Capítulo 58

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Despierto incluso antes que la alarma suene, y me meto directamente a la ducha. Se me hace completamente extraño retomar mi rutina. Parecen siglos desde la última vez que me desperté temprano para ir a St. Marie. Cabe decir que estoy más que nerviosa. Tengo un agujero inmenso en el estómago. Cuando acabo de ducharme me decido por mi vestimenta normal. Una sudadera y un vaquero, junto a mis infaltables toms.

Hago un recordatorio mental, donde debo darle las gracias a Logan por traer mi coche. Cuando entro a la cocina, me bebo un vaso de zumo de naranja, y salgo de casa. Con cada kilómetro cruzado, mi ansiedad crece y el agujero en mi estómago se hace más grande. Las manos me sudan, y una gota de sudor frío baja por mi espina dorsal. Cuando aparco el coche, todas las miradas se centran en mí.

A estas alturas todos deben saber que estuve en coma. Respiro y bajo para encaminarme a mi primera clase. Pero en la entrada de la preparatoria, mi camino es irrumpido por dos chicas de las que creí, que había salido de mí vida, o al menos de mí círculo social.

—Mira a quien tenemos aquí— dice Stefany sonriéndome maliciosamente. —Así que era cierto, la muertita al fin despertó— continua

—Déjenme pasar— le pido ignorando sus comentarios mordaces. Como no lo hace, intento pasar entre Sstefany, y una copia de Wendy chocando sus hombros, pero cuando doy el primer paso, las dos me sujetan de los brazos para evitar que me marché.

—¿A dónde crees que vas puta? — me espeta la ex amiga de Gaby

—Yo no te hecho nada Stefany, déjame ir— digo medio temblorosa

—¿Nada? ¿Qué no me has hecho nada? — me ladra con rabia. No sé bien que responder a eso. Clava sus uñas rojas en mi piel, mientras yo ahogo un grito de dolor. Las carcajadas de Stefany retumban. —Esto no va a ser ni la mitad de lo que te pase. Solo es el inicio— me susurra en la oreja con un tono bastante amenazador. A las espaldas de mi atacante veo a las secuaces de Wendy. Cuando deja mi brazo en libertad, ella y las cuatro secuaces se pierden en medio de la multitud.

De dos de las cuatro señas de uñas en mi brazo, empieza a brotar pequeñas gotas sangrar. Camino bastante cabizbaja hasta mi clase de literatura. Me siento sin saludar a nadie, y entierro la cabeza entre mis manos. No soy una cotilla, pero Stefany se ha pasado con esto. Las marcas en mi piel me palpitan, y arden a la vez.

Pocos segundos después entra Gaby y me regala una sonrisa de felicidad. Me apretuja en sus brazos, y yo como puedo, le respondo. Se sienta junto a mí, y me hace contarle detalladamente como fue que Logan y yo acabamos juntos. Evito la parte, en donde terminé siendo desvirgada. Cuando acabo la rubia está con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

—Te dije que acabarían juntos— chilla llamando la atención de algunos estudiantes

—Grita más, no te escucharon en China

—Podemos quedar los cuatro y salir a cenar. Como una cita doble— dice emocionada.

A medida que continua el día, algunos maestros me saludan y me felicitan. Incluso algunos me piden que me cuide, y que si llego a sentirme mal, se los haga saber.

En la hora de literatura choco con Zed, no sé bien que decir o hacer.

—Hola

—Que gusto saber que ya despertaste— me dice con un tono de decepción. Sin poder controlar mis emociones lo abrazo, él parece sorprenderse, pero luego de unos segundos me sigue el abrazo. Siento unos ojos pegados en mi nuca, así que me suelto del abrazo, y giro. Wendy y Stefany me ven fijamente, mientras se hablan en susurros.

En la clase Zed me pregunta sobre cómo me encuentro y charlamos plácidamente. Pero todo se pone tenso cuando pregunta:

—¿Regresaste con Scott?

—Si— admito. Zed me regala una sonrisa combinada de muchos sentimientos. Cuando suena la campana, Zed me promete que ira a mi casa para platicar con calma, o siquiera que me llamara. Nos despedimos y yo me dirijo a la cafetería. No he visto a Logan en todo el primero periodo de clase, aunque no es raro ya que compartimos una sola clase. La de deportes.

Cuando diviso a Gaby, y a Matt en una mesa, sonrío y empiezo acercarme a ellos. Platicamos un poco, y yo les ruego que dejen sus cariños, para cuando no esté frente a ellos. En todo el periodo del almuerzo, Logan no ha aparecido. Empiezo a preocuparme, y Gaby lo nota. Busco por todo el lugar a Wendy ya que tampoco está, y mi corazón empieza acelerarse. Salgo del comedor y me dirijo a los baños. Entro al de hombres, pero todos están abiertos. Salgo y con el corazón a mil entro al de mujeres. Pero tampoco hay nada.

Respiro y agradezco que sean solo alucinaciones mías. Al final del día, nunca vi a Logan, ni siquiera Matt supo darme razón de donde se encontraba su mejor amigo.

Cuando la campana de salida suena, camino en medio de todos los alumnos. Me llevo algunos empujones, pero no pasa a más. Cuando salgo camino distraída hasta mi auto. En el momento que alzo la cabeza encuentro a Logan recargado en la puerta de mi coche. Sonríe y sus preciosos hoyuelos están a la vista de todos. Todo parece detenerse a nuestro alrededor y camino a paso lento. Disfrutando de su presencia, y su irremplazable parada de ropa negra.

Mi corazón se acelera cuando ya no estoy a más de diez pasos. Estoy segura que mis mejillas están rojas. Cuando nos quedamos frente a frente, Logan extiende aún más su sonrisa.

—Ángel— se limita a decir, y se me erizan los vellos de los brazos. —entra— medio ordena, medio pide. Pero yo estoy tan feliz que no tomo en cuenta su media orden y entro al coche sin chistar. Cuando el castaño sube al asiento del piloto, su aroma inunda el lugar y yo gustosa inhalo esa droga imprescindible para mí.


Mi círculo vicioso (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora