo más seguro es que esté a punto de llegar a donde esté Blake. – dijo Alice con cierta esperanza. – Seguro que encontrará la forma de contactar con nosotros para que vayamos a donde esté ella.

- Eres bastante ingenua, Alice – le dijo Adela poniéndose en el centro junto a ella. Ahí estaba de nuevo la Adela protagonista que todos conocían. – Está claro que Megan busca la gloria para ella sola.

- ¿Qué quieres decir, Adela? – preguntó Lucas con la ceja alzada.

- Megan es así de egoísta. – explicó Adela. - ¿A que no sabías que estuvo a punto de ir a Hogsmeade ella sola para hablar con Cassie sin nosotras? – se dirigió a Alice. – Vosotros dos lo sabíais ¿verdad? – esta vez señaló a Ian y a Sam.

- Pero te lo dijo. – dijo Ian en defensa de su amiga. – Al final os lo contó y es lo que importa.

- Se lo contó a Alice y porque tú se lo pediste. Si no hubiera sido por Alice, ni siquiera yo me hubiera enterado de lo de Hogsmeade.

- ¿Cómo sabes tú eso? – dijo Sam dando un paso hacia adelante. - ¿Acaso nos espías, Long?

- Se muchas cosas, Kelly, más de las que te crees.

- ¡Por favor! – exclamó Alice. - ¡Eso no importa ahora! Estoy segura de que Megan encontrará la forma de contactar con nosotros, es una locura enfrentarse a la Resistencia sola.

- Sigo pensando que eres bastante ingenua, - volvió a decir Adela, mientras intentaba apoyare con cierta arrogancia en la pared – no deberías de fiarte de gente como... ¡Ahhh!

Cuando Adela se dejó caer pensando que la pared la sujetaría, se llevó una buena sorpresa al descubrir que en realidad no había ninguna pared. Habían realizado un conjuro ilusionador en otra de las oquedades de las cañerías para que a nadie se le ocurriera seguir ese camino. Al final Adela se cayó de espaldas haciéndose daño en el trasero.

- Mira que eres tonta, Long. – dijo Sam pasando por su lado.

- Seguro que este es el camino correcto, sino no hubieran puesto tanto empeño en intentar ocultarlo. – Mina siguió a Sam con rapidez.