Infierno

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Estrella...

-¿Puedo hablar contigo?-preguntó Diego inmediatamente al verme entrar.

Era extraño ver a Diego a esas horas rondando por la casa. ¿Sería posible que la estuviera esperando?

-Claro.-colocó las llaves en el tablero.

-¿Qué sucede contigo?-exigió con voz queda.

-¿Qué sucede conmigo?-repitió, no entendía el motivo de su pregunta.

-¿Qué sucede? ¿Te estoy preguntando a ti, Estrella?-repite en tono molesto.

-¿Estás hablando en códigos?-le contesta. Esperaba que no fuera una más de sus bromas.

-No estoy hablando en códigos. ¿Quiero saber por qué le mientes a la señora Marina?

-¿De qué mentiras hablas?-todavía no le entendía.

-Te vi entrando al bar.-la acusó.

Ella perdió todo color en su cara.-¿Cómo lo sabes?¿Me estás siguiendo?-le reprochó.

-No te sigo Estrella pero por pura casualidad pasaba cuando entrabas en él.

-No le digas a Marina por favor. Yo hablaré con ella.-sus nervios se alteraron.

-Ten cuidado con el dueño. Es un hombre peligroso, le apodan el halcón.

¿César peligroso? No lo creía.

-César no es peligroso y hasta ahora se ha mostrado respetuoso.-se defendió.

-!Claro! Te está tomando el pelo para que tú caigas.

-Diego, yo sé qué últimamente estamos distanciados y no quiero que discutamos ni que te alejes pero por favor no te metas.

-Yo tampoco me quiero alejar, además la señora Marina me pidió que cuidara de ti y no lo he olvidado.

-Voy hablar con Marina y le contaré todo pero dame tiempo, por favor.

Diego no parecía muy convencido.-Estaré pendiente de ti y de ése tipo. Lo he visto en la universidad y no le voy a permitir que te haga daño.

-Te aseguro que no me hará daño pero por favor mantén el secreto hasta que encuentre la forma de decirle a mamá.

Diego la atravesó con la mirada.-Ten cuidado Estrella. Eres demasiado inocente.

Últimamente todo el mundo le repetía que era demasiado inocente.

Sergio....

¿Dónde estaba? Para éstas horas debía estar en la universidad. No la había visto por los pasillos.

-Buen día guapo.-saludó Verónica.

Lo que le faltaba.-Hola Verónica.-saludó de vuelta.

-Hoy empezamos a trabajar en equipo.

-¿Ah sí?

-¿Recuerdas la falla que hubo en el sistema? Creo que tú la debes recordar bien púes fuisteis quién la arregló.

Se quedó pensativo.

-Tenemos que investigar quién fue o quienes fueron los causantes de ésta falla. Tengo entendido que se perdió información y mucho dinero. Probablemente fue un Hacker, uno de nuestros mismos estudiantes y tenemos que agarrarlo. Ferrer tiene muchas esperanzas puestas en ti, así que tenemos que ponernos manos a la obra.

-¿Cuánto dinero perdieron?- aunque tenía una leve idea de cuánto.

-Mucho, pero de haber sido sólo un peso también se investigaria. La universidad no puede darse lujos de perder nada. -colocó un folder encima del escritorio de él.-En este folder encontrarás todo acerca de la falla. Tú eres el experto así que yo seré tú pupila.-dijo pícara.

Miró el sobre con precaución, sabía que lo que contuviera aquél sobre, le generaría dolor de cabeza. Debía andar con cautela y deshacerse de Verónica lo antes posible.

-¿Podemos salir almorzar hoy?

Vaya la pija tan lanzada.-Está bien.-ella sonrió. No le quedaba de otra que aceptar.

-Bien. Púes empecemos, guapo.-guiñó un ojo.

Comenzó a leer aquellos documentos para darse cuenta que algo no encajaba. Ese trabajo no era de él. No fue la baja que el mismo le había dado al sistema. ¿Cómo no se había dado cuenta al restablecerlo?

¿Desvío de fondos, espionaje, malversación, fraudes? ¿Qué era ésto?

-Te has puesto serio. ¿Qué te pasa?

-Esto no es un simple virus, Verónica.

-¿Porqué lo dices?

-Aquí acusan de espionaje, fraude, desvío de fondos...

-Sí lo sé.

-¿Tú lo sabías?

-Sí. Estamos detrás de unos peligrosos hackers.

-No es un simple hacker. Créeme.

-Sospechamos que algún personal interno esta detrás de todo esto. Como debes saber, la mayoría de las veces en los computadores queda rastro de lo que se hace aunque se intenten borrar los datos. Por eso buscamos
alguien inteligente que sepa buscar y pueda encuentrar las pruebas necesarias para encarcelar el autor. En este caso esa persona inteligente eres tú. ¿Has escuchado los seudónimos de halcón, perro y el águila?

Claro, el halcón era el infeliz de su ex amigo. Y el perro era él. Entonces, ¿quién era el águila? ¿Algún nuevo hacker?

-Algo escuchado de ellos, ¿porqué lo preguntas?

-Son peligrosos hackers de los cuáles estamos seguros que uno de ellos sino son todos están trabajando al unísono para defraudar el fondo universitario.

-Puedes estar equivocada. No todos los hackers se conocen y trabajan juntos.-bien lo sabía él.

-¿Eres hacker?-preguntó en broma. -Vale, es una broma no te ofendas.-se disculpó a ver su expresión.

Siguió leyendo aquellos papeles.

-¿Conoces a la barbie?

¿Quién no conocía aquella putilla de la red? Aunque físicamente no la había visto, en el pasado había sido una piedrilla en su zapato.

-No me digas, ¿otra peligrosa hacker?-dijo cargado de ironía.

Aquello pareció molestarle a Verónica.

-Déjame informarte que esa peligrosa hacker soy yo. Soy la barbie.-confesó.

¿Esa maldita putona era ella? Disimulo sorpresa.-Entonces eres hacker.-no preguntó lo afirmó.

-Sí. Y antes que comienzas a cuestionarte si soy de los buenos o de los malos, soy de los buenos. Soy bastante inofensiva a menos que me hagan sacar mis garras. ¿Tú entiendes, no?

-Ya me queda claro por que te apodan así.-dio una mirada repasando su cuerpo algo que para ella la dejó satisfecha. Le gustaba Sergio y mucho.

-Ferrer sabe quién soy yo y como me hago llamar, por eso me contrató.

Sí estaba más que claro. Algo le decía que Ferrer tenía más que ver con aquel esquema peligroso que todo los hackers que conocía. Aunque no podía negar que en un principio pensó qué podía ser el halcón, pero no. Esto era obra de alguien más inteligente y más peligroso.

-¿Piensas que alguno de ellos tuvo que ver con éste esquema?

No podía asegúrarle por los demás pero el no había sido. Su trabajo fue una cosquilla al lado de aquel infierno que se estaba desatando.

-No lo sé pero lo averiguaremos pronto.

-Será todo un placer trabajar contigo.-mencionó ella.

Andarse con cuidado era su lema de ahora en adelante y descubrir el autor era su meta. Luego de esto se iría lejos no quería que lo relacionaran con toda esa mierda de espionaje y fraude. El simplemente introducía virus lo que pasara después era cosa de ellos.

Verónica en multimedia.

Inocente Corazón MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora