Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.

Capítulo 30.

—No despierta.—dice por octava vez en el día la princesa de Solaria con un puchero.

—Soraya, llegamos hace unas horas, relájate. Ni estás así por tu hermano.—reprochó Marga sobándose el hombro que se lastimó en la misión.

—¡Capturaron a Arwen!.—lloró a mares cuando recordó lo que le había pasado a su hermano mayor.

—¿Tenías que recordárselo?.—preguntó retóricamente Corde a Marga mientras le pasaba las vendas.

Hace aproximadamente 4 horas que los chicos habían llegado a Linphea malheridos y con la nave estropeada. Directamente fueron recibidos por sus primos y la reina, quienes ya estaban informados sobre la exitosa misión, al ver que faltaba la pareja, Azucena-cargando a Tristán.-tuvo que explicar lo sucedido.

Lux casi se desmaya al ver el estado del mellizo y descubrir que su mejor amiga estaba en manos de las Trix; Arwen le había dicho que todo salió a la perfección, no se imaginó que de verdad serían tan estúpidos como para quedarse a luchar.

Los recién llegados fueron trasladados a la enfermería para atención médica de emergencia, Soraya tenía una crisis, se sentía muy sola sin su hermano y con Tristán inconsciente. Corde estaba preocupado por sus amigos, en especial Marga porque tenía heridas graves. Esmeralda se asustó cuando le contaron y no dudó en ir a ver a su hermana y a su querido Eloy, pero el segundo estaba tan activo como siempre, nada le dolía.

Tristán aún no despertaba, una vez que fueron atendidos en la enfermería, llevaron al inconsciente a la habitación que compartía con los chicos. Obviamente, sus primos se quedaron con él hasta que despertase.

—¡Me molesta que se preocupe más por un idiota que por su hermano o su mejor amiga!.—confesó la hija mayor de Flora recordando que Soraya ni la volteó a ver cuando llegaron.

—Creeme, a mi también.—el niño suspiró, últimamente se sentía muy excluido a pesar de que la rubia lo buscase para hablar.—Sabes como es ella. Además,—señaló a la adolescente que estaba en una esquina del cuarto.—hasta Lux se ve más alterada.

El hada de la electricidad tenía los brazos cruzados, apoyando la espalda contra la pared mientras movía el pie con nerviosismo. Le rogaba al cielo que Tristán despertase y que sus amigos estén bien. Todo se les había salido de las manos y no se sentía tan frustrada ni cuando se llevaron a sus tíos por su culpa.

Se acercó a la cama ante la mirada de todos los menores y se sentó a un lado de la cadera de Tristán para mirarlo mejor. Verlo así la destrozaba, siempre se llevaba la peor parte ¿Y si no volvía a despertar? Lo dudaba, según Miele, lo habían atendido a tiempo. Esos pensamientos tristes se fueron rápidamente cuando se percató de que un párpado se movió.

Pensó que fue alucinación de ella, hasta que el chico volvió a hacer ese movimiento con ambos párpados. Lux se enfureció tanto que le dió una cachetada muy fuerte, haciendo que este casi se cayera al suelo. Soraya chilló ante tan repentino acto mientras que los demás observaban atónitos.

—¡¿Por qué hiciste eso, Lux?!.—la princesa de Solaria estaba furiosa.

Sin embargo, Lux la ignoró, mirando con decepción al pelirrojo.

—Estuviste despierto todo este tiempo ¿Verdad?.—acusó con una voz sorpresivamente ruda.

—Desperté cuando me trajeron aquí, pero estaba muy cansado para que se me abalanzaran.—respondió como si fuese lo más obvio del mundo.

La pelirrosa se levantó tan rápido que los chicos se sobresaltaron, se sentía una completa estúpida por preocuparse por él.

—Eres un maldito imbécil.—escupió con amargura, dejándolo muy sorprendido. Caminó hasta la puerta cuando se detuvo y añadió:—Y por si no llegaste a escuchar: Arwen y Adora fueron capturados por las Trix para que lograras escapar.