Rodrigo.Algunos meses atrás...
— ¡Avanza imbécil! —grita la mujer del auto que está delante del mío sacándome de todos mis pensamientos—. ¡El tiempo corre inútil! —.Acto seguido, el resto de los conductores hacen sonar las bocinas de sus carros con total desesperación.Debería estar viendo alguna película de terror junto a papá, pero Gladys ha insistido en que tengo que ir a la celebración sorpresa de San Valentín ya que según ella, ha hecho una reservación en un prestigioso restaurante para todos nosotros, sus empleados.
¡Ella es la mejor jefa del mundo, así que no podría defraudarla en ese aspecto!
Lo peor del caso es que pidió (más bien imploró), que vistiéramos de etiqueta.
Parezco el pastor de una iglesia... un sexi pastor de iglesia.
Escucho que llega un mensaje en mi celular y aprovechando que nadie avanza lo reviso. Precisamente es de ella.
"Rodrigo no tardes en llegar
¡Y no olvides la invitación!
Y espero que llegues bien vestido 😡
Y diviértete c: "Guardo el celular y me obligo a tener paciencia. Gladys, al igual que todas las mujeres está loca, pero repito, ella es la mejor jefa del mundo a pesar de sus ideas medio raras para cada fecha que implique una celebración, nunca se olvida de los veinte empleados que tiene a su cargo, siempre nos paga muy puntual, añadiendo jugosas comisiones, bono de navidad y el justo tiempo de vacaciones.
Cuando llego al restaurante y estaciono mi auto en el parque o consulto la hora en mi reloj. Cinco y quince, he llegado casi a tiempo.
—Buenas tardes, tengo reservación a nombre de Gladys Escalón —digo a la recepcionista extendiendo la tarjeta de invitación.
—Buenas tardes caballero, bienvenido. Por aquí por favor —.Sonríe con elegancia mientras me dirige en el amplio restaurante.
En efecto, todo esta en perfecto orden, lujoso y fino. En el centro del salón se encuentra un violinista entonando esa clase de melodías aptas para dar ese aire de prestigio al lugar. Definitivamente me siento un poco extraño ya que son pocas veces en que frecuento lugares así de elegantes.
La chica se detiene: —Esta es su mesa caballero —.Señala una mesa... ¿para dos?
¿¡Qué!?
Y ya hay una personita esperando un tanto intranquila de la cual no hay mucho que decir: cabello negro, largo y ligeramente despeinado, ojos cafés, labios delgados y piel trigueña. Una apariencia sencilla y normal, pero con una personalidad de la cuál he preferido evitar desde que inició a laborar. ¡Demonios!.
¿Que estabas pensando Gladys? ¿Por qué precisamente esta chica?
—¿Jaclyn? —.Es lo único que puedo decir al reconocerla.
—¡Rodrigo! —exclama con asombro y alegría.
—¿Y los demás?
—No lo sé, he llegado hace un momento.
—La señorita Escalón sólo reservó para dos personas —explica tranquilamente la recepcionista.
—La jefecita no pierde el tiempo —susurra Jaclyn— ¿no crees que es divertido? —. Suelta una risita.
—Bueno gracias de todas maneras —digo a la chica de recepción mientras tomo asiento.
—En unos momentos llegará el mesero a tomar su orden —anuncia muy sonriente mientras se retira.
Vamos, tengo que darme la oportunidad de conocer a la chica que tengo en frente, no tiene que estar tan loca como dicen...
—¿Sabes? Cuando llegué en esta mesa, inmediatamente llegué a la conclusión que la celebración iba a ser en parejas —comienza a parlotear —.Pero ni siquiera imaginé la posibilidad de que fueses tú precisamente, ¡es que no solemos hablar mucho en el trabajo!... Ah... y ¡hola!
—Hola... Bueno, esta bien, no pensé que Gladys tuviese la idea de realizar la celebración de San Valentín en parejas. Y es cierto, no hablamos mucho entre los dos, pero olvidemos que trabajamos juntos y listo, la pasamos como un par de amigos ¿que te parece?
Ella sonríe de lado a lado achicando sus ojos, dando la impresión de ser una psicópata a punto de matar a su víctima.
—Los únicos amigos que he tenido nunca me han llevado a un restaurante para esta fecha en especial, pero puedo hacer la excepción esta vez.
—¿A dónde te han llevado tus amigos? —le pregunto divertido, la curiosidad me gana.
—Tal vez te lo diga más tarde —contesta y rápidamente cambia de tema— ¿Que vas a ordenar?
—En eso estoy —.Repaso con cuidado las páginas del menú sin ningún intento en insistir.
Un mesero se presenta ante nosotros haciendo una elegante reverencia.
—Señorita, caballero, sean bienvenidos, yo me encargaré de atenderlos esta noche. ¿Están listos para ordenar?
Pobre hombre, no sabe lo que le espera, mucho menos yo, sobre todo por lo que me han contado de esta chica de quien la etiqueta "normal" es sólo apariencia.
☀☀☀☀☀
New capituleishon. :vEspero que lo disfruten y sea de su agrado. c:
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Antes de que cierres los ojos. ©
RomanceJaclyn y Rodrigo sólo pensaban en divertirse sin compromisos estableciendo la regla de oro: "No enamorarse"... O al menos eso creían, ya que una vez más, los azares del destino y el amor hacen de las suyas. Pero una serie de circunstancias...