☀25. Destruyendo ilusiones. ☀

210 24 0
                                    

Rodrigo


—¿Por qué me besaste? —inquiero.

—¿Acaso no te gustó? —Amaranta luce sorprendida.

—Te estaba hablando de Jaclyn.

—Pero también te dije que eres un chico difícil de superar, ¿acaso no entiendes? Aún siento algo por ti.

—No quiero sonar cruel pero es la verdad: Jaclyn es la chica que quiero, es cierto, aun sigo confundido, pero cada vez estoy mas seguro. Y lo que pasó contigo ya son solo recuerdos.

Quizás no debí reunirme con Amaranta, pero por cortesía acepté ir con ella al parque en la hora de mi almuerzo. Me pidió contarle algo bueno y sin darme cuenta ya le estaba hablando de Jaclyn. Y aún así se le ocurre besarme y de decirme que soy "una persona difícil de superar".

—Rodrigo, no entiendo tampoco como es que te empeñas en querer a Jaclyn si el sentimiento no es recíproco. Ella es divertida y muy simpática, pero ¿crees que ella sienta lo mismo por ti? No lo creo; la veo y me doy cuenta de que es una de esas almas libres que huye de los compromisos, en cuanto sospeche de tus sentimientos va a alejarse.

—Me arriesgaré de todas formas —respondo.

—No quiero que sufras, acepta una nueva oportunidad conmigo —insiste Amaranta.

—Disculpa, ten por seguro que eres una buena persona, pero entiende que ya no hay nada entre nosotros mas que un pasado.

Ella esta fastidiada, no encuentro la forma para que entienda que nada puede ocurrir entre nosotros, puede ser una chica súper sexi, puede ser que al reencontrarnos quise algo pero nada serio, sin embargo ya no, Jaclyn es quien ocupa mi mente y alma día y noche.

—No Amaranta —Estoy actuando con tranquilidad debido a la impresión de ese repentino beso que me dejó perplejo.

Quizás también es muy pronto para decir que estoy enamorado de Jaclyn. Suena raro admitirlo, pero es la realidad y me atrevo a decir que la amo. Aun no comprendo la complejidad de mis sentimientos y eso es lo que crea un poco de inseguridad, son embargo cada vez veo todo mas claro.

—Joder. Encontrarás a alguien que te ame con tanta intensidad pero ese no soy yo, disculpa, eres una gran chica, no pierdas el tiempo en pensar en este idiota —digo dándole un breve abrazo.

—Después no vengas a llorar al darte cuenta que tenia razón —sentencia poniéndose de pie.

—Descuida, no lo haré —bufo.

Ya no dice mas, levanta una ceja en señal de indiferencia y se va. No hago nada, creo que ese es un problema constante en mí.

Después de un rato, decido volver a la librería, camino sin prisa con la mente llena de  recuerdos. Sonrío sin poder evitarlo, la escena justo en cuanto los padres de Jaclyn nos descubrieron en la cama fue traumática con un toque divertido pero no pude decirle nada en concreto a ella, aunque espero que haya captado mis verdaderas intenciones al hablar con sus papás. No nos hemos comunicado aún y la estoy extrañando, pero eso ha sido justo lo que necesitaba para pensar, de verdad la quiero sin embargo me parece pronto esa respuesta. Aunque por otro lado, uno nunca sabe en cuanto tiempo se llega a enamorar de verdad.

Estoy jodido si Jaclyn no me ve mas allá que un amigo. Ojalá que Amaranta no tenga razón, porque las atenciones de Cliny, su forma de tratarme, esa dulzura que no se compara con ningún postre, son tan... especiales.

—¡Hey, Cliny! —escucho exclamar a alguien apenas llego, de inmediato la busco con la mirada encontrándome con Felipe quien se parte de la risa.— ¡Hasta tus expresiones cambian cuando la menciono!

Antes de que cierres los ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora