☀27. Por todos los dulces del mundo☀

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Jaclyn

¡Es que solo a mí se me ocurre hacer drama por eso!

Miriam dice que Rodri no parece estar con Amaranta. Igual, nunca se sabe. Pero también, de igual forma solo reaccioné a lo que vi. Aunque a decir verdad, me siento mal por ello.

—Cliny, ¿en que piensas? —pregunta tía Kate sentada cómodamente en su cama, porta una corona de papel y un cetro de dulce en sus manos.

—Solo pensaba.

—¿En que?

—No lo recuerdo —miento porque no quiero dar explicaciones.

Ahora me he sentido bastante bien, he comido mejor que los días anteriores y mi animo trata de mantenerse estable. Pasar unos días con mi tía ha permitido estar con la mente ocupada e incluso me he decidido a retomar y practicar con mi cámara fotográfica. Las palabras de Rodrigo sobre evitar compararme van calándose en mi mente. Yo sé que puedo.

Por una extraña razón -o no tan extraña- quiero de una vez por todas quitarme esa fobia a la cocina, ha costado porque lo estoy enfrentando prácticamente sola, sinceramente voy avanzando poco a poco porque Rodrigo esta en mi mente, sin embargo no quiero depender de su recuerdo.

—¿Estas pensando en tu novio? —sigue preguntando.

—Rodrigo nunca fue mi novio —respondo, triste.

¿Y si hablo de una vez por todas? ¿Si le confieso todo lo que siento sin importar que él solo me vea como su amiga? No. Tengo demasiado miedo para enfrentar todo, dejaré este asunto para cuando regrese otra vez a la librería.

Estoy perdida en mis pensamientos hasta que noto a mi tía envolverse entre las sabanas. Sé que quiere dormir y no quiere interrupciones, así que me retiro evitando hacer ruido.

Seguiré con mis pensamientos por otro lado.

Escucho que suena el timbre de manera insistente, no hace falta ver para saber quien es. Abro de inmediato para dejar pasar a Miriam que viene maldiciendo a todo el mundo, incluyendo a Felipe.

—¡Los odio a todos! Menos a ti, Cliny, pero odio a los demás. —comienza a decir— No sabes todo lo que me ha pasado.

—¿Te despertaron muy de mañana, los vecinos reclamaron otra vez sobre tu música a todo volumen y se acabaron las paletas de limón en la tienda?

—¡Sí, exacto!

—Tengo paletas de limón en la refrigeradora —digo sonriendo.

—¡Por eso te amo tanto, Cliny! —.Me abraza casi asfixiándome.

—Lo sé, yo también te amo.

Me suelta y corre hacia la cocina, debería de avisarle que no haga mucho ruido por mi tía, pero se que a Miriam la quieren como un familiar mas y no molesta en absoluto.

—Te conseguí lo que me pediste el otro día —dice cuando la alcanzo, se ha acomodado en un banquillo y disfruta de las paletas.

Aqui es donde los nervios e incertidumbre llegan a descontrolar todo mi sistema, es hora en que nuevamente quiero estar al cien por ciento segura de todo.

Miriam saca de su cartera un par de cajas pequeñas y rectangulares, las tomo con mis temblorosas manos. Por el bien de toda la humanidad espero que los resultados den negativo.

Hay señales: dolores en el vientre, vómitos, cambios con mis gustos de comidas, cambios en mi cuerpo. Tengo miedo de estar embarazada, sí, eso podría suceder pero creo que podría decirse que un presentimiento hace creerme que es algo ilógico teniendo en cuenta que estos síntomas van desde mucho tiempo antes. Pero todo puede suceder, nunca nada es seguro.

Antes de que cierres los ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora