☀Postres y cerezas. ☀

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Rodrigo.

Siento pena por el pobre mesero que por cosas de la vida ha terminado sirviéndonos, de seguro se estará quejando con sus compañeros cada vez que llega a la cocina con una nueva orden y es que después del plato principal, Jaclyn se ha dado el lujo de pedir toda clase de postres a pesar que le he advertido sobre la gran cantidad de dinero que saldría en la cuenta.

—¡Nunca es suficiente! —exclama sin dejar de sonreír como psicópata.

El mesero deja el nuevo plato con una tarta ante la animada chica y se retira tratando de mostrar una sonrisa amable.

—Es el sexto postre que comes, te va a dar diabetes...

—Y me voy a morir —me interrumpe—. Pero moriré feliz.

—Has consumido mucho dulce y las malas lenguas dicen que eres tremendamente loca cuando te excedes con ello —. Digo mientras estiro mi tenedor hacia el plato de ella robando la cereza.

—El hecho de que hable de más no significa que este tan mal de la cabeza —se defiende—. ¿Por que no pediste postre? Te comiste mi cereza, la estaba dejando para el final —chilla fingiendo angustia.

——Me han dicho otras cosas aparte de tu lengua desenfrenada —sonrio— y con respecto a pedir más ya te dije que saldrá carisima la cuenta.

——¿Que te han dicho de mi? De seguro ha sido Miriam la que abrió la boca ¿no es así? Y ya te dije que nunca es suficiente.

—Todos en el trabajo hablan de tu comportamiento... ¿Ya caíste en cuenta que estamos hablando sobre dos temas?

—¡Osea que soy la sensación del momento! —grita ganandonos las miradas molestas de las parejas que están cerca— Y obvio que me he dado cuenta, es tu culpa por comerte mi cereza —. Añade poniendo los ojos en blanco.

Parece poseída.

—Eso último se oyó con un doble sentido —susurro inclinándome hacia ella mordiendo mi labio inferior.

—¿Y hasta ahora lo captas? Ya lo había mencionado no hace mucho —dice copiando mis acciones.

—Claro criatura, pero estábamos iniciando un pequeño debate respecto a tu excesivo consumo de azúcar.

—¿Que debate? ¡Me dijiste criatura!— dice echándose a reír y volviendo a su puesto—. Pensé que ibas a decir linda, preciosa o algo parecido.

—Admitelo, "criatura" es más creativo y más interesante.

—Rodrigo, éstas loco.

—Pues yo pienso que las mujeres son las únicas que padecen de locura.

—No lo creo —dice pensativa—, también los hombres pueden estar locos, pero algunos son aburridos.

Jaclyn comienza a devorar su porción de tarta demasiado alegre, yo la contemplo detenidamente mientras analizo un poco de lo que me dijo, puede que tenga razón, toda persona existente tiene algún tornillo mal puesto, pero no cualquier chifladura es interesante u original... Creo que Gladys hizo bien en juntarnos, bien pensado Gladys, bien pensado.

El violinista que ha estado entonando sus melodías, comienza a pasearse cerca de algunas mesas como queriendo demostrar su talento con los clientes. Algunos aplauden y otros lo ven con admiración. No tengo conocimiento alguno sobre esa clase de instrumentos, pero sé que el hombre hace bastante bien su trabajo, esmerándose con cada nota dando un ambiente acogedor y para nada aburrido.

Antes de que cierres los ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora