Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.

Capítulo 26.

—¡Abran paso que llegó la heroína de esta misión!.

Soraya corrió hacia el puesto que la reina le había indicado hace unos momentos, Lux la siguió de mala gana, no comprendía el porqué le había asignado una compañera tan escandalosa.

—No te emociones mucho, Soraya.—mencionó tomando asiento frente a la computadora.—Solo serás mi ayudante.

La princesa de Solaria infló los cachetes, molesta por la falta de prestigio que le daban ¿Acaso todos pensaban que no sabía hacer nada útil? Pareciera que solo le dan importancia a Eloy y Marga entre los menores.

Krystal apareció en la habitación con suma elegancia, digna de una reina. Detrás venía la nueva generación, Azucena y Miele; todos listos para el gran riesgo que estaban tomando.

Arwen, Adora, Tristán y Azucena cargaban trajes completos color negro para la agilidad de sus cuerpos, la tela con la cual fueron fabricados era exclusiva de Zenith, Lux le había pedido ese pequeño favor a su rey y este aceptó sin rechinar, lo que sea para dejar en desventaja a las hechiceras.

Eloy y Marga optaron por la comodidad de sus propios trajes de entrenamiento, al fin y al cabo, se suponía que ellos no saldrían de la nave.

—Esto será rápido y breve,—comenzó Miele colocando un mapa en el centro de la mesa.—Ya que Eraklyon está protegido por magia negra, fácilmente podremos hacer una brecha aquí.—señaló el punto medio superior del planeta.—Se logrará con la intervención de Lux y Soraya, lo que Eloy debe hacer es colocar el dispositivo en ese lugar.

La hija de Tecna sacó el apartado con el cual debilitó la barrera de Fontana Roja, durante las noches le hacía modificaciones ya que tenía la intuición de que serviría más adelante.

—Una vez puesto el dispositivo, Lux les dará acceso al planeta sin ser descubiertos.—continuó Krystal apoyada de la mesa.—Una vez ahí, Marga debe ser discreta con la nave e ir hacia este punto.—señaló un lugar frente a la parte trasera del castillo, con un enorme río de por medio.—Ese es el pasadizo secreto que lleva a los túneles subterráneos.

—Dentro, pasarán por el camino indicado en el GPS del reloj de Arwen.—Miele le tendió el reloj al nombrado.—Donde termina la línea amarilla, estará esperándolos una gran puerta; la melodía que Corde grabó ayer es la llave para abrirla.—indicó poniendo la grabadora encima de la mesa.

—¿No hay guardias custodiando esa zona?.—interrumpió Adora pensando en cualquier percance que se les avecine.

—Por algo le pedí ayuda a Esmeralda.—contestó Krystal sonriendo.—Un simple dibujo bien elaborado con un poco de magia puede convertirse en la distracción perfecta.

La reina le indicó a la menor que colocara una de sus pinturas en el suelo. Una vez hecho esto, la gobernante de Linphea hizo movimientos con los brazos para liberar al conejo dibujado en el lienzo. Los jóvenes presentes quedaron asombrados al ver como el animal brincaba como si fuese real.

—La reina Krystal hizo unos estuches mágicos para las pinturas,—explicó Esmeralda entregando unas pequeñas cajas a los 4 adolescentes.—ustedes solo tienen que lanzarlos como una bomba y la ilustración cobrará vida.

—¿Y que es exactamente la distracción?.—cuestionó Lux intrigada.

—Es una sorpresa,—la azabache rió al ver como los chicos se desanimaban.—pero no se preocupen, será muy útil.

(...)

—Nunca imaginé que una niña podría hacer lo que nosotros no.—dijo Arwen a Tristán observando a Marga.