Capítulo 24.

1.8K 99 33
                                    

—¿Están listos, chicos?.—preguntó la princesa de Linphea con mirada asesina.

Tristán y Arwen estaban en posición de batalla, ambos con las manos de frente y las piernas separadas, esta guerra tendría muertos, eso era seguro.

—Mas que nunca, nena.—contestó el rubio guiñando un ojo y sonriendole coqueto.

Adora rodó los ojos «Hombres, son todos iguales». Siguió leyendo su libro de hechizos, después lo regañaría.

Azucena elevó la pelota con la mano izquierda y con la derecha le pegó, pasando por encima de la malla.

Estaban jugando un "amistoso" juego de voleibol en uno de los jardines reales. Aquel patio enorme era el único al que le llegaba el sol a las 3 de la tarde, lo cual aprovecharon al máximo para sus entrenamientos con un poco de diversión veraniega.

Eran Azucena y Lux contra Arwen y Tristán, a Marga le pareció una excelente idea que mejoraran su aptitud física con juegos competitivos, ya que al fin y al cabo, provocaba que dieran lo mejor de sí, aún más porque Tristán se había recuperado por completo de su brazo. Ella observaba cada movimiento de los chicos para saber sus puntos débiles y mejorarlos.

Adora estaba en una tumbona leyendo bajo el sol con un vestido celeste playero, unas gafas de sol y su cabello amarrado en una trenza simple. Eloy y Corde disfrutaban de la única piscina entre todos los jardines, cabe destacar que no tenían trajes de baño y quisieron meterse desnudos, suerte para todos que Miele les compró unos. Soraya estaba tomando el sol en una tumbona al lado de Adora, pero a la media hora se quedó dormida y Arwen tuvo que buscarle una sombrilla para que no se quemara. Con respecto a Esmeralda, la niña estaba con la reina Krystal, le pidió que le enseñara hechizos de sanación y plantas de lo mismo, quería ser útil para sus primos y hermana a la hora de enfrentarse a las Trix, Krystal estaba entusiasmada por la iniciativa de la jóven así que empezaron de inmediato.

Mientras tanto, Tristán había hecho un remate, Lux no pudo llegar a la pelota antes de que cayera al suelo y le anotó el punto ganador a los chicos, quienes victorearon dando un salto y chocando sus pechos.

—Somos imparables.—presumió Arwen con pose de diva.

Adora se detuvo a verlo con una ceja levantada, el rubio captó esa mirada y rió nervioso.

—Tranquila, mi vida. Que tú eres la única que me frena.—intentó salvarse de esa, cosa que consiguió con éxito al ver la media sonrisa de su novia.

Lux se estiró un poco para relajar los músculos, jugar contra ellos no era fácil sin sus poderes. Mientras Azucena se retiraba a tomar un poco de agua, Tristán se acercó disimuladamente hacia la pelirrosa, en el camino arrancó una flor para dársela, Arwen le dijo que esa era la mejor técnica de atracción.

Se posó detrás de ella y puso la flor en su campo de visión, Lux dejó de estirarse y suspiró dándose la vuelta para ver al pelirrojo, quién lucía adorable todo sonrojado.

—Es para tí.—le volvió a tender la flor.

La hija de Tecna la aceptó con una mueca de tristeza.—Tristán, no creo que sea...

—No te preocupes por responderme, sé que me vas a decir lo mismo de "tenemos cosas más importantes de las qué ocuparnos" o "Tú amas a alguien más, solo que no lo haz descubierto".—imitó sus palabras con voz aguda.—Tal vez estés equivocada y mi alma gemela... Seas tú.

Lux estaba incómoda, no quería hablar de eso ahí afuera con sus amigos capaces de escuchar todo.

Tartamudeó antes de devolverle la flor y mirarlo con pena.

Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora