César...
-Erick...-musitó Amanda desde la ventana al verlo llegar con su hermano.
Bajaron las maletas del auto y se dirigieron a entrar a la casa.
-Gordon. Por favor lleva las maletas al cuarto de Amanda.
-No es necesario quedarme en la misma habitación. -dijo su cuñado.
-Es tú lugar. Por favor dile a mi hermana que baje a recibir a su esposo.
-Como usted diga.
-No quiero traer problemas. -volvió a repetir Erick.
-Tu no eres el problema. Esta situación debe aclararse entre ustedes dos. Están casados y viene un hijo en camino.
Al momento bajó por las escaleras Amanda con mala cara. Mientras que su esposo la miraba con todo el amor que sentía por ella y su hijo.
-Ahora los dejaré solos. Debo ir al bar atender unos asuntos. Están en su casa. -dicho esto se marchó.
-Erick. ..-comenzó a decir ella.
Montó su auto con miles de preocupaciones encima. Esperaba que su cuñado fuera lo suficientemente listo como para hacer entrar en razón a su hermana. Llego al bar preocupado por Estrella. Lo había llamado para decirle que no iba a presentarse a trabajar pero no le había dicho por qué. La iba a perder sin apenas tenerla. No sabía como podía cortejarla pero ya se las inventaría.
Estrella...
-¿Qué te pasa?-preguntó su amiga Betania.
-No me pasa nada no te preocupes.
-Es que traes una cara.
-Son cosas mías. Tú tranquila.
-Ayer viste al papasito. Cuéntame.
-Nada que contar.
-Wow. Tú si que sabes ser una agua fiestas. Se que hay más y no me quieres contar. Confía en mí.
-No alucines.-bufó.-Estás extraña pero está bien te dejaré tranquila hasta que entiendas que puedes confiar en mí. -dijo convencida. -¿Por cierto hiciste el trabajo de mi papasito?
-Sí. Ayer lo hice. Voy a entregarlo hoy.
-!Qué bien! Ahora te dejo nos vemos en la clase.
En la clase de arte...
-Ya veo que eres muy buena.-dijo la profesora con un cierto tono de envidia. -¿Dónde aprendiste a dibujar así? Me imagino que tomastes clases.
-No profesora. Es un don natural. -contestó de vuelta.
-¿Natural? Si tú lo dices. -volvió al emplear el mismo tono malicioso retírandose al escritorio contrariada.
-Esa profesora es de armas tomar. Ten cuidado.- advirtió su compañera de clase.
Ella notó que su compañera también hablaba con malicia. Hoy no era un buen día para ella. Tenía que encontrar la forma de hablar y encarar a Sergio pero no sabía cómo. Debía seguir el consejo de su madre sino quería ahuyentarlo para siempre.
-Estrella. ..-escuchó que la llamaban. Era César que venía caminando rápido para alcanzarla.
-Hola César. -lo saludó.
-Hola Estrella.-saludó de vuelta plantandole un beso en la mejilla que la dejó sorprendida brevemente.
-¿Estás bien?-sonaba preocupado.
ESTÁS LEYENDO
Inocente Corazón Mío
RomansaEstrella De La Paz ha tenido que sobrevivir a la pérdida de sus padres en un trágico accidente donde sólo ella sobrevivió. Sin nadie que se hiciera cargo de ella, apenas una niña, y con una leve cojera a causa del accidente es enviada a un orfanato...