Creyente [ Justin Bieber Fanfic ]

Capitulo 23:

Nuestras miradas se cruzaron en cuanto él entró al cuarto. Me levanté de la cama para ir al baño. Pero la verdad no iría. Se sentó en los pies de la cama y cubrió su rostro con sus manos, apoyando los codos en sus rodillas.

Él estaba llorando en silencio. Se sentía traicionado. O tal vez era el hecho de que todos le decíamos lo que Jason en realidad era y él nunca lo vio. Pero estaba mal por culpa de Jason.

Me senté a su lado y sobé su espalda. No me miró, aunque tampoco esperaba que lo hiciera. Acaricié la parte de atrás de su cabeza. No me gusta verlo así.

-Bebé...tranquilo...

-Tú no entiendes, Madi.

- ¿Y por qué no me lo cuentas? No ocultes tus sentimientos conmigo, yo no te voy a criticar.

Tomé sus manos y las aparté de su rostro. Efectivamente, está llorando. Oh mi Justin. Quité sus lágrimas como pude, pero no tardaron en volver a salir.

-Vamos, bebé. Puedes decírmelo.

-Tenías toda la maldita razón...todos la tenían...

- ¿Si...?

-No puedo creer que no me di cuenta antes. Me siento un completo imbécil. No puedo confiar en nadie, Madi.

-Sí que puedes...

-No, no puedo. ¿Cómo sabré yo si me están mintiendo?; ¿cómo voy a saber si serán mis amigos por como soy yo y no por quién soy? Dime. Necesito una respuesta.

-Tal vez yo te conocí por quién eras -me miró- pero me enamoré de ti por como eres.

-Es difícil encontrar gente de verdad siendo yo -tomó mi mano- por eso es que estoy contigo. Porque no es fácil encontrar a alguien tan asombrosa como tú.

-Justin...

Yo...yo simplemente lo amo. Entiendo por lo que pasa...debe ser difícil ser él. Muy difícil.

-Justin...no todos en el mundo son iguales. Créeme que los amigos que tienes ahora son reales. Jason era el único que no era parte de ese círculo.

-No sabes las ganas que tenía de patearle el culo.

- ¿Por qué?

-Te ha tratado mal.

-Si...pero ya lo golpeé yo -soltó una carcajada- sonríe -lo abracé.

-Scooter y mamá tenían razón.

- ¿En qué?

-Tú vales la pena.

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Madi estaba arriba haciendo su examen y no quería ir a distraerla. Decidí sacar el teléfono y marcar a mi mamá.

- ¿Diga? -sonreí a escuchar su voz.

-Hola, mamá.

- ¡Justin! Oh, hijo. ¿Cómo estás?

-Bien, mejor que nunca.

-Que bien. Te he extrañado.

-Yo también -sonreí- ¿te gustaría venir a cenar?, estoy con Madi.

- ¡Por supuesto! Saldré enseguida.

-Está bien. Te veo en unos minutos, veré que haremos de cenar.

-De acuerdo. Te amo hijo.

-Te amo mamá.

Colgué, yéndome a la cocina. Mi mamá ama la comida mexicana, pero el problema es que yo no sabía hacerla. Suspiré. ¿Mad sabrá? Está ocupada...no quiero molestarla.