Quimeras

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Quimeras fue un cambio en muchas cosas. Quimeras es lo que volví a escribir después de algunos años negándome a volver a hacerlo. 

Ni siquiera sabía que wattpad existía, pero por casualidad o destino encontré una historia que llamó mi atención porque tenía a Pablo como protagonista. La leí, pero ahora no me acuerdo muy bien en que consistía, algo de una fan y su ídolo. Pronto me dí cuenta que en algo así podía unir mis dos pasiones, la música y mi necesidad de escribir. 

La música de Pablo Alborán, era, en ese momento de mi vida, como un salvavidas personal, mi momento de paz, la calma; su voz y su talento se habían convertido en eterna compañía de soledades interminables, la luz, por muy exagerado que suene hasta para mi ahora. Y descubrí en ese momento que también podía ser mi compañero para volver a escribir; el camino recién comenzaba.

¿Porqué Quimeras? En principio para mi Terral, es el mejor trabajo de Pablo, pero es gusto personal, y de todas las letras de las canciones me atrajo la historia ambigua en Quimera.
Para la mitología griega, quimera es un monstruo imposible de derrotar, en literatura, representa lo imposible, lo utópico, lo que queremos y no podemos conseguir; junto con esa concepción, la letra de la canción se volvió la base de la historia.  Ambos personajes cargaban sus pasados, sus decisiones marcando el camino de sus vidas que en ocasiones los asfixiaban, ambos tenían sueños, ambos querían algo de la vida y no encontraban el camino para lograrlo; los dos personajes completamente diferentes se unirían por sus soledades, por sus sueños y por los monstruos obstruyendo sus propios caminos. Los dos verían en el otro la calma en la tormenta, la compañía en la soledad, la esperanza. 

Paula iba a encontrar en él todo lo que sentía que la vida le había negado, el pasado cobraría otro sentido, y su camino con todas sus caídas se convertiría en lo que necesitaba para llegar a él, para conseguirlo todo; por fin podría ver el futuro con mas esperanza que fatalidad.

Te pasaron tantas cosas
antes de querer parar, parar, parar.
Te perdiste en otras vidas y al final
le encontraste sin buscar, todo por casualidad.
Hoy aceptas tu pasado
porque él te enseñó a amar, amar, amar.
Tu mejor futuro de su mano va,
él te escucha sin juzgar,
hay mil historias que vivir y contar.  

Pablo que parecía tenerlo todo mostraría de a poco todo lo que faltaba, la ilusión de una vida que parecía perfecta pero que se estaba llevando una  parte de él; el triunfo parecía todo pero la esencia estaba siendo consumida. La soledad, un hecho en su vida y ella reconocería en él sus propias oscuridades para ayudarlo a volver a la luz, lo ayudaría a superar sus monstruos, a reencontrarse con sus sueños, a ser él mismo otra vez.

Tú, que sabías que lo que era
vivir entre las tinieblas,
pudiste ver a tiempo
el humo que daba la hoguera.
Tú entendías su quimera,
y él intentaba ser el hombre
que todo el mundo quisiera.   

La canción contenía lo que yo necesitaba contar. La historia se escribió en mi cabeza en poco tiempo, enseguida supe qué quería escribir y qué no. No quería una historia repetida de una fan y su idolo, no quería caer en lo común del hombre perfecto y la chica enamorada; quería algo distinto y aunque no sé si lo conseguí, si estoy segura de haber conseguido muchas cosas, entre ellas, reconciliarme conmigo misma, con mis pasiones, con lo que era en el fondo y nunca había sacado a la  luz.

AL principio, la relación entre los protagonistas estaba clara en mi cabeza, como se darían las cosas entre ellos, de hecho antes de empezar a escribirla ya estaba claro que Pablo y Paula no terminarían juntos. Eso era un hecho. Las situaciones llevarían claramente a un final que no tendría vuelta, para los dos la relación tenía que ser solo un oasis en una situación complicada. El final estaba escrito antes de la historia en si misma. 

Él es tanto para ti,
que de ilusión ya no puedes vivir
si ahora tienes que huir otra vez,
y por el mismo camino de ayer.  

Además la historia tenía que mostrar una situación diferente de Pablo, tenía que centrarse en un aspecto de él más alejado de los escenarios y de todo lo que conocíamos de él, quería desmitificar la idea de la perfección de la vida del artista y ahondar más en sus soledades, pero voy a contar de Pablo como personaje más adelante; lo principal era además terminarla con el menor esfuerzo, enfocarme más en la escritura que en la investigación; y para eso era útil usar las vacaciones de Pablo, el tiempo lejos, el tiempo no tan presente en el medio, y ese fue el principal escenario de la historia; fue fácil para mi sobre todo, para enfocarme en reencontrarme con la escritura.

Conseguí desenterrar la pasión en mi interior, conseguí escribir, bien o mal, pero escribir, conseguí terminar una historia y aunque siempre veo miles de errores, conseguí leerla sin desear borrarla enseguida. Fue todo aprendizaje, capítulos cortos y muchas cosas que mejorar, aún así, cuando ahora la veo, veo un gran paso para mi y el comienzo de un camino que me regalaría grandes momentos y hermosas personas. 

Gracias a todos los que comenzaron leyendo Quimeras, los que me apoyaron desde ese momento, con esa gran locura, entre ellas Mafer Alboranista que recuerdo presente casi desde el principio.

Gracias eternas a todos por la confianza.

Quimeras fue un antes y después para muchas cosas y situaciones en mi vida. Y ciudadano del aire es  el cierre de una etapa hermosa, cargada de anécdotas, risas, lagrimas y aprendizajes. Hoy soy otra, he cambiado tantas cosas que a veces me cuesta reconocerlas, y estoy cerrando el ciclo. Las letras y las música seguirán en mi vida de una u otra manera y es gracias a Pablo y a cada uno de los que le leyeron esta historia.

Ciudadano del aireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora