Inocente Corazón Mío

Regreso

Franco...

-Adelante.-invitó a su padre a pasar.

-¿Cómo estás hijo?-lo saludó cariñosamente.

-Un poco estresado con esta situación. Por favor siéntate. -señaló el sofá.

Don Sergio puso el bastón de un lado del sofá y tomó asiento.

-Te confieso hijo que estoy muy ansioso con todo lo de tú hermano y su situación. Ya no sé ni que pensar.-dijo apenado.

-Yo también padre pero debemos tomarlo con calma o se nos irá de las manos. Sergio me contó que tiene una sospecha de una mujer que se apoda la Barbie. Al parecer es una pirata de redes y no es nada mala. No se cuán peligrosa sea pero lo cierto es que no debe trabajar sola.

-Esas ratas nunca trabajan solas.-expresó preocupado.

-Conseguí que Sergio vaya el fin de semana a la casa. Así podrás hablar con él pero debo advertirte que debes ser muy precavido porque no es tonto.

-Debo agradecerte por eso hijo. Yo no lo hubiera conseguido incluso tú mismo traiste de vuelta a tu hermano sin saberlo.

-Aún no comprendo como nuestra madre pudo hacer tal cosa. Y todavía no puedo expresar el coraje que tengo con Carmen  que resultó ser nuestra tía.

-También yo tengo la culpa al ocultarte quien era ella. No debes culparla. Ella no supo que hacer en ese momento.

-Pero no fue la mejor elección.  Ella debió decirte.

-Ahora nos queda recuperarlo pero para eso hay que hacerlo bien. Dudo que nos acepte así como así. Tampoco podemos decirle "hey Sergio sabes que eres mi hijo perdido". Jamás lo aceptara y quizás hasta nos odie sin darnos la mínima oportunidad.

Franco quedó pensativo ante aquellas palabras de su padre.

-Todo a su tiempo papá. -concluyó.

Verónica. ..

-!Pero padre!-exclamó rabiosa.

-Te he dicho que no me digas padre que es peligroso.

-Por favor-chasqueó los dedos.-Aquí nadie nos oye. No seas ridículo. -habló con irritación.

-Y tú- la señaló.-no seas insolente mujer. Ahora dime, ¿Qué has hecho con el tal Sergio? Recuerda que es nuestra tarjeta de salvación para que pague por el fraude.

-¿Crees que Sergio es tonto?-bufó.

-¿Y tu lo conoces bien?¿Acaso ya te abriste de piernas para él?-la acusó.

-!!Me ofendes!!-escupió de rabia.-Y no le conozco, pero sé que con él va ser muy difícil acusarlo. ¿No te das cuenta que es igual que nosotros?

-¿Un pirata? ¿Acaso te lo dijo?

-Sí... No! No me lo ha dicho pero lo intuyo.

-A la mierda con tú intuición. Tienes que estar en tiempo real y no te enamores de él, porque te irá peor.-le advirtió. Dicho ésto salió como alma que lleva el diablo de la casa.

"No papá" Esta vez ganaré yo. -pensó ella. A ella le gustaba mucho Sergio y sabía que a Sergio le podía gustar ella sino no hubiera aceptado comer con ella. No perdería la oportunidad "no señor "

César ...

-Hola cuñado. -se dieron un fuerte apretón de mano.

-Es una pena que nos encontremos en estas circunstancias.