Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.

Capítulo 9.

—¡Vamos, Eloy! ¡No querrás perderte el espectáculo!.—animó Esmeralda mientras jalaba del brazo al nombrado.

El príncipe se sonrojó y siguió a la dulce niña por los pasillos de la reconstruida Fontana Roja. Desde el ataque de las Trix, Helia había estado muy ocupado con los daños causados, sin embargo, la derrota de las hermanas es celebrada con gozo en el salón principal de la escuela, Flora se encargó de organizar todo con la ayuda de Mirta. Asistieron las hadas de Alfea también, terminaron sus exámenes finales con calificaciones exelentes y se ganaron la fiesta, las hechiceras de Torre Nubosa no corrieron con la misma suerte, al ser la semana de bromas, una alumna llenó de crema batida el despacho de Selina, lo cual no le causó nada de gracia y la pagaron todas las estudiantes.

Adora y Soraya estaban presentando una coreografía diseñada por ellas, Arwen estaba muy contento de que su chica y su hermana se llevaran tan bien, sacaba montones de fotos orgulloso de ambas. Lux observó más de una vez lágrimas que salían de sus ojos, lo cual le causaba gracia.

Tristán se acercó a la jóven sin que ella se diera cuenta y se posicionó a su lado.

—Hey, sabionda.—la llamó de forma casual, haciendo que se sobresaltara.—¿Quieres bailar conmigo? Apuesto a que soy mejor bailarín que tú.

Lux le lanzó una mirada retadora y bajó a ver la mano extendida del muchacho.

—En tus sueños, príncipe de pacotilla.—aceptó el desafío y comenzaron a bailar al ritmo de la música.

Desde un rincón, Marga observaba la escena con diversión, quería a Soraya y todo, pero le causaba gracia todo ese triángulo amoroso, sobretodo porque la rubia técnicamente estaba excluida de esa historia. La morena se prometió así misma no caer en algo así, los noviazgos no eran para ella.

Flora estaba disfrutando de la danza de sus sobrinas al lado de su amado Helia, quien a pesar de estar muy ocupado, aceptó asistir al evento.

—Todo quedó genial.—halaga el azabache pasando el brazo por los hombros de su esposa.

—Gracias.—la mujer sonrió, pero el gesto se desvaneció al instante.—Aun que se siente raro hacer una fiesta sin la ayuda de Stella.

En eso, Flora siente un jalón en la manga de su blusa. Al bajar la mirada, se encuentra con los ojos de Corde.

—¿Qué sucede, Corde?.—preguntó con dulzura.

—Nada... Sólo quisiera que mamá y papá estuvieran aquí.—contestó algo deprimido.

Al hada de la naturaleza se le estrujó el corazón ante tal confesión, ella también extrañaba a sus amigas, sin embargo, lo que ella siente no es ni la cuarta parte del dolor que sienten esos niños al no tener a sus padres cerca, mucho menos saber de ellos.

Abrazó al chico para consolarlo.

—Muy pronto celebrarán con nosotros, ya verás.

(...)

En el escondite de las Trix, las tres hermanas estaban lanzando humos por las orejas, fueron humilladas por unos mocosos sin gracia.

—No lo entiendo, ¿Cómo lograron vencernos? Tenemos el poder más grande de la dimensión.—cuestionó Darcy con la mano en la barbilla.

—Eso no es suficiente para vencer a nuestros chicos.—se metió Layla quien seguía encadenada.

—Más la influencia de Flora y Helia.—añadió Sky con una sonrisa.—Están acabadas.