Mi mejor amiga

349 21 16
                                    

Septiembre - 2014

Llevo corriendo demasiado tiempo y el cuerpo lo está sintiendo, el aire está un poco fresco, por la hora no hay demasiada gente en la calle y puedo estar tranquilo. Aunque en realidad con los meses que llevo sin actividad quizás poca gente está pendiente de mí ya, y eso me genera mucha más ansiedad. En dos meses sale Terral. En dos meses se pone en juego mi futuro de nuevo. Y ahora mucho más que antes. Porque este trabajo tiene tanto de mí que me hace sentir expuesto. ¿Y si no lo aceptan? ¿Y si no tiene la misma llegada? Terral es lo más real que he hecho hasta el momento y la idea de que no sea bien recibido solo me pone mucho más nervioso. Las cosquillas en el estómago aparecen cuando lo recuerdo. Todo empieza de nuevo. Mi vida está volviendo. El trabajo me mantendrá ocupado. Estoy bien, claro que estoy bien, ha pasado demasiado tiempo. Mucho tiempo y ahora empecé a disfrutar de nuevo las sensaciones de la vida, estoy viviendo aunque recordarla aún me cause una tristeza profunda. Estoy viviendo y estoy aprendiendo que esa sensación en mi interior será constante para toda mi vida y aun así tengo que seguir. Me tiro cansado en un banco y miro el mar frente a mí en el paseo marítimo. Respiro profundamente. Mañana volveré a Madrid. La semana entrante saldrá a la luz Por fin, mi alma, el amor, el pasado y el dolor en una canción, y aunque nadie lo sabrá, un poco de mi quedará ahí cada vez que la cante. ¿Paula escuchará la canción en Argentina? ¿Paula sabrá escuchándola que aún pienso en ella? ¿Entenderá que su rostro se dibujará en mi mente y en mi corazón cada vez que tenga que cantarla? Suspiro profundamente y sonrío recordando aquella primera vez que la canté para ella, sus mejillas rojas y cubiertas de lágrimas, el calor de su cuerpo a mi lado, sus labios hinchados de tantos besos compartidos en aquella primera vez... y tantas primeras veces que ya no viviremos juntos. Mi Paula siempre tan profundo en mi a pesar del tiempo.

¡Pablo! ¡Pablo!

La voz me sobresalta. De manera instintiva acomodo mi gorra y levanto el cuello de la chaqueta. ¿Quién puede reconocerme a esta hora, en la poca luz y justo ahora? Pronto su imagen se aclara y la veo correr hacia mí con su cabello recogido y ropa deportiva, solíamos correr juntos en el paseo marítimo cuando apenas éramos unos chiquillos. Ha pasado tanto tiempo que parece una vida. Me besa en ambas mejillas sin darme tiempo a reaccionar y se sienta a mi lado.

- ¿Cómo estás Pablete?

- Bien Carla y tú... hace demasiado tiempo que no te veía.

Demasiado tiempo. Hablamos por última vez aquel día que me recriminó mi relación con Paula. Recuerdo sus palabras cargadas ahora de tanta verdad. No había manera de que dure y yo era el único que no fui capaz de verlo.

- Si, porque me dejaste por otra. ¿recuerdas? Te cansaste de las rubias.

- Carla...

- Ay Dios Pablo, es broma. Me enteré que estás soltero de nuevo. Yo también, estuve en una relación unos meses, pero ya ves que los compromisos a largo plazo no son lo nuestro. Vamos y volvemos en lo mismo, hasta que nos terminemos de dar cuenta.

Habla. Como siempre habla sin detenerse siquiera a esperar una respuesta. Sonrío, porque eso es algo que no ha cambiado en ella; tan diferente a Paula, a ella le costaba tanto hablar, me escuchaba, siempre me escuchaba y en algunos momentos, me decía todo, algunos momentos donde mis brazos le daban la seguridad para hacerlo, cuando nuestros corazones latían juntos abrazados. ¿Será verdad? Será que no sirvo para los compromisos, será que esa parte de mí no ha cambiado, una angustia se enciende en mi interior, porque si es así, mi vejez solo es casi un hecho.

- De hecho no fui yo. Ella me dejó.

- Ups como yo la primera vez. Duro Pablete.

Río porque de verdad no lo había pensado así, y ella lo dice como si no pensara en el daño que pueden hacerme sus palabras. No lo hacen, no siento que sea algo permanente en mi vida. La realidad es que mi relación con Carla había muerto mucho antes de que ella la terminara... y Paula... Paula me dejó amándome, me dejó cuando nuestra relación estaba más que bien... y eso es todavía más ilógico.

Ciudadano del aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora