Rodrigo
Toco el timbre del apartamento de mis padres, o sea el lugar donde la familia tiene planeado celebrar mi cumpleaños. De reojo veo a Jaclyn (o mas bien dicho, la novia mas maravillosa de este universo) que no puede evitar moverse de lado a lado y para añadir, ríe como loca.-Son personas tan normales como tú, les agradarás -digo rodeando sus hombros.
-¿Estás seguro? Lo siento, no puedo procesar bien las ideas por ahora. -Su risa insiste en quedarse.
-Cliny, ellos no te apuntaran con una escopeta en caso de que no les caigas bien -bromeo y tomo delicadamente su mentón para darle un profundo beso al cual corresponde ansiosa.
-Ejem -alguien carraspea pero no le damos importancia- ¿Hola? ¿podrían dejar de lado sus exhibiciones, hay menores observando?
Jaclyn y yo nos separamos entres risas, no tengo familiares menores de edad hasta ahora. Raquel, mi hermana, con una media sonrisa termina de abrir por completo la puerta invitándonos a pasar. El apartamento tiene una pinta muy decorada a llegar a un estilo casi carnavalesco.
-Ella es Jaclyn -presento a Cliny con mi hermana-. Y ella es Raquel.
-Mucho gusto -murmuran estrechando sus manos.
-Rodrigo me ha contado sobre tus gustos musicales -dice Raquel con aparente semblante serio lo que pone en alerta a Jaclyn- ¡Y son casi los mismos! ¡Oye, me caes bien! -exclama abrazándola con euforia.
Río al ver la cara de despiste de Cliny, automáticamente mucha de mi familia sale del balcón a recibirnos y a felicitarme. Las muestras de afecto hacia Jaclyn se hacen notar y es tierno verla sonreír tímidamente como respuesta.
-¡Rodrigo, llegaste! -exclama mamá al notarme- ¡Tenemos muchas ganas de celebrar!
Prácticamente entre tíos, abuelos y primos; me empujan hacia el gran balcón donde han habilitado para la celebración. Como es tradición, las tías ancianas comentan sobre lo grande que estoy, mis primas parecen verme como la cosa mas tierna del mundo y mis primos me muestran algo nuevo que han conseguido de algún lado. Miriam, Felipe y algunos compañeros de trabajo incluyendo a Gladys han llegado y todos me agasajan sin dejar de lado a Jaclyn. Siempre siento una extraña mezcla de timidez con ganas de huir puesto que no estoy acostumbrado a ase el centro de atención, pero no niego que se siente bien estar rodeado de personas que me aprecian.
-¿Ves? Mi familia te ama, Jaclyn -.Le digo al oído.
-Mi familia también te ama -responde abrazandome.
-De una manera extraña, sí.
-Rodri, si en cualquier posibilidad no les haya caído bien a tu familia y no me hubieran apuntado con una escopeta, ¿qué hubieran hecho?
-No lo sé, eres adorable y algo loca, sobretodo eres la mujer que amo, ¿como podrían odiarte?
-¡Maldición! Ustedes si que destilan miel de amor -chilla Raquel, interponiéndose con un par de bebidas para nosotros.
-Raquel, ¿que ha dicho la familia sobre Jaclyn?
-Pues parece una celebridad, no la conocen pero ya que tu nos hablas tanto de ella, le hemos tomado cariño.
-¿En serio? -pregunta Jaclyn.
-Ya eres de la familia.
-Pero yo no...
Raquel, distraída en otros asuntos, deja a Cliny con la palabra en la boca. Ella se pone cabizbaja y entiendo a que se debe su pequeña decepción. Teme al futuro, aun le cuesta trabajar en su seguridad al igual que yo, es algo que no vamos a cambiar de un día a otro, pero se que podemos llegar a mucho mas sin pensar en lo que puede suceder después. Se lo he dicho a Cliny desde que hablamos sobre nuestros miedos.
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Antes de que cierres los ojos. ©
RomanceJaclyn y Rodrigo sólo pensaban en divertirse sin compromisos estableciendo la regla de oro: "No enamorarse"... O al menos eso creían, ya que una vez más, los azares del destino y el amor hacen de las suyas. Pero una serie de circunstancias...