Capítulo 38.

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—¡Tía Tecna! ¡Ni siquiera me diste tiempo de atacarla!.—Marga hizo un puchero, seguía levitando junto con Eloy gracias a la magia de Azucena.

Las Winx llegaron al escenario, podrán no tener poderes, pero gracias a la tecnología de Tecna y el ingenio de Layla, lograron unirse a la pelea sin ser descubiertas. La madre de Lux había capturado a Stormy en una jaula electromagnética aprueba de hechizos, aprovechando la distracción de los más pequeños.

Asimismo, Krystal se llevó a la mujer encerrada a la nave para hacerle compañía a, la ahora calva, Darcy.

Icy observaba con susto como sus enemigos la iban acorralando. Volteó a su derecha, percatadose de que Adora y Tristán estaban desvaneciendo los tornados, la espada de Oritel cotrarrestaba la magia negra mientras que el hechizo "Luz cegadora" de la jóven terminó por deshacer aquel desastre causado por Stormy.

Muchos guerreros y hadas fueron cayendo, Miele llegó a tiempo para expandir su magia entre todas las víctimas y hacer que lleguen al suelo sin daños mayores. Entre esos estaba el rey Radius, quién quedó inconsciente y Lux, que voló hacia donde estaban nuestros protagonistas.

—De verdad traté de alcanzar el comienzo del tornado, pero las ráfagas de viento me lo impedían.—la pelirrosa lucía apenada, aterrizó al lado de su madre.

—Tranquila, cariño. Lo importante es que tú y mi padre están bien.—Stella le regaló una sonrisa de comprensión, luego volteó hacia Icy y la miró con el ceño fruncido.—¡Ahora, perra! ¡Devuélveme a mi hijo!.

Icy tomó a Arwen y lo posicionó frente a ella, como escudo, no podían hacerle nada teniendo al mayor de la nueva generación... ¿O si?.

—Icy, entrégate de una vez. Has perdido.—ordenó Bloom dando un paso más adelante que el resto.

—¡Jamás me rendiré! ¡Sigo siendo más poderosa!.—exclamó intentando ser intimidante.

—¿Más poderosa? Por favor, se te nota a kilómetros lo muerta de miedo que estás.—se burló Musa con las manos en las caderas.

La villana lanzó un grito furioso, una tormenta empezaba a aproximarse, causa del descontrol de Icy. Poco a poco, granizo comenzó a caer del cielo y no faltaba poco para que el clima destruyera lo que quedaba de isla.

—Debemos parar esto rápido.—dijo Layla montada en una patineta voladora.

—¿Como la detenemos?.—preguntó Lux.

—Debe tener algún objeto donde almacene la llama del dragón, al destruirlo, volverá a nosotras.—explicó su madre.

—Tecna, ¿Es algo como eso?.—Stella señaló un collar de diamantes colgado en el cuello de la bruja.

Todos se sintieron super estúpidos por no darse cuenta desde un principio que ese collar no cuadraba en su vestimenta corriente.

Icy tenía llamas en los ojos, habían alcanzado más de su límite. Quería hacerlos pagar a todos, a cada uno. Destrozarlos con lo que más les duele, posó su mirada en su primera víctima, a la más fácil de acabar.

Ella comenzó a reír a carcajadas.

—¿Que te parece tan gracioso?.—inquirió Riven, cruzando los brazos.

—Olvidan que dejaron a mis hermanas sin supervisión, ellas no podrán salir de la nave, pero nada impide que me pasen sus poderes.—comentó mirando tentativamente a Arwen.—Ahora es un buen momento para usar los hechizos de Darcy.

Cerró los ojos mientras un aura azul se expandía por su cuerpo, al mismo tiempo que sus hermanas—dentro de una celda en la nave de Linphea.—eran cubiertas por ese mismo manto, solo que con sus colores característicos. Icy colocó la palma de su mano extendida en la frente de Arwen, citando un conjunto en voz baja.

Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora