Luego de interminables horas en el avión -porque nadie se dignó a avisarme que de Nueva York a California sería una eternidad- por fin llegamos a nuestro destino.
Luego de recoger mi mediana maleta, nos disponemos a salir del enorme aeropuerto. Mi mamá pide un taxi y, sin perder más el tiempo, nos subimos a este. Con un breve intercambio de palabras mi mamá le explica al conductor a donde debemos ir. Sólo sé que estamos a, quizás, a unos cincuenta minutos de Beacon Hills.
Esto será largo, angustiante y agotador.
—Si sigues mordiéndote las uñas te quedarás sin ellas —mamá me reprocha mientras el auto avanza por las calles del condado, luego de haber pasado, más o menos, media hora de trayecto.
—Estoy nerviosa, mamá —replico viendo por la ventana del auto. El camino está rodeado de muchos árboles enormes.
—Hanna, detente o te vas a quedar sin uñas —la miro de mala manera, pero termino haciendo lo que ella me pide, no quiero terminar escuchando su discurso sobre el cutis otra vez, es algo muy aburrido e innecesario.
—Repíteme la razón del porqué él no ha venido por nosotras —sé que me lo dijo en el avión, pero toda mi atención la enfoqué en las tres películas de hombres lobos que encontré en la pequeña pantalla del avión, así que a Lucy no le presté la atención debida, sinceramente.
—Tuvo un asunto importante con su hijo —mi madre habla muy calmada.
Entonces, cuando proceso sus palabras, me escandalizo.
"¡¿Acaso he escuchado bien?!"
—¡¿Su qué?! —volteo alarmada para ver a mi madre, que está al lado mío en los asientos traseros del auto.
—Su hijo —nuevamente habla con calma, observándome.
"La voy a matar"
—Mamá, se puede saber ¡¿Por qué no me dijiste que Noah tiene un hijo?!
—Hija, cálmate, se te va arrugar la frente —aprieto los puños para no soltar un grito cargado de frustración. Suelto el aire retenido, cierro los ojos un momento y trato de calmarme o me tiraré del auto en cualquier momento.
—Mamá —replico, reprochándole la respuesta vaga y sin sentido aparente que me acaba de dar. La mujer que me dio la vida me va a sacar de mis casillas.
—Bien, bien. Creí que te acordabas de él, por eso no lo mencioné —Lucy se justifica, haciendo que entre en un estado de confusión e incredulidad.
—¿Qué? Mamá ¿De qué me estás hablando? No recuerdo a nadie.
—Hija, tienes memoria de pollo.
—Mamá, tenía tres años.
—Bueno, bueno. Tú siempre jugabas con él. El pequeño tenía, si mal no lo recuerdo, unos siete u ocho años —explica e intento que mi memoria funcione y recuerde algo de aquellos sucesos, pero lo único que logra captar mi cerebro es a un niño -aunque el rostro no logro recordar- jugando conmigo a la pelota en un jardín. Sin embargo, tan rápido como el recuerdo llega, se esfuma, desvaneciéndose en mi memoria.
—¿Entonces vivíamos aquí antes? —pregunto extrañada. Y me quedo algo asombrada de que mi memoria haya borrado aquellos recuerdos, aunque mi madre nunca me lo recordó o me mostró alguna foto.
—Sí, tu papá —mi mamá empieza a hablar y sólo me limito a pensar que aquella palabra suena muy rara, ya que mi madre casi nunca la ha usado y yo menos—, antes de conocerme, tenía una esposa que desgraciadamente falleció por una enfermedad. Entonces, cuando nos conocimos, él ya tenía un hijo de ese compromiso. Me acuerdo que el niño era muy tierno y dulce, aunque un poco callado, ya que la muerte de su madre le afectó.
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Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]
FanfictionHanna grita por las noches mientras sus sueños se sienten muy reales. Hanna comienza a sentir miedo. Hanna, ahora, vive con Noah y Stiles Stilinski en Beacon Hills. "Lo asombroso de este mundo es que ni tu misma sabes cuándo serás parte de él"