☀36. Confesiones a flote. ☀

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Jaclyn.

El segundo en que ella apretó el gatillo dejando claro que nos mataría me despierta de golpe. Otra vez en una habitación del hospital, al menos sigo viva, pero si muy dolida.

No es para menos, Lola había arrancado las gasas de mis heridas y se la pasó un buen rato torturándome hasta que al fin me dejó en paz y cuando creí que vendría con un bisturí para partirme en dos, escuché la voz de Rodrigo; mis esperanzas renacieron pero esa desquiciada tenia su plan macabro pero al menos no terminó como ella quería.

No hay nadie conmigo. No escucho nada de lo que ocurre afuera, me preocupa el estado de Rodri, mis ojitos de lobo, recibió un par de balazos y no sé que habrá sucedido con él luego de que me desmayé.

Lo amo tanto, tengo miedo de que algo malo le haya sucedido.

La puerta de la habitación se abre de par en par y una cabecita rubia se asoma.

—¿Miriam? —pregunto acertando.

Mi amiga termina de pasar mostrándome su mejor sonrisa, no puede contenerse mas y corre hasta subirse a la camilla y abrazarme, me lastima un poco pero no me importa.

—¡Cliny! —exclama aliviada, yo río y también la abrazo.

—¡Mi rubia mal teñida! Tenía miedo de no volverte a ver.

—Yo también, esos policías y el doctor tardaron en actuar.

¿A que se refiere? Bueno, le Preguntaré mas tarde.

—Pero estoy aquí, no pienso irme al otro mundo por el momento.

—¡Te adoro, amiga!

—¡Yo también te adoro tanto, Miriam!

Me extraña que mis padres y mis hermanos no estén aquí por lo que decido preguntarle.

—¿Y mis papás?

Miriam me suelta y sonríe divertida.

—Vienen de la comisaría —responde sorprendiéndome—. Fernando, tu papá biológico llegó a verte y tuvo una discusión con ellos y por no acatar las indicaciones de los policías y de las enfermeras se los llevaron.

¿Para que quiere verme ese hombre? No considero apto para mí verlo si nunca se ha hecho presente en mi vida salvo actualmente.

Dulces benditos.

—Pero se arregló el asunto al saber que había sido Lola la que creo todo esto —continua pero sigo sin entender— Ah, te explicaría con mas profundidad pero no me dieron detalles, lo que si se es que esa loca dijo todo.

—¿Todo?

—Sí, confesó todas sus fechorías.

Santos dulces benditos.

—¿Puedes imaginarte que ella también ocasionó el accidente que dejó inválido al papá de Rodri un tiempo atrás?

Antes de que cierres los ojos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora