Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.

Capítulo 16.

—¡Adora, esperanos!.

La chica corría a la velocidad de la luz impaciente por ver a su amado ya conciente, estaba muy emocionada y aliviada, Arwen está fuera de peligro, la idiotez de su hermano no lo había matado. Quería estrujarlo en sus brazos y nunca soltarlo.

A unos metros más atrás, Marga, Eloy, Esmeralda y Tristán intentaban seguirle el paso, pero en definitiva no podían con una chica enamorada.

«Ahora si te esfuerzas ¿Verdad? Ya sé qué haré en el próximo entrenamiento». Pensó Marga bufando.

Soraya había despertado hace rato, pero antes de que sus amigos fueran a perseguir a la pelirroja, escuchó que Tristán se había ofrecido a cargarla. Así que fingió seguir dormida para consentirse un poco.

—No había corrido tanto desde que Marga y yo nos escapamos al bosque y una criatura nos persiguió hasta la entrada de la escuela.—comenta Esmeralda a Eloy casi sin aliento por el esfuerzo físico.

—¿Quien te manda a picarle el ojo con una rama mientras dormía?.—se metió Marga en la conversación algo molesta mientras recordaba la anécdota.

—¡Pensaba que estaba muerto! ¡No me juzgues!.

Adora abrió la puerta de la enfermería de golpe, encontrándose a sus tías revisando a Corde quién también había despertado para sorpresa de la princesa. El resto de la nueva generación llegaron a la posición de la chica súper agotados.

—Pensándolo bien, deberíamos dejar que las Trix capturen a Arwen.—analiza Tristán con diversión.—Si es como me lo imagino, Adora termina asesinandolas en 7 segundos.

Su melliza lo fulmina con la mirada por un breve lapso de tiempo para luego caminar hacia la camilla del rubio.

El príncipe de Solaria estaba sentado en su camilla leyendo una revista de farándula, lucía muy sereno.

—Arwen.—susurró la chica con ojos brillantes.

El nombrado volteó, dejó la revista a un lado y le sonrió a su novia.

—Hey ¿Que tal todo?.

Adora comenzó a llorar en silencio, preocupando al rubio. Acto seguido, la chica pegó un grito mientras se colocaba encima de Arwen y lo abrazaba.

—¡Estás bien! ¡Gracias al dragón que estás bien!.

Quedaron frente a frente, Adora podía notar que su amor seguía un poco agotado y mareado, aún no se le pasaba el efecto de la anestesia. Posiblemente su tía Flora le haya inyectado más.

El príncipe de Solaria la observó con curiosidad para luego tocarle la nariz con el dedo índice y soltar una risita adormilada.

—Ese grano en tu nariz se ve más hermoso de lo que crees.—coqueteó sonrojando a su novia.

—Ok, deberías descansar un poco más.—recomendó empezando a levantarse.

—No no no no.—repitió varias veces tomándola de la muñeca y estrujandola en sus brazos, acostandola junto a él.—Tú duermes conmigo.—sentenció cerrando los ojos y sonriendo como un niño.

Adora volteó a ver a sus amigos y tíos en busca de ayuda, pero estos solo se reían en silencio mientras hacían señas de que no harían nada. La peliroja los miró mal.

(...)

—Corde ¿Necesitas algo más?.—preguntó Esmeralda mientras recogía la taza en donde el niño había tomado un té.