Ciudadano del aire

¿Es una broma?

Ha pasado tanto tiempo desde aquella noticia que cambió mi vida, cambió la perspectiva con la que veía mi camino. Tuve tanto miedo, me sentí tan sola, me equivoqué tanto; y ahora todo tendría que ser diferente, eso es lo único seguro, todo tendría que ser mejor ahora, y no lo es. ¿Después de todo lo que pasamos? ¿Después de haber decidido finalmente unir nuestras vidas? Estar embarazada debería de ser una noticia feliz. No lo es, porque nada con Pablo es como debería de ser, nada sigue el curso que debería y a veces es demasiado agotador. Pensar en que quiere realmente él y que le conviene a Pablo Alborán, porque al final nunca es lo mismo, y yo ni siquiera puedo saber en cuál de sus dos facetas tengo que preocuparme más. Siento su mirada en mi mientras muevo de manera automática la cuchara dentro de mi taza de té, no sé qué decir, está más que preocupada, pero como puedo explicarle la manera en la que me siento. Demasiado hizo acompañándome a su médico como para que además tenga que estar soportándome ahora.

- ¿No deberías de estar trabajando ya?

- Soy la jefa Paula, puedo salir todo lo que quiera.

- ¿Cómo está Tomás?

- Bien, aún le quedan un par de meses en Paris, pero vendrá para la boda.

- Que bueno, finalmente estarán juntos de nuevo.

Suspira profundamente, porque más que nadie me conoce, y sabe que solo estoy desviando la atención. No sé qué decirle, no sé cómo actuar, la confusión en mis sentimientos me marea más que lo síntomas del embarazo y no puedo dejar de pensar en que Pablo es el que debería de estar conmigo ahora, pero él solo necesita espacio, tiempo alejado de mí. ¡Idiota!

- Paula...

- Lo sé Casilda... pero no sé qué querés que te diga, estoy tan confundida que apenas puedo asimilar todo esto.

- Sé que no es fácil, es un shock, lo fue para mí también, pero vas a casarte en poco tiempo, no estás sola. ¿Qué quieres hacer?

¿Qué quiero hacer? Pues es muy simple, quiero que Pablo deje de ser tan estúpido y esté conmigo ahora diciéndome que no me preocupe, que por una vez en su vida va a intentar madurar y ser una persona normal.

- No hay mucho para hacer, estoy embarazada, lo dijo el test, el estudio y el médico, y en los tres rogué que fuera solo un error.

- Pablo va a estar feliz más allá de lo que haya dicho, yo sé que sí. ¿Qué te molesta?

- Debería de haber sido distinto Casilda, después de todo lo que pasó en mi primer embarazo, después de todo lo que vivimos, todo esto debería de ser distinto, tendría que estar feliz, con él, no debería estar pensando la manera de decírselo, no tendría que tener tanto miedo... con Pablo nunca nada es fácil.

Casilda solo me sonríe, ella siempre parece entender todo mejor que yo, espera, espera porque sabe que no es todo, hay más, siempre hay mucho más. Siento que yo tampoco hice nada más fácil y tengo miedo, un miedo ilógico que reaparece junto a un dolor viejo y que ya creía superado; y Pablo debería de estar acompañándome en esto, él puede entender como me siento, pero no está, porque nos empeñamos en complicar todo siempre.

- Lo siento, es que las cosas no han estado bien entre nosotros, y sé que es mi culpa, porque las cosas me superan y no sé cómo manejarlas.

- Paula confía en mí, sabes que más allá de todo, siempre estoy para ti, además desde este momento voy a dedicarme a cuidar a mi sobrino y no voy a permitir ningún problema que lo altere, aunque sea su propio padre, y lo golpeo si tengo que hacerlo.