Mi círculo vicioso (Completa)

Capítulo 53

Siento que el colchón se hunde a mi costado derecho, por un momento pienso que es mi madre y suspiro con molestia. Pero en el momento que su inconfundible aroma llega a mis fosas nasales, mi corazón empieza a latir fuerte, tanto que su tamborileo retumba en mis oídos.

Su mano se posiciona sobre mi cuello causando que los pelos se me pongan de punta. Sus dedos empiezan a trazar círculos, y la piel me empieza arder. Todo el dolor y la ira que sentía hace unos minutos atrás empieza a desaparecer, y me dejo llevar con sus lindas y tranquilizadoras caricias. Pero en el momento que reaccione sobre lo que estoy haciendo me levanto de golpe, y sujeto la toalla con fuerza alrededor de mi cuerpo.

—¿Qué haces aquí? Te dije que te vayas

—No pienso irme Noah, no quiero que te alejes de mí— se ve tan herido y frágil que quiero arrojarme a sus brazos. —por favor...— súplica

—No puedo seguir con esto, no soy tu saco de boxeo

—Lo sé ángel, lo sé. Anoche perdí los estribos, y descargué toda mi furia en ti

Una lágrima rueda por mi mejilla y él la atrapa con su índice. Sus ojos están inyectados en sangre, y tiene un olor a alcohol que se mezcla con su aliento.

—Me lastimas— consigo decir al fin

Extiende sus brazos y me levanta con sumo cuidado para colocarme sobre su regazo. Entierro la cabeza en el hueco de su cuello.

—No sabes cuánto me odio por no ser bueno para ti— dice más para él que para mí

Me separa de su cuerpo, y con desesperación busca mis labios. No me niego cuando sus labios se unen a los míos. Chupa, succiona y muerde con veracidad, en el momento que su lengua choca con la mía, gimo. Sus labios se tragan mi gemido y empezamos una guerra por tener el control. Empiezo a sentir como se extiende la humedad por mi intimidad, a la vez que debajo de mí siento el bulto creciente de Logan.

Me separo unos segundos de sus labios sin saber muy bien lo que estoy haciendo y me pongo a horcajadas sobre su regazo. Me dejo manejar por mis hormonas y saco un instinto que no conocía. Empiezo a menearme sobre su entrepierna. Logan vuelve a besarme con veracidad y yo continuo el beso con la misma intensidad, sin detener mis movimientos de cadera. Aunque no puedo evitar sentir que ese beso transmite más de lo que somos capaces de decir. El castaño posiciona sus manos sobre mi trasero y empieza acelerar el ritmo de mis movimientos. Con cada segundo siento su dureza y me cuesta rotundamente mantener la cordura, y la sensatez.

Dejo caer la toalla a un lado y Logan gruñe cuando mis senos se quedan a su vista. Se lame los labios y sin perder el tiempo se lleva uno de mis senos a su boca, chupando y mordiendo. Con su mano derecha masajea mi seno libre, haciendo que la sensación sea más placentera. Dejo caer la cabeza atrás por la sensación tan exquisita y tengo que sostenerme de sus hombros para no caer. Como puedo abro los ojos y miro a Logan, él tiene su mirada pegada en la mía. Sus pupilas están tan dilatadas, y su iris esta tornado de un color oscuro, casi negro.

Me baja de su regazo para que me tumbe en la cama. Su boca deja mi pecho para empezar a formar un camino húmedo a través del valle de mis seos hasta mi ombligo. La piel me empieza arder y no sé a dónde se marchó la Noah tímida. Sus labios continúan bajando hasta llegar a mi cadera. Deja pequeños mordiscos y besos húmedos que hacen que mi cuerpo tiemble, y mi humedad se extienda aún más.

<<¿Cómo podemos pasar de los gritos a esto?>>

—Estás tan mojada— dice con voz ronca.

Su voz es jodidamente sexy y seductora, pero en este momento aún más. Da un leve apretón a mi muslo derecho, y yo tiemblo.

—Quiero saborearte— dice.

Me tardo en entender lo que dice, pero cuando lo hago, extiendo los labios y Logan sonríe con orgullo.

—No, ahí no. Aquí— dice señalando mi intimidad

—¿Qué?

Pero antes de acabar de vocalizar la palabra, la cabeza de Logan ya está entre mis piernas. Mi respiración se hace agitada cuando su lengua hace maravillas en mi intimidad. Como acto reflejo levanto las caderas para sentirlo más cerca. Con sus dos manos, me abre más las piernas y empieza a darme lengüetadas, en un punto que desconocía que existía. Cierro las manos en la sabana y me sujeto con fuerza de ellas por la sensación tan bestia que estoy sintiendo. Luego de unos segundos uno de sus dedos empieza a entrar y salir de mi. Siento un ligero escozor, pero no es tan molesto como la primera vez que lo hizo, ahora es más placentero. Su lengua dando ligeros golpecitos en ese punto tan preciado, complementa la sensación.

Mi excitación está a un nivel máximo. Quiero que Logan sea el primero. Y antes que pueda darle más vueltas al asunto, y que pueda arrepentirme...

—Por favor— suplico. Deseo hacerlo. Hacerlo con Logan Scott. No encuentro persona más adecuada. Logan se detiene, y puedo ver el debate entre sí mismo. —Por favor—repito

—¿Estás...?

—Calla, estoy segura— parezco una necesitada, pero en este momento es lo que menos me importa.

—Pero Noah... tengo que...

—¿No me deseas?

—No es eso ángel. No sabes cuánto tiempo llevo queriendo hacer esto, pero necesito...

—Entonces hazlo— le corto, y beso sus labios. Lo deseo más que a nada, y no quiero que siga hablando.

Logan cierra los ojos, y se encima sobre mi cuerpo, y empieza a devorar mis labios.

—Si te sientes mal, dime que me detenga ¿vale?

Asiento, y miro como se levanta hasta sus pantalones. Saca un envoltorio gris, y lo rompe. Empieza a colocarse el preservativo, y yo me siento nerviosa... demasiado nerviosa. Empiezo a pensar si estoy haciendo las cosas muy rápidas, pero ignoro esa vocecita.

—¿Estás...?

—Si me lo preguntas otra vez, te echare de mi casa

Me sonríe, y agita el preservativo que tiene entre el índice y el pulgar.

Logan mete un dedo en mi intimidad, y con su mano libre me acaricia un pecho. Mi respiración se hace pesada, al igual que la de él. En unos minutos más, saca su dedo y dice:

—Ya estás lista, muy mojada. Eso lo hará más fácil— dice y coge aire

Me abre las piernas, y se posiciona entre ellas. Me besa delicadamente, y en eso puedo sentir su amor, y necesidad.