Los maestros se encuentran en una junta, y nos han avisado que ningún maestro vendrá durante estas dos últimas horas. Con mi desesperado corazón, busco a Logan. Lo encuentro en la cafetería, y cuando me ve camina directo hasta mí. Ignorando a sus amigos, o lo que sean para él.
—Hey— me saluda. Le sonrío y siento que parte de la opresión que he sentido en el pecho, se desvanece.
—Hola— respondo. Me toma de la mano, y me guía hasta el estadio de St. Marie. Toda la gradería está completamente desolada, excepto por tres o cuatro personas que se encuentran a considerable distancia nuestra.
—Quiero ver como quedo— dice. Por un momento me quedo dudosa sobre a qué se refiere, y en el momento que levanta el dobladillo de mi polo, entiendo. Sus dejos trazan las señas de los puntos, y el contorno de la cicatriz. Su tacto hace que cierre los ojos, y me muerda la lengua para evitar gemir. Cuando me obligo abrir los ojos, observo que su ceño esta fruncido. Haciendo que dos líneas pronunciadas se formen. Su mandíbula se tensa, y sus labios forman una fina línea.
—Podrá dejar de notarse con tratamiento
—No quiero— respondo firme. —es algo parte de mí ya.
Para mi sorpresa no insiste más, y se sienta junto a mí.
—¿Cómo han reaccionado tus abuelos ayer?— le pregunto para romper el silencio que se ha formado
—¿Reaccionar? ¿De qué hablas?
—Por la visita de Megan— le explico. Me mira dudoso un momento, y luego parece darse cuenta de algo.
—Ah, muy contentos como siempre— las palabras salen atropelladas de sus labios. Me está mintiendo lo sé.
—¿Qué me estas ocultando?
—Nada— se apresura en decir
—Estoy harta que me ocultes cosas— grito. Y ya está, ya lo he dicho.
—No estoy ocultando nada— salta
—Claro que sí. No sé nada de ti, y si no hubiera dormido en tu casa, ni siquiera sabría sobre la existencia de Megan
—No es tu puto asunto
Yo me quedo boquiabierta observando como su cuerpo se va alejando de mi lado. Miro su nuca, con la esperanza que de vuelta y se disculpe, pero cuando se pierda por la puerta central, continuo con la mirada allí. A sabiendas que no va a regresar, mantengo la esperanza que en cualquier instante voy a verlo entrar de nuevo.
Por bien propio, entierro la mirada en las graderías de cemento. Me trago el nudo que tengo en la garganta, y me digo a mi misma que es otro de sus berrinches.
—Noah...— escucho desde la parte baja. Para mi sorpresa Jake, viene subiendo las graderías de dos en dos. Pero no viene solo, viene junto a los gemelos, y a Nick. Me pregunto de qué lugar se conocen. Aunque sinceramente no me interesa en este momento, realmente no me interesa ninguna de las cuatro personas que se aproximan.
Nick desde la golpiza de Logan, me dejo de hablar, y en consecuencia los gemelos también. Han forjado una amistad con Stefany, y Wendy, lo que conllevo que Gabriela también los dejara de hablar. Cada vez me sorprende más la forma en la que ha cambiado mi vida. Cuando llegue a este lugar, y los conocí, imagine que terminaría el año con su amistad, y tras terminar la preparatoria seguiríamos en contacto. Ahora solo tengo la amistad de Gaby, Zed y Logan, aunque tal vez Matt. Son en las únicas personas que puedo confiar. Mi círculo de conocidos es más amplio, pero el de amigos se basa en ese pequeño grupo.
—Hola Noah— saluda Jake.
—Hey— respondo de lo más indiferente. Aún sigo enfadada por lo que me dijo la última vez que nos vimos, bueno, cuando él me rescato. Pero si he de ser sincera, no he dejado de pensar en sus palabras.
Nick, junto a los gemelos se han sentado tres o cuatro gradas por encima de nosotros. Me sorprende lo indiferentes que pueden ser, tras haber formado en un inicio una amistad que prometía. Aunque no tengo que asombrarme, Logan ya ha ahuyentado a muchas personas de mi vida. Soy afortunada al tener aún al pelinegro y a la rubia.
—¿Qué haces aquí? — me atrevo a preguntar
—Tú madre me ha pedido que te lleve a casa— dice con una sonrisita socarrona —Han quedado para almorzar
—He traído mi coche—gruño. No quiero marcharme con Jake. Mi madre se esfuerza descomunalmente por tratar de unirme a él, que me resulta insoportable. Y a eso le aumentamos que sabe más cosas de las que querría, y en cualquier momento puedo abrir la boca. Y lo que sería aún peor, si Logan se entera armara un lío, y se enterara que la noche de la fiesta el me llevo a casa. Aunque no se lo he ocultado, él no me ha preguntado nada. Pero tampoco tendría el derecho de enfadarse, él lo ha provocada.
Así como en este momento, él solito se ha buscado todo lo que está pasando.
—Pues me llevaras tú— se mofa
—No pienso ir en coche contigo— la risita se le desvanece de la cara, y me siento triunfadora por unos segundos.
—¿Tienes miedo de lo que pueda decir de tu noviecito? —las palabras de su boca salen ásperas, como si tan solo pronunciarlas fueran acido o veneno para su lengua.
—No, pero no pienso estar a solas contigo durante veinte minutos
—Entonces llegaras a casa andando— y antes que pueda hacer algo, toma mi bolso de mi regazo y me lo arrebata. Me levanto tan rápido como puedo para arrebatárselo, pero es más rápido que yo y saca las llaves de mi coche antes que pueda hacer nada.
Intento quitárselas, pero se las mete en el bolsillo trasero de su apretado vaquero oscuro.
—¿Dame mis llaves?— le espeto con poca paciencia. Camino hasta su sitio, y le extiendo la mano.
—Tendrás que viajar conmigo si las quieres— toda la situación le parece divertidísima, mientras yo estoy a poco de lanzarme y golpearlo.
—Dame mis jodidas llaves
—¿Así que la niñita dice groserías?
—No es tu asunto— este momento lo que menos me importa es mi vocabulario. Siento como la vena de mi cuello palpita, y se que debo estar roja del cólera. Aunque a Jake, todo sigue causándole gracia. Me llevo las manos hasta las sienes, y me masajeo. Un dolor de cabeza descomunal esta por partirme la cabeza.
—Vale— accedo. No quiero continuar con una pelea que estoy segura que no voy a ganar.
Y tampoco tengo el mejor de los ánimos, para lidiar con el imbécil que tengo en frente. Ni siquiera puedo lidiar con Logan. Ni siquiera puedo lidiar conmigo misma.
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Mi círculo vicioso (Completa)
Roman d'amour- No resulte ser un ángel del todo, no hago milagros - El ángel se equivocó al escoger que demonio rescatar - No me arrepiento de haberlo hecho - ¡Abre los ojos Noah! - grita - Te quiero - musito con los ojos cerrados, recogien...