—¿Por qué me estás ayudando? — le interrogo unas cuadras antes de llegar a casa de mi madre —digo, pensé que no te agradaba.
—No iba a dejarte sola caminando en la madrugada. — me responde en tono calmado, y hasta amable.
Nos quedamos en silencio unos segundos y aparca el coche fuera de casa de Carmen. Cuando abro la puerta del copiloto dice:
—¿Puedo darte un consejo Noah?— lo miro confundida, y asiento para darle paso hablar.
—Mereces alguien que se preocupe por ti, y no te deje tirada. Y sé que no soy el primero en decírtelo, pero tal vez Logan no sea para ti. Tal vez y el destino te tiene deparado a alguien especial; alguien que valga la pena
—¿Y qué pasa si el destino solo me está probando? ¿Qué pasa si soy la única persona que puede ayudarlo? — le ladro ante su acusación. Sé que probablemente tiene razón, pero no quiero admitirlo.
—Solo procura no destruirte en el camino. Una vez que te pierdes a ti mismo, es difícil encontrar el camino de regreso.
Me quedo congelada unos segundos, hasta que reacciono y digo:
—No es asunto tuyo
Bajo dando un portazo, y sé que estoy siendo una maleducada ya que Jake me ha ayudado bastante hoy, pero en este momento la educación es lo último que se me pasa por la cabeza. Y el alcohol en mi sistema no ayuda en nada, lo único que es hace que sienta las emociones con más firmeza.
He tratado de mantener la compostura, y no parecer la típica borracha que llora, pero cada vez se hace más difícil. Los pedazos de mi corazón resquebrajado caen en un pozo profundo, donde probablemente ya no tienen una forma de regresar.
Cuando atravieso la puerta de entrada, mi madre está sentada en el sofá individual. Cuando se alarma de mi presencia, dando grandes zancadas se acerca.
—¿En dónde has estado? ¿Qué son estas horas de llegar?
—Hoy no mamá— respondo sin ganas
—Y ¿has bebido?— me ladra acercándoseme a la cara, para oler mi aliento. —¿Qué demonios ocurre contigo Noah? Estás irreconocible
—Déjalo estar mamá
Camino hasta mi habitación e ignoro los gritos de mi madre, y ruego para que no suba y continúe aquí. No me permito derrumbarme, y alrededor de las sabanas hago puño para tratar de apaciguar mí dolor. Aunque todo parece ser inútil. Sé que la única persona que va a ser capaz de calmar todo, es él mismo quien lo causo.
<<Una vez que te pierdes a ti mismo, es difícil encontrar el camino de regreso>>
Las palabras de Jake se repiten una y otra vez en mi mente. Yo no me estoy perdiendo, solo quiero que Logan sea capaz de ver más allá de sus narices. Que comprenda que él puede ser feliz; que merece ser feliz. La vida está más allá de peleas. Pero todos mis esfuerzos parecen ser solo eso, esfuerzos vanos. Cuando pienso que por fin estamos avanzando, va y lo arruina todo. Con un paso que avanzamos, retrocedemos tres.
Me obligo a cerrar los ojos, y dejar de torturarme más. Trato de conciliar el sueño, pero tal y como veces pasadas, sus dos gemas grises no dejan de aparecérseme, aun cuando trato de dormir. Dejo que mis pensamientos viajen de la realidad, hasta mis deseos. Me permito imaginarme que Logan y yo somos una pareja normal. Donde no tengo que desconfiar de él, y los dos sabemos todo del otro. No nos ocultamos nada, y él se permite mostrarse tal y como es delante de todos.
Mi corazón dolido, empieza a sentirme más aliviado y mis parpados me empiezan a pesar. Me dejo llevar a mi mundo irreal, y caigo en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente, me despierto con un amargo sabor en la boca. Corro a cepillarme los dientes, y cuando veo mi reflejo en el espejo todo regresa a mi mente. Casi caigo de rodillas, en el suelo de hormigón por la repentina punzada que me cruzo el pecho. Me agarro fuerte de los lados del lavamanos y respiro profundo.
Quiero convencerme a mí misma que todo tiene una explicación; que Logan va a venir con una disculpa convincente, y todo va a parecer un mal entendido del que nos reiremos cuando todo termine. Pero mientas más lo pienso, menos sentido tiene. Es poco probable que Logan me explique algo, ya de por si es difícil que Logan hable, y me diga algo, como para que venga a explicarme su repentina desaparición de anoche. Es más, si siquiera tuviera la más mínima intención de algo, me habría llamado, o enviado un mensaje.
Bajo las escaleras temerosa de encontrar a mi madre. Me aproximo a la mesa, y encuentro una nota:
<<Regreso en cuatro días, no quiero encontrarme con sorpresas>>
No puedo evitar reír amargamente por la ironía de la nota. Hace meses atrás, mi madre me hubiera dejado sola de lo más feliz. En la nota estaría escrito un: <<Te quiero hija, cuídate>>, y no un <<No quiero encontrarme con sorpresas>>
Parecen siglos desde la última vez que escuche de sus labios decir: Te quiero. Sé que mi madre está decepcionada, pero yo también lo estoy de sus acciones. No estamos en el mejor momento de nuestra relación, pero tampoco hace un esfuerzo por arreglarla. Claro, yo tampoco me estoy comportando de la mejor forma. Nunca he llegado borracha, ni le he faltado al respeto. Y todo esto hace que me cuestione aún más si estoy haciendo bien las cosas.
<<¿Logan vale tanto como para sobreponerlo ante todo?>>
Tocan la puerta de entrada, y dejo el vaso de zumo a medio beber sobre la mesa. Mi corazón empieza a golpear fuerte contra mi pecho cuando imagino que es Logan. Los manos me empiezan a sudar y dudo entre abrir, o dejar que se marche, sea quien sea la persona que se encuentra al otro lado de la puerta.
Los golpes son más repetitivos, y más fuertes. Con pasos extremadamente cortos, me encamino hasta la puerta y giro la perilla con las manos sudorosas.
—Noah...— suspira con alivio recorriéndome de pies a cabeza con la mirada —Me alegro que estés bien — me suelta a la vez que me rodea con sus brazos.
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Mi círculo vicioso (Completa)
Roman d'amour- No resulte ser un ángel del todo, no hago milagros - El ángel se equivocó al escoger que demonio rescatar - No me arrepiento de haberlo hecho - ¡Abre los ojos Noah! - grita - Te quiero - musito con los ojos cerrados, recogien...