Mi círculo vicioso (Completa)

Capítulo 39

Siento una superficie blanda debajo de mi espalda, y escucho unas voces de fondo.

—¿Va a estar bien? — la voz de Logan me sorprende y abro los ojos de golpe. Repaso mi mirada por el sitio hasta que encuentro su cuerpo de espaldas a mí. Su cabello está tan alborotado y encuentro el motivo cuando repasa su mano sobre el. Los músculos de su espalda se tensan. Y por un momento me quedo enviciada viendo como despeina ya su dé por si alborotado pelo.

— Tiene principios de anemia. Pero va a estar bien. Solo está débil y si no tiene el debido cuidado con su herida posiblemente pueda abrirse. A eso se debe el dolor y su inconciencia—de una u otra forma me lo imagine. Desde el momento que vi la primera mancha de sangre en mi polo blanco supe que algo no andaba bien con mi herida. — Necesita tomar hierro y vitaminas. No puede estar bajo presión o estrés — obviamente bajo estrés y presión es en lo que más estado sumergida en todo este jodido tiempo. —necesita tomar lo que le indico en la receta— menciona por ultimo para luego entregarle el papel a Logan y marcharse.

El castaño da media vuelta y me mira fijamente por unos segundos, y comienza a caminar sin despegar sus ojos de los míos.

—Despertaste— me dice con delicadeza.

Automáticamente el dolor que sentí en el aparcamiento me vuelve azotar cuando trato de ponerme de pie. Logan nota mi mueca de dolor y me sujeta del antebrazo.

— Necesitas descansar — dice. Asiento con la cabeza y se remueve incomodo en la cama junto a mí. Ninguno sabe que decir. Yo me encuentro tan avergonzada que ni siquiera quiero verle a la cara. Soy consciente que yo cree todo el lío que se formó en el bar. Y que, gracias a mí, Logan termino involucrado en una pelea.

—¿No has estado alimentándote bien? —pregunta irrumpiendo el silencio.

—Yo...

La verdad es que en estos cinco días no he comido casi nada. No me alimento de la forma correcta y a eso le aumentamos que no tomo los medicamentos que me recetaron. He estado tan sumergida en mi depresión que ni siquiera asistí a mi revisión después del coma. Todo ha sido tan superficial que me importaba un bledo.

Logan se levanta de mi lado sin decir una sola palabra, y desaparece por la puerta de su habitación. No puedo evitar pensar que me volvió a dejar sola; muchas veces lo ha hecho ya. Siento una opresión en el pecho al ver que no regresa.

<<Volvió a marcharse. Volvió a dejarme sola. Se fue una vez más>>

Reteniendo lágrimas, trato de levantarme de la cama. El abdomen me duele como los mil demonios. Cuando trato de calzarme mis botas esquimales la puerta se abre. Logan se queda parado en la puerta a medio entrar y me mira con desconcierto.

—¿Qué haces? — pregunta. El alma se me cae a los pies cuando observo que sus manos sostienen una bandeja llena de alimentos.

<<¿Me preparo el desayuno?>>

—Creí que te marchaste—respondo sincera. Mi sinceridad lo pilla por sorpresa, pero se recupera brevemente. Ignora mi respuesta y se acerca con la bandeja a la cama. Le agradezco mentalmente por no continuar presionando el tema.

—Necesitas comer— me dice

—¿Tú lo preparaste?— pregunto entre sorprendida y enternecida. Se ruboriza levemente y lo tomo como un sí.

Me sorprende cuando veo toda la comida que hay; están dos vasos de jugo de naranja, dos tostadas que parecen carbón, un pomito de mermelada, dos tazas de café, y algo de color café que parece ser huevos revueltos. Puede que para otros no sea esto mucho, pero para mí es perfecto. Es el detalle más lindo que alguien a hecho por mí nunca.

—Gracias— digo mientras cojo una tostada y me la llevo a la boca. La verdad es que sabe mejor de lo que pinta su aspecto. Logan se lleva un bocado a la boca de la suya y hace una mueca. Claramente no le gusta lo que preparo.

—Se me da fatal cocinar—farfulla mientras traga con dificultad

—No está tan mal—le aliento mientras bebo un sorbo de café

—No vas a comer esto—me ordena y me arrebata la tostada de las manos— está asqueroso

—No es cierto

—Sí lo es, vamos a desayunar fuera

—No quiero— refunfuño

—Deja de ser tan cabezota—dice exasperado

<<¿Qué?¿Cabezota?>>

—¿Cabezota?— repito

—Si eres demasiado terca— gruñe

—Estamos discutiendo por un simple desayuno— le suelto

—No es solo por el jodido desayuno. Siempre eres una terca de cojones. Nunca me dejas explicarte algo y sacas tus propias conclusiones. No te importa una mierda mi versión de las cosas

Prácticamente me quedo boquiabierta. Si siempre pienso mal de las cosas que hace es por su culpa. Él es quien siempre me ha dicho que no quiere una relación con nadie. Me dejo claro más veces de las que puedo contar con mis dedos que soy un simple polvo para él.

Me paro de un brinco preparada para enfrentar al exasperante chico que tengo frente a mis narices y por un momento me olvido de mi herida; hasta que me cruza un agudo dolor en ella. Chillo de dolor y Logan se alarma. Trata de acercase a mí, pero le doy una mirada de advertencia para que no se acerque más de lo debido. Extiende las manos en rendición y deja de caminar hasta donde me encuentro situada.

—Vale, pero recuéstate — musita en tono más calmado. Por un momento se me cruza por la cabeza desobedecerlo para enfadarlo, pero deja de parecerme buena idea mientras lo pienso. A regañadientes cedo y me recuesto a un lado de la cama. Estoy más que enojada, siento mi rostro arder y seguramente tengo las mejillas rojas por el cólera.

Logan retira la bandeja de la cama y la deja reposando en la mesita de noche. A continuación, hace la pregunta que nunca espere:

—¿Has leído mi carta?— trago grueso.

<<¿Cómo narices le explico que termino en mil pedazos en la alfombra de mí habitación?>>

Seguramente cuando se lo diga, va a arder en furia y probablemente salga de la habitación abuscar a Jake y molerlo a golpes. Algo que se merece. Pero no soy fan de la violencia, y últimamente me encuentro en una estrecha relación con esta. Y si tomo en cuenta que el temperamento que tiene Logan no es muy pacífico probablemente termine estampando la cabeza de Jake contra una pared cercana. Un escenario que obviamente no quiero presenciar.

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LOGAN PREGUNTO POR SU CARTA. LA CARTA, LA JODIDA CARTA. 

¿Qué va a pasar con nuestros dos imanes que se repelen? ¿Sera que al fin van a llegar a un acuerdo en su tira y afloja?

Los quiero con todo mi corazón.

"Con amor Belén.