-Yo sé quién eres Sergio.
-Creo que me confunde señora.
-Bien sabes que no.-aclaró. -Y me siento tan contenta de verte nuevamente. Por favor toma asiento.-Sergio se dispuso a sentarse a regañadientes.
Se dio por vencido. -¿Ella sabe quién soy?-preguntó con cautela. Ya Marina lo había reconocido.
-No. No lo sabe. Quería estar completamente segura de que fueras tú. Además serás tú mismo quién le digas.
-No creo que ella me recuerde y no hay nada que decir de mi vida que usted no sepa.
-No me llames usted. Dime tú.
-Ma...-interrumpió Estrella.
-Ya ves, hija. Aquí estaba conociendo a tu amigo Sergio. -el les regaló una sonrisa forzada.
-Entonces...me contó Estrella que eres así como un tipo de cerebrito en las computadoras.
Ella no recordaba haberle dicho tal cosa a su mamá.
-Tanto así no. Es mi trabajo y me apasiona lo que hago.-tampoco quería darle explicaciones de su vida.
-No sabes cuánto me alegro por ti.-le dijo Marina.
Esos dos hablaban como si se conocieran de años.-pensó Estrella.
-UMM...-se hizo notar ella un tanto incómoda por quedar casi excluida de la conversación.
-¿Podemos trabajar en el estudio de papá? -preguntó a Marina.
-Está bien. Cuando la cena esté lista, los llamaré.
-De acuerdo. -contestaron ambos a la vez.
-Una vez más...Bienvenido Sergio. Nuestra casa es tuya también.
Tanta familiaridad la tenía confundida. Tan pronto se fuera Sergio le caería a preguntas. Algo estaba raro debía saber que era.
-Es amable tú mamá adoptiva. -había notado la cara de duda de Estrella.
-Si. Es muy buena. ¿La conocías de antes?-indagó curiosa. Quizás él mismo le daría la repuesta.
-No la conocía. ¿Porqué preguntas?
-Por nada. Son tonterías mías.
-¿Podríamos comenzar?
-Sí claro.-contestó un tanto nerviosa.
Seguramente él no estaba a gusto de estar compartiendo su tiempo con ella.
Al rato de haber comenzado...
-¿A qué edad fuiste adoptada?-quería saber cuánto tiempo más estuvo luego de él haberse marchado.
-Dos años después del accidente de mis padres cuando entré al orfanato de la Casa Cuna.
-Entonces, ¿A qué edad llegaste al orfanato?- volvió a indagar aunque ya lo sabía.
-A los 11años, todavía estaba muy pequeña.
-¿Y qué edad tienes ahora? -aquello parecía un interrogatorio.
-Tengo 17 años. No soy mayor pero tampoco tan menor.-le explicó.
-¿Y qué le pasó a tus padres?-preguntó aunque sabía algo de lo que les había sucedido.
-Un accidente de auto.
-Lo siento. -le dijo.
-Yo los extraño todavía. -dijo con añoranza en la voz.
-No debe ser fácil.
ESTÁS LEYENDO
Inocente Corazón Mío
RomanceEstrella De La Paz ha tenido que sobrevivir a la pérdida de sus padres en un trágico accidente donde sólo ella sobrevivió. Sin nadie que se hiciera cargo de ella, apenas una niña, y con una leve cojera a causa del accidente es enviada a un orfanato...