Capítulo 29.

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-¡Beban puddin hirviendo, fenómenos!.

La nave estaba siendo atacada por los guardias de Icy, Marga y Eloy hacen todo lo posible por deshacerse de los monstruos congelados, pero parecen reproducirse cada segundo.

Mientras el príncipe de Andros los derrite con líquidos calientes, Marga utiliza todo el arsenal que tiene equipado. Debían esperar a los chicos para salir del planeta rápido.

-¡Arwen no ha llamado! ¡Se están tardando demasiado!.-la hija de Flora tenía que gritar para comunicarse con su compañero, pues este estaba en el techo de la nave con la escotilla abierta.

-¡¿No has pensado en llamarlos tú?!.-cuestionó el niño mirándola desde arriba.

Al girarse de nuevo, un guardia estaba por atraparlo, sin embargo, él actuó antes y lo golpeó con un bate que tenía en su costado izquierdo.

-¡¿Crees que soy tan cabeza hueca?! ¡No responden!.-informó indignada mientras le disparaba a otros hombres de hielo.

Los niños seguían dando todo de sí, Marga tuvo que salir de la nave para darle una mano a Eloy, con un martillo golpeaba las cabezas más cercanas a ellos.

-Ahora sería un buen momento para que te transformes en hada.-comenta Eloy viendo que ya no quedaba agua hirviendo.

-Eres muy gracioso, Eloy.-contestó sarcástica destruyendo a un guardia y lanzando sus restos para golpear a otros.-Soy una especialista prodigio, no un hada legendaria.

En ese momento, el hijo de Layla observa a dos figuras, muy distintas a las criaturas de hielo, acercándose a gran velocidad. Reconoció el muy llamativo rojizo cabello de Tristán y el lavanda de Azucena. Venían con la espada.

-¡Marga, ahí vienen!.-avisó el niño señalando a los adolescentes pasando por el río.

La hija de Helia fijó su mirada en ellos y no dudó en abrir la escotilla de abajo, se dió cuenta de que Tristán no estaba en condiciones de esperar mucho.

Azucena dejó al inconsciente príncipe en una mesa ya dentro de la cabina de control, los niños entraron a la nave y cerraron todas las puertas de esta.

-Princesa, ¿Dónde están Arwen y Adora?.-preguntó la morena con respeto mirando como la muchacha usaba sus poderes curativos en Tristán.

-Ellos se ofrecieron de carnada para que nosotros pudiésemos salir.-informó concentrada en el pecho herido del mellizo.

-Debemos esperarlos, no sabemos lo que esas viejas pueden hacerles.-interviene Eloy preocupado por sus primos.

Un estruendo se escuchó seguido de una sacudida que los mandó a volar y estrellarse con el techo de la nave; las criaturas congeladas sacudían el transporte con la finalidad de destruirlo.

-La nave no aguantará los golpes,-dijo Marga tambaleando a causa del golpe que se dió en la cabeza.-si seguimos aquí, posiblemente no podamos regresar a Linphea.

Azucena volvió a colocar a Tristán en la mesa con sus poderes mientras que con el otro brazo se agarraba el hombro contrario lastimado; Marga y Eloy se le quedaron viendo, esperando una orden. La hija de Krystal captó que era la mayor y que debía tomar una decisión. Suspiró, le dolía mucho tener que hacer eso.

-Marga, enciende la nave. Tenemos que irnos.

(...)

Icy gruñó muy fuerte al ver desde su esfera como esos mocosos se llevaban la espada, logrando escapar de sus monstruos y saliendo del planeta.

Winx Club. Nueva Generación: La Venganza De Las Trix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora