Creyente [ Justin Bieber Fanfic ]

Capitulo 21:

Estábamos explorando el bosque como quise hacerlo desde el momento en que llegamos aquí. Pero nunca creí que fuera tan difícil caminar por la cantidad de rocas y hojas viejas que había.

Justin rodeó su brazo en mi cintura al ver que casi caigo. Pero no sirvió. Mi pierna se apoyó mal, causándome un dolor jodidamente insoportable. Gemí en voz alta. Esto no es para nada lindo.

- ¿Nena, ¿qué sucede?

-Creo que me torcí el tobillo. Maldita sea, duele como la mierda, Justin. Duele.

-Volvamos donde los chicos. Tenemos que ir por un médico.

Sabía que estaba exagerando en el momento en que me cargó en sus brazos perfectamente tatuados y trabajados. Pero este era Justin. Mi Justin. El que se preocupa por los demás.

Lo entendía. Porque si el estuviera en mi lugar yo estaría a punto de tener un ataque de locura. Lo bueno es que él era rápido. Y no tardamos en llegar con los chicos.

-Bonita, no llores. Ya pasará.

Un minuto. ¿Estaba llorando?, no me había dado cuenta. Que estúpida. Escondí mi rostro en el pecho de Justin y seguí llorando. No se puede explicar el dolor que estaba sintiendo en este momento.

- ¿Pero qué demonios le ha pasado? -escuché a Alfredo preguntar.

-Oh por Dios. ¿Por qué está así? ¿Qué está ocurriendo?

-Creo que se ha torcido el tobillo. Guarden todo porque la llevaremos a un médico. Yo la meteré al auto.

-Está bien. Muévete, cariño. ¡Rápido!

Justin caminó lo más rápido y cuidadoso que pudo hasta su auto. Me sentó en el asiento del copiloto y él se sentó en el del piloto. Cerró ambas puertas del auto y a lo lejos venía Alfredo con Leigh llenos de cosas. Justin bajó a ayudarlos a meter todo al maletero, lo que pareció una eternidad.

-Listo.

Cuando se subieron al auto y Justin lo puso en marcha, me sentí culpable. Arruiné su día de entretenimiento. Giré mi cabeza para ver a Justin. Su rostro mostraba preocupación y de reojo vi a los chicos que estaban igual. Honestamente, creo que exageraban.

Giré mi cuerpo para apoyar mi cabeza en la ventanilla. Cerré los ojos pensando en todo menos en el dolor que sentía en ese momento. Tuve que morder mi labio para no gemir o quejarme. Era terrible. Creo que me he roto algo, porque duele como el demonio.

- ¿Cómo se lo ha roto? -le preguntó Leigh a Justin.

-Estábamos caminando y creo que pisó mal. Se dobló el tobillo tal cual como se dobla una goma de borrar.

-Pero si doblas una goma de borrar, se parte, es como si se quebrara.

-A eso me refiero.

-Ouch.

-Imagínate el dolor que estoy sintiendo ahora, Leigh -dije.

-Oh mierda.

-Ya vamos a llegar, nena. Sólo mantén la calma.

Asentí con la cabeza aún sin mirarlos. ¿Cuánto faltaba por llegar? No soporto este dolor de mierda. Y lo peor era que yo no podía hacer nada para detenerlo.

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Pensé y pensé. No era buena idea llevar a Mad al hospital público o a una clínica. Porque donde fuera habrían paparazzis molestando. Así que saqué mi teléfono y le marqué a mi doctor para que fuera a casa a revisarla.

- ¿Diga?

-Doctor Andrew. Soy Justin.

-Señor Bieber. ¿Ha ocurrido algo?