Capítulo 28

429 42 7
                                    

El profesor Leo se retiró del lugar y todo se tornó silencioso. Mi corazón comenzó a latir  desenfrenado.  Aparté los apuntes de la mesa y comencé a sacar mi cuaderno, vi de reojo como  el nerd también abría algunos libros. 

–Sasha, ¿puedes mirarme?–su voz sonó seria. 

Alcé la mirada y lo miré fijamente. –¿sucede algo?

–entiendo que no te guste  estar  aquí, pero...

–¿podemos comenzar? tengo cosas que hacer luego–lo interrumpí.  

–esta bien, haré que esto termine rápido. 

–perfecto. –estuvimos un rato en silencio, mientras él seleccionaba algunos temas, no pude evitar mirarlo. Cada parte de su rostro me gustaba, desde sus ojos inservibles, hasta sus labios carnosos. 

Todo era perfecto.
Pero no era mío.

–bien, comencemos entonces. Lamento la demora, pero antes de venir, no tuve tiempo para separar los temas del día. –dijo de repente muy sonriente, no pude evitar sonrojarme. 

Mierda. 

–Sasha, ¿estas bien?

–no me he sentido bien esta mañana, solo es eso. 

–si quieres voy a la enfermería por algo

–bueno fuera que haya algo para lo que tengo, en fin, ni te molestes. Solo iniciemos de una vez. 

–esta bien.

Se fue al pizarron y comenzó a escribir.  Lo seguí con la mirada y aunque una parte de mi se negaba, no pude quitarle los ojos de encima. Por un corto tiempo en mi interior se produjo una batalla.  yo solo sabía que lo miraba hipnotizada. 

No podía seguir negándolo, aún me gustaba y más de lo que podía controlar.

–¿cual de estas alternativas sería tu respuesta?–se quedó quieto y no supe porque, al menos hasta que caí en cuenta de la realidad.  

–¿perdon, no entendí?–me acomodé nerviosa en mi asiento. 

–¿que parte no entendiste?

Me puse nerviosa, porque ni siquiera sabía de lo que estaba hablando. No entiendo como el maestro Leo pensó que aprendería mas con él.  Lo único que provoca es alborotarme  el corazón y las hormonas.  Necesitaba decir algo, o quedaría en ridículo. 

–que mierda es esto, eres pésimo enseñando. –dije molesta. 

–¿perdón? –dijo confundido  y muy incomodo. 

–puedes ahora si, comenzar a enseñarme como se debe. –dije fastidiada. 

–dime  en que parte no fui claro.–mencionó serio. 

–en todo, pareciera que estas solo en este lugar.  Eres un pésimo intento de maestro. –de pronto se acerca a mi. 

–¿enserio crees que soy pésimo? o solo lo dices para molestarme.  No entiendo porque eres así.  Eres difícil de descifrar, Sasha.  ¡Dios! eres tan cambiante. –dijo irritado. 

–deja de quejarte y aprende a recibir críticas. –lo miré desafiante. 

–a eso le llamas crítica.  Ni siquiera tienes buenos argumentos. ¿Sabes al menos que tema te estoy tratando de enseñar?

–no quiero seguir perdiendo el tiempo, solo modifica tu forma de enseñar y ya. Dios, ni que fuera tan difícil. –rodee los ojos.

Soltó un pesado suspiro–realmente había olvidado como era tratar contigo.  Extrañé eso. –dijo de repente y mi corazón se descontrolo por completo. –comenzaré de nuevo entonces, pero te haré varias preguntas, asi que presta mucha atención. –se acomodó los lentes y sonrió. 

 Estúpido Nerd, estúpido encanto de hombre 

Esta vez si pude prestar atención, bueno me sentí obligada, ante la amenaza que me hizo.  Luego de un buen rato, yo me encontraba resolviendo algunas preguntas de un libro, mientras el nerd caminaba  por toda el aula.  No se en que momento comencé a sentirme mal, pero sentía todo mi cuerpo caliente y débil.  ¡Dios! porque me tiene que pasar esto ahora.

–Sasha, ¿como vas?

–ya casi termino. Me puedes dar un poco de agua, por favor. 

–si... –abrió una de las botellas que trajo y me lo dio. –Sasha, ¿te sientes bien?

–¿falta mucho para terminar?

–solo terminas de resolver lo que te deje y podrás irte. –sorpresivamente me toco la frente. –estas con fiebre. 

–no lo estoy, yo solo quiero irme a casa. –dije molesta, quitando su mano de mi frente. 

–deja de portate así, solo trato de ayudarte.

–si realmente quisieras ayudarme no estarías haciendo esto. –dije molesta. –sabes que, ya terminé.

–te acompañaré. –dijo guardando sus cosas. –estas enferma y no quiero sentirme culpable si algo te pasa.

–no pedí tu lástima.  Solo déjame en paz. Tengo un poco de fiebre, ni que me fuera a morir.

–ya dije.

Por más que traté de que no me siguiera, lo hizo. Al pasar varios pasillos ya ni batalle con él, no tenía las fuerzas, realmente estaba empeorando.

–deberías ir a la enfermería.

–si vas a seguirme mantén la boca cerrada. De todos modos la enfermería ya cerró –cuando llegué a la puerta principal, me dí con la sorpresa de que llovía.

–esto no es bueno, no traje paraguas.

–ni yo. –contesté.–Sería buena idea llamar un taxi, pero mi cel se a  quedado sin batería hace rato.

–mi cel igual, olvidé esta mañana el cargador portátil.

–estamos jodidos–me resigne a decir.

–un poco de lluvia no hace daño. Quedate aquí que iré por un taxi.

–pero que... ¡Hey! 

Verlo comportarse de esa manera, simplemente hacia que me doliera el corazón.

No seas amable conmigo, por favor.

Que mi corazón malentiende todo lo que haces.

Queriendo ser NERDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora