Me arrepiento al instante de a ver entrado, Noah esta con varios sueros conectados a su brazo, en su rostro tiene una mascarilla que le ayuda a respirar, a su lado izquierdo esta una máquina que mide su ritmo cardiaco. Me entra desesperación al ver que tan débil se encuentra su palpitar, el saber que puede dejar de respirar en cualquier segundo.
— Hola ángel — le hablo acercándome a la camilla, tomo con cuidado una de sus manos y la cubro con las mías — tienes que ser fuerte ¿sí? — siento como el puñetero nudo vuelve aparecer en mi garganta impidiéndome hablar del todo.
Su rostro está tan pálido que parece una hoja de papel, tiene los labios entre abiertos, resecos por la falta de humedad en su boca, su precioso rostro no está en calma como las veces que la he visto dormir. Ahora su bello rostro de ángel se encuentra demacrado, sin atisbo de vida, lo cual me pone mal.
— Yo siento mucho haberte metido en todos estos embrollos, siento mucho haberte inmiscuido en mi mundo, uno al cual no perteneces y quiero asegurarte que jamás vas a pertenecer a este
De vez en cuando le echo una ojeada a la máquina para revisar que su pulso no recaiga del todo, con la esperanza que crezca sus signos vitales.
— Pe-per-perdón ángel — una lagrima resbala por mi mejilla cayendo en su mano — Yo no quise arriesgarte a nada de esto —
Mi vista se empieza a nublar cada vez más, pero me niego a ser débil en el momento que Noah necesita de mi apoyo.
— Lucha por favor — le suplico — no quiero volver a sufrir una perdida — digo con la voz cortada — no me dejes
La puerta se abre dándome aviso que ya no puedo permanecer más tiempo con Noah, me aclaro la garganta y beso su frente. Me sorprende sentir su piel fría y no cálida como acostumbra estar.
Cuando salgo veo como una mujer desesperada pregunta a todo mundo sobre su hija, cuando me ve, corre a mí y me pide una explicación. El doctor se nos une y le explica el estado en el que se encuentra su hija, a la pobre señora se le llenan los ojos de lágrimas, y yo me veo incapaz de consolarla cuando yo soy el culpable, cuando yo estoy aún peor que ella.
— Pero ¿Qué ocurrió? — me pregunta
— Sera mejor que cuando su hija despierte ella misma sea quien le explique — inquiero, observo como la mujer recorre el mismo camino que yo recorrí para dirigirse a la habitación de su hija.
En la sala de espera me sorprende encontrar a Gabriela, le pregunto sobre Megan y me explica que se ha quedado en su casa a jugar con su hermano y que su nana cuidara de ambos. Me maldigo por permitir y acceder a que Noah me acompañe, por fallarle tantas veces.
Un oficial de policía se me acerca y me pregunta sobre lo sucedido. Lo más sensato que encuentro en ese momento es decir que Noah y yo íbamos a una fiesta en el muelle, era la primera vez que íbamos, luego de bailar un rato toda la gente se alboroto, se escucharon disparos y para nuestra mala suerte uno fue a parar en Noah, sorprendentemente creyó en mí, pese a los registros legales que ya tengo con mi nombre.
Sabiendo que Noah se encuentra al cuidado de su madre decido marcharme por un momento de allí, hago un movimiento de cabeza hacia Matt, entiende claramente lo que quiero decir y sale despidiéndose de Gabriela.
— Vamos al muelle — ordeno, sin dudar un segundo siquiera arranca el motor y nos dirigimos a mi destino.
Una vez allí, vi como el mismo gilipollas que le disparo a Noah festejaba junto a sus colegas, sin darle paso a la duda o a la razón, me acerque a él y le estampe varios golpes, ninguno de sus "amigos" me detuvo, no sé si eran inteligentes o sensatos.
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Mi círculo vicioso (Completa)
Romansa- No resulte ser un ángel del todo, no hago milagros - El ángel se equivocó al escoger que demonio rescatar - No me arrepiento de haberlo hecho - ¡Abre los ojos Noah! - grita - Te quiero - musito con los ojos cerrados, recogien...