Capítulo 23.

1.9K 107 48
                                    

—Bienvenidos a Linphea, chicos.

La nueva generación bajaba de la nave completamente asombrados, ese planeta era hermoso, tal y como se ilustraba en los libros de historia que su tía Flora los obligaba a ojear.

Estaba frente al palacio real, que estaba construido en el árbol más grande del planeta, era una estructura majestuosa. Azucena entonó un silbido y este hizo que varias hadas—al parecer, sirvientas reales.—se acercaran a los muchachos y les dieran una cálida bienvenida.

—Puedo acostumbrarme a esto.—afirmó Corde al recibir galletas y una bebida chocolatada.

Unos guardias salieron del palacio, escoltando nada más y nada menos que a la reina de Linphea, Krystal, que a su lado iba la hermana menor de Flora, Miele. Ambas con la frente en alto, pero la última se le notaba la preocupación en sus facciones.

—Es un gusto volver a verlos, niños.—habló la reina con una voz tan pasiva que, según Tristán, parecía que se había fumado algunos antes de recibirlos.

Miele reconoció al instante a sus sobrinas y no dudó en correr a abrazarlas, estaba muy asustada por lo que había pasado en Fontana Roja y solo quería saber que estaban sanas y salvas.

—¡Tía Miele! ¡No podemos respirar!.—se quejó Marga.

Soltó a las niñas con rapidez, avergonzada de sus impulsos.

—Lo lamento.—se disculpó volviendo a su posición junto a Krystal.—Es que desde la llamada de Flora, no he podido dormir bien pensando en ustedes.

—¿Así que la tía Flora te llamó a tí ese día?.—preguntó Lux señalandola.

—¡Claro! Era la única persona en la que Flora confía que las Trix no tiene en la mira,—comenta relajandose un poco.—Daphne es un blanco fácil, ella misma lo admitió y Linphea no es un planeta que se haya alzado en contra de ellas como lo hizo Eraklyon.

—¡¿Eraklyon atacó a las Trix?!.—exclamaron los mellizos al mismo tiempo.

—Me temo que si, chicos.—intervino Krystal apenada.—Su abuelo desde un principio estaba rechazando la alianza e intentó salvar la dimensión por su cuenta. Tristemente, ahora su planeta es uno de los ya conquistados por las hechiceras.

Los hijos de Bloom no lo digerían ¿Como su abuelo pudo ser tan tonto como para defenderse solo? Sabían que el padre de Sky era orgulloso, pero ese orgullo se le fue de las manos. Ahora ellos estaban sin planeta, sentían una soledad inmensa desde que Krystal les dió aquella noticia.

—Lo importante ahora es que están a salvo...—Azucena intentaba aligerar el ambiente, pero Arwen la interrumpió.

—Su alteza,—se dirigió a la reina.—ahora que las Trix tienen el poder de la compañía de la luz ¿Tienen algún plan de emergencia?.

Krystal sonrió, esperaba que alguien lo preguntase.

—Por supuesto, joven Arwen.—afirmó asintiendo levemente con la cabeza.—Es simple: reclutar una nueva compañía de la luz.

—No es tan simple.—intervino Adora frunciendo el ceño.—Nadie tiene el nivel de poder que tienen nuestras madres, es imposible conseguir tal energía en poco tiempo.

—¿En serio?.—cuestionó aún con su sonrisa.—Porque justo ahora estoy viendo a 9 grandes opciones y todos tienen la llama del dragón en su interior.

La nueva generación se miraron entre sí ¿Esa mujer hablaba en serio?.

—Chicos, sé que Flora me mataría por dejarles este peso, pero ella me dijo que ustedes estaban dispuestos a combatir.—habló Miele mirandolos suplicante.

Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora