Capítulo 18/parte 1

358 34 4
                                    


<<Amor...abre la puerta, ya se hace tarde>>

¿Qué hacía él aquí?


Qué hago, qué hago, qué hago...— balbuceaba mientras daba vueltas por la sala.  Corrí a mi cuarto pero la puerta estaba cerrada. Eso significaría que sungyeol ya se estaba bañando. Regresé a la sala alterada y muy preocupada, aún sin saber que hacer, la insistencia de woohyun me comenzó  asustar mas, los golpes de la puerta ya no eran para nada suaves.

<<sé que estas ahí, abre la maldita puerta. De lo contrario entraré a mi manera>>

Dios mío había olvidado que woohyun sabía dónde guardaba la llave de emergencia de mi casa. Así que me calme como pude y abrí la puerta antes de que él lo hiciera.

— amor, estaba apuntó de entrar–dijo mostrándome las llaves y fingiendo tranquilidad, pude darme cuenta de cómo con la mirada intentaba ver el interior -que bueno que no hayas cambiado aun el lugar donde las escondes, ¿Qué sucede contigo? ¿Por qué no te has cambiado aun?

—¿Qué haces acá?—dije tajante fingiendo molestia, cuando en realidad  estaba nerviosa. —creo que fui muy clara contigo. ¿Acaso debo escribírtelo en la cara que ya no me gustas? Además no estoy para aguantarte así que vete.

— preciosa, solo es cuestión de tiempo para que me vuelvas amar. No me rendiré tan fácil contigo...  — dijo mientras intentaba entrar.

—¿Qué haces?  —dije molesta e impidiendo que pase.

— ¿Qué no es obvio? Quiero entrar, aquí afuera está haciendo frío.

—por mi muérete de frio. Así que vete.   — Dije intentando cerrar la puerta pero  puso su pie.

— quieras o no, de algún modo entraré a tu casa. Así que será mejor que me dejes pasar e inmediatamente subas y te cambies. ¿O acaso quieres que te ayude? Porque para mí no hay ningún problema. Y lo sabes muy buen, preciosa.  — esta última parte lo dijo sonriente.  — o me haces entrar a las buenas o yo veré la forma de entrar a las malas.   —Dijo serio.  — y para que decidas mejor, no pienso irme de aquí si no es contigo. Dicho esto ¿me dejas entrar?

MIERDA... si me niego a que entre, seguramente intentará entrar por las ventanas y peor aún, podría subir por la de mi cuarto y encontrarse con sungyeol, así que resignada lo hice pasar. —maldita sea no puedo creer que siempre se salga con la suya—bufé.

—por cierto. ¿En que momento te fuiste ayer de la fiesta? —dijo mientras se sentaba en el mueble de la sala—estuve buscándote un buen rato.

—solo quédate callado...okey. Ahora estoy muy molesta, así que espera ahí sentado mientras subo a cambiarme. Pero que idiota te has vuelto e insoportable—le grité— creo que la bebida que te eché en la cara no fue suficiente debí hacerte algo peor.

—  Si sigues reusándote a volver conmigo esto se volverá peor. Así que sube a cambiarte y hazlo rápido antes de que yo suba, y esta vez te juro que no te fras escapatoria. —Esto último lo dijo acompañado de una ligera mordida de labios.

Subí a mi recamara, pero aun la puerta seguía cerrada, me acerque un poco a la puerta para escuchar y aún Sungyeol seguía duchándose, así que fui al cuarto de mis padres a sacar las llaves. Entré muy despacio, luego corrí a mi ropero para sacar alguna ropa. Cuando encontré la prenda adecuada decidí escribir una nota antes de irme.


Lamento irme de esta manera pero tuve una emergencia

No pude prepararte nada así que si gustas puedes comer algo antes de irte. Mis padres no están así que no hay problema. Tú solo come algo... okey!

Psdta: no te preocupes.


Estaba pegando la nota a las afueras de la puerta del baño, cuando de la nada Sungyeol abre la puerta. Mis ojos se abren  por la impresión, ya que solo traía la toalla cubriendo sus caderas. Trague saliva. ¡Mierda! Debí pegar la nota en la puerta del cuarto, lo único que hice fue pegarlo en su frente para luego jalar mi mochila y salir corriendo. Me cambié demasiado rápido en el cuarto de mis padres y bajé casi corriendo para sacar a woohyun de aquí antes de que a Sungyeol se le ocurra bajar.

—¡hey!¿no piensas peinarte? ¿Maquillarte?

—lo haré  en el auto ya estamos tarde. —dije jalándolo.

Cuando al fin pude sacarlo de la casa respiré algo aliviada. Estaba por subir a su auto cuando  me detiene y me hace mirarlo. Sentí como poco a poco me apegaba a su auto, y con sus manos apoyadas en el auto me hizo sentir acorralada.

—aún no he recibido mi beso de buenos días.

—¿qué? Estás loco.... —dije tratando de empujarlo—No me hagas enojar así que quítate.

— si te beso, me darás una cachetada ¿cierto?

—por supuesto, y será uno muy fuerte —dije molesta.

—de acuerdo, al menos valdrá la pena—dijo mientras sujetaba mis manos. Impidiéndome así que lo alejara –sentí sus labios moverse sobre los míos, así que lo mordí, pero lo mordí por cólera

—Que traviesa...— dijo alejándose. Pude ver su labio inferior sangrar pero no le importó y simplemente limpió su labio con su lengua. cuando soltó mis manos estaba por tirarle una cachetada, pero  me detuvo en el acto.

—Ahora no preciosa...—dicho eso, abrió la puerta del auto y me sentó a la fuerza. De inmediato él subió por la otra puerta. Miré desde el carro con dirección a la ventana de mi cuarto, pero no vi a nadie. Espero que Sungyeol no haya visto nada.

Todo el camino estuve con el ceño fruncido... este idiota me las pagara.

Ahora si me las pagará.

Cuando apenas llegamos a la universidad, bajé de inmediato del auto. Estaba demasiado molesta como para hacerle caso. A pesar de que me estaba llamando entré a mi aula, ignorando lo por cometo, y para mi suerte el maestro nuevo entro detrás de mí y cerró la puerta. Impidiendo así, que woohyun se saliera con la suya.

En toda la clase estuve distraída ¿Por qué? Bueno, después de que me calme. Mi mente recordaba aquel momento cuando Sungyeol salió del baño. ¡Por dios! Es que lucía tan sexy, su cabello despeinado, su abdomen firme y ligeramente marcado, sus ojos mirándome fijamente... ¡dios! Y sus labios, hermosos y carnosos. Recordé también el momento cuando me abrazo. Aunque no haya sido un abrazo consiente ¿de igual modo vale no? Me pregunto si será sonámbulo, pero... << Dios mío me abrazo >>—dije emocionada, tanto fue mi emoción que en vez de pensarlo, lo dije en voz alta, haciendo que todos voltearan a mirarme y peor aún, que el maestro se acercara enojado.

— al parecer alguien no está prestando atención a mi clase. Pues bien, señorita, ya que a usted le divierte interrumpirme cuando leo, ahora usted se parará ahí adelante y leerá la página 45 de su libro hasta la 80. Mientras tanto yo me sentaré aquí y observare.

—¡QUE! 

—no acepto quejas así que  apúrese, no le estoy pidiendo que haga algo difícil ¿Acaso no sabe leer?—Dijo haciendo que todos comenzarán a reírse.

—claro que sé leer —dije irritada, sin duda odio a este profesor.

Queriendo ser NERDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora