—¡Corre, Arwen! ¡Ya casi llegamos!.
La pareja corría a gran velocidad por la destruida Fontana Roja. Cuando vieron las condiciones de la escuela, no dudaron en buscar a sus amigos, estacionaron la moto en el estadio y se toparon con Codatorta todo malherido. Este les dijo que las Trix habían atacado y que la nueva generación estaba en la enfermería por la brutal batalla; no dejaron terminar al hombre cuando salieron en el encuentro con su familia.
—¡Adora, cálmate! ¡Te vas a caer!.—advirtió el príncipe de Solaria, él llevaba los tacones de su novia en la mano, sin embargo, ella podía pisar el vestido y caerse.
—¡No me importa! ¡Quiero saber cómo están todos!.—exclamó desesperada.
Al llegar a la entrada de la enfermería, la pelirroja abrió la puerta sin tocar antes y se quedó congelada. Arwen llegó a los segundos, tantas emociones por unas horas era demasiado para cualquiera.
—Vaya hora de llegar.—Noah tenía un brazo vendado, miraba a la pareja con reproche.
La enfermería estaba llena de especialistas gravemente heridos, unos cuantos ayudando a las enfermeras y otros al borde de la locura.
—¡Arwen!
El nombrado junto con su novia voltearon, la hermana menor del chico llegó corriendo y lo abrazó de la cintura. Arwen sintió un alivio interior al saber que su hermanita estaba a salvo.
—¿Estás bien? ¿No te hicieron nada malo?.—preguntó rápidamente agachándose a la altura de la rubia, pudo notar algunos rasguños menores en su rostro y sus brazos.
—No, estoy bien.—afirmó con los ojos llorosos.—Pensé que las Trix los habían matado, Marga y yo vimos como se fueron pero jamás regresaron.
Al chico se le estrujó el corazón al verla así, su hermana preocupada por él durante una batalla mientras que tenía una noche de pasión con su novia.
—Tranquila.—la volvió a abrazar.—Ya estamos aquí.
—Soraya, ¿Donde están los demás?.—Adora se metió en la conversación sintiéndose mal.
—Será mejor que vengan conmigo.—dijo aún con lágrimas en los ojos.
Ninguno dijo nada, simplemente asintieron y siguieron a la niña hasta una habitación de la gran enfermería. Al entrar, vieron dos cortinas cubriendo unas camillas, Corde dormía en un sofá, lucía resfriado y la nariz le sangraba, Esmeralda lloraba y temblaba en las piernas de Marga, quien le acariciaba el cabello pero tenía la vista perdida. Adora no dudó en abrazar a Lux cuando la vió caminando en círculo por la estancia.
—¡Son unos malditos!.—gritó el hada de la electricidad zafándose del agarre de su mejor amiga.—¡Me preocupé por ustedes! ¡Pensé que esas brujas les habían hecho algo! ¡Pero ustedes seguían en su maldita cita!.
—Yo no...—Adora comenzó a llorar, se sentía tan culpable, pudo haber ayudado en la batalla.
—Lux, por favor. Cuéntanos lo que pasó.—Arwen intervino colocando una mano en la espalda baja de su chica.
La jóven pelirrosa, un poco más calmada, los invitó a sentarse en unas sillas que habían en la habitación.
—Cuando ustedes se fueron, la "tía Musa"—resaltó, haciendo comillas con los dedos.—vio el artefacto, pero no dijo nada. Resulta ser que ella fue Darcy todo este tiempo, se infiltró en la escuela para sacar información.
—No puede ser.—murmuró el hada de la luz tapando su boca.
—Mi invento provocó que la barrera mágica se debilitara. Darcy hipnotizó al tío Helia para que atacara a la tía Flora.—Lux paró, se quitó los lentes para limpiarse las lágrimas y continuó.—Fue horrible, jamás había visto al tío Helia tan furioso y con tantas ganas de matar.
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Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.
FanfictionUn nuevo año ha llegado a la nueva generación, donde se pondrá a prueba a los mayores. Las Winx y los Especialistas creyeron que sería un año normal y felíz, pero se equivocaron. La llegada de las Trix alarmó a toda la dimensión, aún más con su nuev...