Capitulo 39

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La primera,única y última.

  La marea es pasible; las olas se mueven seguido de mis tranquilas respiraciones. Inhalo y me embriaga el olor arena y agua salada. Mi cabello no podría estar más alborotado, pero no podría importarme menos. Justin sostiene mi mano. Lo miro de soslayo y creo que la propia felicidad plena —solo a veces— puede depender de una sola persona.

Su nariz recta y puntiaguda me llama para tocarla, pero me resisto de hacerlo, no quiero dañar su gesto paciente y relajado. Por más que me guste cuando lo hace, ahora no está arrugando su frente. Mis dedos de los pies se engarruñan en la arena; demasiada energía me pasa por el cuerpo. Vuelvo mi vista al horizonte, donde el Sol me pega demasiado fuerte en el rostro.

Estando aquí, en el ahora, olvidándome de disimilitudes y tragedias, considero que esto se podría volver real. De esas realidades que te pegan de la maravillosa que es, que te sorprenden de lo rápido que cambia el estado de ánimo, que se pueden soñar dormida y despierta porque lo estás viviendo.

Desde que llegamos y estacionamos el auto de su madre a unos metros alejado de la solitaria playa, no hemos hecho otra cosa más que mirar cuán grande es el mar, cuán grande es que no lo puedes recorrer todo en un solo día. La verdad ese conocimiento me desalentó, porque Justin es un mar. Un mar profundo, lleno de agua negra y otras partes más clara en ciertas playas, lejano, estancándose en la arena. Soy una persona arrebatadora, y quiero experimentar lo más que puedo de Justin en sólo día, pero sin recorrerlo del todo. ¿Eso es está mal? Espero que no, o como sea, estoy en el punto donde todo me da igual, excepto él y yo.

—Es precioso —Su agarre se aflojo en mi mano. Asentí de acuerdo a su observación.

No era momento para mostrar mi egocentrismo, pero yo fui la de la idea de dirigirnos en esta playa. Justin, como siempre de gruñón y sabelotodo, no confiaba en mi palabra de que esta playa es la menos visitada y solitaria para estar en paz; él quería salir pero no sabía a dónde, solo quería alejarse un poco de la ciudad.
—Jasón salía traerme aquí —Trague duro. Justin bajo su mirada a la mía, tratando de detectar tristeza en mi semblante. No lo encontró.
—¿Te gustaba? —Titubeó con la pregunta. Sonrío por inercia. Cuántos buenos mementos escritos en esta arena.
—Es mi lugar favorito. Hace mucho tiempo que no venía. Antes de que llegaras a San Diego, Jasón solía traerme muy a menudo aquí a pasear en su velero. Justo allá —señalo con mi dedo a un punto cercas de unas rocas, a un kilómetro de lejanía de la orilla en la que estamos—, me dijo que deberíamos casarnos cuando termináramos la preparatoria. Prometimos casarnos y tener hijos, muchos de ellos. —Río suavemente—. Pero supongo que el destino tenía otros planes para nosotros.
Agacho la cabeza, tratando de contener las lágrimas que se alimentan en mis parpados.
¡Por todos los niveles del infierno, de ninguna manera quiero llorar!
Cierro los ojos y pongo pensamientos agradables en mi mente, lejos del área de Jasón. Es mi culpa, en primer lugar, por traernos aquí.
—El destino es una mierda. —Río sigilosa—. Yo te voy a cuidar, René. De todo. ¿Lo sabes, verdad?
—Lo sé. —Contesto sin muchas fuerzas.

Tal vez este sea el que Jasón mando para mí. Mi gladiador no era de ninguna manera egoísta al conseguir mi felicidad, él de verdad desearía que fuera feliz aun sin él. Porque su amor se basaba en la compilación de mis satisfacciones para él hacerlas realidades. Allá donde se encuentre Jasón, debe estar feliz que su misión está dando frutos. No hay mejor amor como el que me dio él.

—Te lo digo de verdad, René. Jasón y tú eran la pareja más amorosa que he conocido en mi vida. Nadie como ustedes... tan juntos. Siento lo que paso, de verdad que lo lamento tanto. —Su voz es compasiva. Me encanta cuando hace eso de actuar todo dulce a medida de lo fuerte por mí. —No lo conocí mucho, pero doy fe a que ese chico te amaba con el alma y toda su vida. Era bueno para ti, ambos eran buenos siendo pareja.

El pasado deja su huellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora