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Sergio....

-¿De que porras andas tú? Uyy, ¿y esto?-preguntó Roque tomando la computadora en sus manos.

-La trajo la niña rica. -contestó

-Entonces sí tiene lana. Tiene que haberle costado bastante. -parecía un niño pequeño con caramelos.

-Es una estúpida. Eso es lo que es. -quitó la laptop de sus manos colocándola encima del escritorio.

-¿Acaso no querías que te la repusiera?-preguntó curioso.

-Si hubiera querido que ella la repusiera, ¿no crees que no te hubiera pedido que consiguieras otra? -contestó de mal humor.

-Ve el lado positivo. Ya la tienes. O sea, ¿eso es lo que querías ? -dijo tratando de ser amable. Bien sabía que estaba de mala leche.

-Si no vas a decir nada coherente. -señaló- Ahí esta la puerta esperándote.

-Esta bien amigo. Debes relajarte. Has lo que sabes hacer y cuando termines nos vemos en el bar. Hoy te presentaré unas buenas hembras. -dijo frotándose las manos.

-Espero que no sean como las últimas. No lo soportaría.

-Nada que ver amigo. Estas son de clase. Te sorprenderás.

-"Espero no estar muy sorprendido"-murmuró.

Estrella....

-Traes mala cara...-comentó Diego al llegar a la casa y bajarse del auto.

-!Que te importa! -contestó ella.

-Ya veo que estás de mal humor princesa. -dijo con sarcasmo.

-No me llames princesa. Deja las confianzas. - le dijo en un tono más alto.

-A ver. Cuéntame que pasó con ese fulano de la computadora. -intentó sacarle información.

-!Quítate!-dijo empujándolo.

-Espera. -la agarró de una mano.
-Sinceramente quiero saber. Tampoco voy a permitirle a nadie que te maltrate. -puso cara de preocupación.

-¿Porqué? ¿Acaso te crees mi niñera?. Suéltame Diego.

-Aunque no quieras estaré pendiente de ti. Que te quede claro. -le advirtió.
-¿A menos que te guste?-volvió a decir.

-Hablaré con mamá. -refunfuño.

-¿Te vas a quejar? Por Dios solo te estoy haciendo un favor.

-Un favor que no te pedí. -dijo cortante.

-Pero me lo pidió la señora Marina y voy a cumplir.

-Eres otro imbécil. -cortó dejándolo con la palabra en la boca de igual forma que a Sergio.

Inocente Corazón MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora