De vuelta a Moreno

188 10 8
                                    

Marzo - 2012

Me sirvo un poco de vino blanco en la copa, ha sido una larga noche, a esta altura del tour, con tanto que hacer, con tan poco tiempo para descansar lo único que quiero es comer algo y descansar, y aunque nunca bebo cuando estoy trabajando tomar una copa ahora me ayudará a relajarme y dormir. A mí alrededor el equipo está terminando de comer; todos necesitábamos unos minutos para encontrar la calma luego del concierto que acabamos de vivir. Barcelona. Si. Lo confirmo luego de pensarlo unos segundos. Y marzo... siento que el tiempo es tan subjetivo ahora, todo pasa demasiado rápido o demasiado lento. Desde el año pasado que apenas tengo tiempo para nada más que trabajar. Conciertos. Firmas. Programas. Conciertos. Firmas. Programas. Y cuando parece que voy a volver a casa, todo simplemente vuelve a empezar. A veces espero los minutos para llegar al hotel y poder llamar a mamá pero cuando lo hago solo me quedo dormido vestido sobre la cama... todo ha sido demasiado para mi cuerpo, para mis emociones, todo ha sido demasiado rápido, y lento... porque nunca acabo con todo, nunca llega el descanso, porque se pospone, cuando finalmente la fecha se acerca nuevos compromisos aparecen. Cuando estoy decayendo, cuando siento que ya no tengo fuerzas, pienso en mis sueños, en el equipo, en mi familia que confía en mi... escucho a Ana insistir con la suerte que he tenido y todas las oportunidades que no puedo desperdiciar. Entonces solo respiro profundo y empiezo de nuevo. ¿La banda? Son un oasis, cuando siento que todo se me viene encima ellos son como un chute de energía, ellos conocen todo esto mejor que yo y están acostumbrados, y yo finjo que puedo con todo para que no sientan que soy solo otro niño consentido.

Suspiro, miro a mi alrededor, hay varias personas en el lugar pero aun así parece tranquilo, el único que encontramos abierto cerca del hotel, algunos me miran, algunos me sonríen, no tengo muy en claro si me reconocen, si solo miran porque si, o es mi constante estado de alerta que me hace ver cosas donde no las hay; alerta... así vivo hace un año, porque han aparecido fans en los lugares más insólitos, porque me han pedido fotos en medio de comidas, en entradas al hotel, cuando tuve la milagrosa suerte de poder salir a comer con mis hermanos... siempre hay alguien que me reconoce, entonces ahora lo evito, si estoy en Málaga me quedo en casa y si no estoy, vivo pendiente de todo a mi alrededor; jamás pensé en todo esto, jamás lo imaginé, idiota de mi creer que todo solo tenía que ver con la música, hay mucho más que no había tenido en cuenta, mucho más para lo que no estaba preparado, sin embargo lo acepto, es el precio que tengo que pagar por esta felicidad que se instaló en mi desde que esta locura comenzó; tomo la copa de vino para llevarla a mi boca y Ana a mi lado me detiene. ¿Qué pasa ahora? La miro con curiosidad quitarme el vaso y ponerlo cerca de ella.

- Nada de alcohol Pablo, te pueden ver.

- Ana...

- Ya lo hablamos. Tu imagen.

- Lo sé. Tengo que cuidar mi imagen. Tengo que seguir siendo perfecto. Que ridículo porque no fui modelo para no preocuparme en mi imagen. Pero lo entiendo, nadie comprara cds si de pronto se dan cuenta que soy humano... que tragedia ver a Pablo Alboran tomando alcohol.

- ¿Vamos a empezar de nuevo?

- No Ana... pero ya es demasiado tarde, es mejor que vuelva al hotel.

María solo sonríe y se pone de pie junto conmigo haciendo que Ana vuelva a su asiento. Ella me conoce, ella sabe que no soporto a nadie en este momento, que cambió mi humor, que sin importar el tiempo que pase aún no me acostumbro a la manera en la que todo esto tomó su rumbo. Al final el se tú mismo no estaba ni cerca de ser real, ser yo mismo no siempre funciona... intento mantenerme tal cual, intento sobre todo cuando estoy con los fans conservar la espontaneidad. ¿Qué sentido tendría ser constantemente un robot programado?... pero aunque busco mostrarme como soy, tengo límites, ser humano no parece ser una buena opción nunca, así que cualquier decisión, cualquier gusto o cualquier actitud que me haga más persona está literalmente prohibida; y es agotador... a pesar de que en general me hace bien estar con las fans, nunca saber hasta dónde puedo ser yo mismo es agotador... y hay días, hay momentos como el de ahora, tan simple, tan sinsentido, solo una copa de vino prohibida me dan ganas de huir, perderme del mundo, volver a mi casa, a los bares, a tomar unas cervezas en la playa con amigos... parece tan improbable que eso vuelva a ser una constante en mi vida.

Ciudadano del aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora