Capítulo 11.

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—Chicos, ya les dije que no quiero nada.—repitió por décima vez la hija de Tecna.

Arwen y Adora le habían vendado los ojos a su amiga y la guiaban por los salones de clases. Después de comprender el regalo de Tristán, la pareja buscó por toda la escuela al hada de la electricidad hasta que la hallaron comiéndose el pastel a escondidas. Desde entonces, llevan minutos caminando.

—Si, claro. Y no te vimos comiéndote el pastel que despreciaste.—comentó Arwen con ironía.

Lux se sonrojó, en ese momento se sintió como una niñita siendo descubierta por una travesura.

—Es que estaba deliciosa. No pueden culparme por eso.—se excusó recordando lo lleno que tenía el estómago

—Y es por eso, y muchas cosas más, que hace falta otra sorpresa.—dijo Adora sonriendo.

—Ustedes vayan a follar y déjenme sola, que por lo menos se diviertan en este día.—opinó la cumpleañera como si nada.

El comentario dejó a los enamorados boquiabiertos. A Arwen le gustaba la idea, a Adora no tanto. Le había prometido a su madre que sería virgen hasta el matrimonio y tenía pensado en cumplirlo.

Llegaron a un salón, dejaron a Lux en medio de este sin que ella supiera que pasaba. Se alejaron unos metros de ella, el hada al no sentir el contacto físico de sus amigos frunció el ceño.

—¿Esto es una broma?.—inquirió sin gracia.

—Solo cállate y quítate la venda.—ordenó el hada de la luz emocionada por la siguiente reacción de su mejor amiga.

Al destaparse los ojos, Lux pudo apreciar una enorme pantalla conectada a muchos cables junto con una fuente de energía muy poderosa; pero lo que más le llamó la atención, fueron las personas que la estaban saludando dentro del monitor. La jóven de 15 años comenzó a derramar lágrimas, Tecna y Timmy estaban ahí, a través de una videollamada, pero estaban ahí.

—¡Mamá, papá!.—exclamó eufórica al verlos después de tanto tiempo.

—Hola, princesa.—saludó su padre, lucía cansado y con más arrugas, pero cargaba una gran sonrisa.

—Feliz cumpleaños, cariño.—dijo su madre, observando detalladamente a su hija, apreciando sus cambio físicos.

La chica se acercó más a la pantalla, ignorando su alrededor. Solo quería a sus padres, era el mejor regalo de cumpleaños.

Posó su mano en el vidrio, pensando que así sentiría la presencia de su amada familia y sin previo aviso; lloró más fuerte.

—¿Cómo es que...?.—trató de preguntar limpiándose las lágrimas.

—Todo fue idea de Tristán,—comentó Tecna sonriéndole al nombrado que se encontraba en un rincón.—nos contactó a través del celular de Flora y nos dijo su idea.

—Lo ayudamos a armar esta gran computadora y con la magia de tu madre pudimos ampliar la red de conexión.—complementó Timmy acomodándose los lentes.

La jóven volteó a ver al pelirrojo, podía ser un fastidio las 24 horas del día, sin embargo, tenía el corazón más grande y noble que haya visto. Le sonrió entre lágrimas, la primera sonrisa de agradecimiento que le dedicó a Tristán. El príncipe de Eraklyon se sintió completo al recibir ese gesto, le extendió los brazos y Lux no dudó en abrazarlo.

—Gracias, de verdad. Eres asombroso.

—Tranquila, sabionda. Vas a hacerme llorar.—dijo sarcástico con una sonrisa en el rostro.

Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora