Ciudadano del aire

El futuro

- Estás loco Pablo, completamente loco. ¿En que estabas pensando?

La veo caminar de un lado a otro en el estudio de mi padre donde decidí que podía proteger a mi familia de su enojo. Intento mantener la calma porque sé que esto no va a ser fácil y en todo tendrá razón, porque debí haber hablado con ella, debí analizar cada paso con ella, porque, aunque me lo niegue, hace años que cada aspecto de mi vida pasa por sus manos. Pero esto es algo entre Paula y yo, tenía que ser algo solo entre Paula y yo, tenía que mantener normal una parte de mi vida por lo menos, quiero ser libre para decidir cuándo y con quien casarme. ¡Joder! Ni siquiera estoy trabajando. ¿Por qué no puede simplemente dejarme vivir?

- Las cosas no se hacen así, teníamos que hablarlo, decidir cómo manejarlo, hablar con Analía y el equipo... Pablo... vas a matarme.

- No tengo que consultar con la discográfica cuando casarme María, no es un disco, es mi vida.

- Pablo, llevas el suficiente tiempo en esto como para entender cómo se maneja. Esto va a traer problemas con el contrato y lo sabes.

Suspira profundamente y se sienta del otro lado de la mesa, juego con un lápiz entre mis manos esquivando su mirada, porque lo sé, sé que tiene razón, sé que hay muchas cosas que no pensé, mucha gente que se tomará mal esto. Pero es lo que quiero hacer con mi vida, voy a casarme y voy a ser padre sin importar que el mundo se caiga allá afuera. ¡Padre! Recién ayer me enteré y aún no puedo asimilarlo por completo. ¡Joder! ¡Voy a ser padre! Y eso me da aún más fuerzas para seguir con esto, para no tener miedo. Quiero vivir, quiero poder hacer mi camino sin pensar en cómo se lo tomen personas que parecen tener lo mejor de mí y para quienes nunca nada es suficiente.

- No voy a cantar ni mejor ni peor por casarme María, tienen que entenderlo, si quieren anular el contrato que lo hagan, no voy a morir por eso. Solo lo lamento por todo el equipo.

- Tenemos que buscar la forma de manejarlo porque evidentemente no vas a cambiar de opinión.

- No voy a cambiar de opinión, esto es lo que quiero hacer.

- Solo déjame pensar.

La observo unos segundos y sonrío, está enojada y lo estará siempre, sin importar cuanto tiempo pase, es un hecho, no hago las cosas fáciles para ella. Pero ella es mi familia también, tiene que entenderlo, soy feliz, completamente feliz, por primera vez en mucho tiempo, la calma se está haciendo presente, cada aspecto de mi vida en equilibrio, y aunque mi trabajo es importante, no voy a detener mi vida, no voy a sacrificar lo que me da la estabilidad para no colapsar.

- Voy a volver a Madrid después de ver todos los preparativos y hablaré con Ana, seguramente tendremos una reunión y vas a tener que estar presente.

Ver los preparativos, casi puedo escuchar el enojo de las mujeres de mi familia ante semejante intromisión, los planes para la boda es algo en lo que ni siquiera yo estoy autorizado a inmiscuirme. Pero no puedo discutirle ahora, no después de haberle causado el peor dolor de cabeza de su vida.

- Tenemos que ver cómo manejarlo con la prensa y las redes, va a ser una bomba y quizás tengas que hacer un comunicado, o podemos hablar en algún programa en televisión... si... eso será lo mejor. Tendré que hablar con María Teresa, ahí anunciaste oficialmente tu descanso, además que ella lo hará más fácil y no hará un circo con esto... aunque será un circo, eso no podré evitarlo.

Parece que habla más para ella misma que para mí, tiene su Tablet en la mano, y anota muchas cosas demasiado rápido. Suspiro profundamente consciente de que nada en esta conversación será fácil porque todavía no sabe ni la mitad de las cosas.