Frank corría por la calzada con la intensión de llegar a tiempo a la cafetería, estacionar había sido un lío total por el número de vehículos en las calles a esa hora de la mañana. Un hombre gordo ataviado con un traje rojo y una falsa barba blanca chocó contra él y notó —por primera vez en semanas quizá— que estaban en vísperas de navidad. Frunció el ceño algo contrariado al detenerse a pensar en este hecho, su cabeza estaba tan ocupada últimamente que no había notado en que mes estaba siquiera y a decir verdad, tampoco se había visto con su amigo desde hace unos días.
Los culpables de eso eran dos: El trabajo y Gerard Way.
— Llegas tarde —fue lo primero que escuchó al pararse junto a la mesita que siempre usaban para desayunar.
—Hay un tráfico enorme ¿Habías notado que pronto llegará Navidad? —comentó excusándose.
Gerard solo sonrío y se puso de pie, una de sus manos acarició levemente su mejilla, haciéndolo estremecer aún más cuando sus labios fueron rozados con los contrarios. Las mejillas de Frank se sonrojaron levemente, la sonrisa de Gerard seguía calcada en sus labios.
— La verdad no me interesa, soy judío —dijo el mayor tomando asiento nuevamente.
— ¿En serio? Lo siento —Frank se mordió el labio inferior mientras hacía lo mismo.
Intentaba con todas sus fuerzas no darle mayor importancia a ese beso. Aunque esto era un ‘Sí’ enorme a todas sus interrogantes acerca del beso en su auto la última noche.
— Bromeaba ¿No sabes identificar una broma? —río Gerard recibiendo su café, la mesera se volteó hacia Frank y este ordenó lo mismo que Gerard. Un café negro y un cup cake de chocolate— Y con respecto a la navidad, yo ya tengo tu regalo.
Frank sonrío ampliamente ante esto pero luego le invadió la culpa, Gerard ya había pensado en su regalo para navidad y él ni siquiera sabía que día estaba viviendo. Definitivamente tendría que ordenar tanto su agenda como su cabeza e ir a comprar algo para él a un centro comercial.
Luego de unos minutos charlando sonó el teléfono celular de Gerard, con una mueca de molestia asintió con la cabeza y luego, poniéndose de pie le comentó que tenía que irse. Frank le ofreció llevarlo en su auto pero éste se negó, y dándole un último beso fugaz sobre los labios, se marchó por la atestada calle. Dejando a Frank con sus dedos sobre los labios, aun disfrutando el sabor y el tacto de los labios contrarios.
— ¿Qué era ese algo tan urgente Matt? —bufó sentándose frente al escritorio de su socio/jefe.
Luego de abandonar corriendo la cafetería se dirigió de inmediato a la firma, estaba a tan solo unas cuadras pero aun así su cuerpo no acondicionado físicamente le cobró factura al momento de llegar. Luego de pasar al baño a acomodarse el traje y luego a la máquina de café, fue por fin a la oficina de Pelissier.
— Nuevos casos, Gee —sonrío dejando caer un par de carpetas frente a sus ojos— Disculpa por llamarte ahora ¿Estabas ocupado?
Gerard comenzó a debatirse internamente acerca de contarle o no su estrecha relación con el estudiante en práctica, si bien para él estaba bien, más que bien a decir verdad, no sabía cómo podían tomar eso en la oficina. Después de todo había que mantener una relación Empleado/Empleador, algo cordial y un trato amable dentro del trabajo, luego de eso cada uno a su casa, no citas a restaurantes caros, desayunos diarios en una cafetería y besos.
Los besos eran la mejor y peor parte. Se sentía increíble besar a ese chico, pero al mismo tiempo estaba mal, porque era un chico. Alguien mucho menor y lo más importante, de su mismo sexo.
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deathless desire ・ frerard
FanfictionHace 400 años Thomas Frost fue invitado a una fiesta para celebrar su compromiso a la mansión de Arthur Woods, su amigo y amante. Pero a causa de su prometida terminan metidos en un enorme lío que los llevará directo a la hoguera. En el 2012, Fran...